Junio a Julio 2012
Embarqué en Rotterdam tal como lo habíamos planeado el 29 de mayo para hacer un nuevo período de embarco que duraría hasta el 13 de julio, es decir que me tocó festejar mi cumpleaños a bordo. El cocinero había hecho una gigantesca torta y yo había comprado sidra para la ocasión. Durante ese embarco tuvimos dos veces esperas de varios días fondeados por falta de cargas al estar flojo el mercado.
Había invitado a Mery a venir a visitarnos a Suecia para que de paso descansara unos días antes de las habituales vacaciones en Marbella con la familia de Madrid, que siempre le resultaban muy pesadas. Mery llegó el 21 de julio, justo al inicio de un magnífico periodo de sol y calor en el sur de Suecia que duró hasta su partida de regreso. Tratamos de aprovechar esos días de la mejor manera posible, por lo que hicimos los clásicos paseos por la zona. En Kivik hice un día salchichas criollas a la parrilla a la orilla del mar, y en Skäralid paseamos por la quebrada. Aprovechamos también para invitar al grupo de amigos sudamericanos a hacer una reunión en casa festejando mi cumpleaños. Allí conocí a Brenda, la hermana de Alicia, quien la había venido a visitar desde Gijón donde vivía con su marido. Como estaban sin vehículo les propuse que podíamos hacer un paseo a Österlen más adelante antes de que Brenda regresara a España. Un día se nos ocurrió hacer el paseo en bicicleta por la isla Ven, con la participación de Johanna y Sara. A Mery no le cayó muy bien que viniera Sara, y las cosas se complicaron aun más cuando llegamos a Landskrona y nos encontramos con un mundo tal de gente y autos que decidimos no hacer ese paseo y continuar en cambio por la costa hacia Kulaberg. Habíamos hecho tanta propaganda con Ven que fue una gran desilusión para Mery no ir allí, y se puso de muy mal humor. De todos modos le gustó mucho la visita a Kulaberg, aunque a mi me comenzaron a preocupar ese y todos los episodios anteriores en que salía a la luz una actitud que me costaba aceptar pensando en un futuro en convivencia. No hablamos del tema en ese momento, lo que fue un error de mi parte, tal vez pensé que la relación tenía salvación aunque algo me decía en mi interior que era el fin. También hicimos el clásico paseo a Copenhagen, acompañados por Viktoria y Johanna. El 27 de julio llevé a Mery al aeropuerto de Copenhagen para que tomara el avión de regreso a Madrid.