28 de Junio 2023
Miércoles 28. Para volver a aprovisionarnos hicimos compras en dos supermercados por la mañana, además de encargar tres tortas: una para el festejo de mi cumpleaños el viernes con la familia y dos para el festejo con amigos el domingo. Ambas fiestas se harían en el departamento pues el clima no daba para hacerlo en el jardín. A la tarde vinieron Johanna y Viktoria a saludarnos y merendar con nosotros y más tarde fuimos en bicicleta a la recientemente adquirida cabaña de Magela y su familia. Aun no tomaban posesión pero ya se podía ir a inspeccionarla. Era el día en que llegaba Marcela con su hijo Jonathan de Buenos Aires pero debido al retraso del vuelo de KLM a Amsterdam habían perdido la conexión a Copenhagen y llegaron ya entrada la noche, sin el equipaje. El jueves mandé un mensaje a mi prima Eleonor para felicitarla por su cumpleaños número 71. Inspirada por la cocina italiana, Alicia preparó un ragu para acompañar a la pasta del día siguiente y luego se juntó con Ana Luisa, que había venido de Cuba, y Lucho en un boliche del centro. La llevé y la pasé a buscar con el auto. A mi cumpleaños vinieron Johanna con su familia, Viktoria con la suya, Marcela y Jonathan, y Ana María. Magela y su familia no podían venir ese día y lo harían el domingo. Además de la excelente pasta con ragu ofrecimos un antipasto de entrada para completar el tema Italia. La torta la habíamos ido a buscar al mediodía con el auto. Yo recibí dos vales para eventos, de Alicia a un concierto a elegir y del resto de la familia entradas para un espectáculo de tango el 21 de septiembre. Al día siguiente tocaba ir a celebrar el cumpleaños de Viktoria, quien hacía una reunión en su departamento con torta y café. Iba a hacerse al aire libre pero ante la amenaza de lluvia fue prudente juntarse adentro. A pesar de haber una apreciable cantidad de invitados entramos bien y fue muy entretenido. Marcela seguía esperando sus valijas y gastando 100 euros por día en ropa y otras cosas, de acuerdo con la información que le había proporcionado KLM. Para la celebración del domingo preparamos una picada abundante y Alicia hizo tres tartas saladas, dos de ellas con masa sin gluten. Con el auto fuí a buscar las dos tortas y poco sobró de ellas cuando las repartimos entre 18 comensales. Hilian e Isabel se excusaron por estar ella con tos y gripe.
Lunes 3 de julio. Nuestros amigos Cecilia y Roberto, que vivían en Mallorca, estaban de visita en Malmö y estaban a punto de partir de regreso. El lunes tenían un hueco libre al mediodía y los invitamos a almorzar en casa. Yo fuí de compras al supermercado donde también retiré una pequeña torta que me regalaban por mi cumpleaños y Alicia preparó una excelente ensalada con pasta que gustó mucho. Como Marcos estaba de visita en Malmö vino a la tarde con su hermana Magela y compartimos lo que había sobrado de la ensalada, después de agregarle algunos ingredientes para darle más volumen. Al día siguiente nos decidimos por concretar la compra de pasajes a Sudamerica, optando nuevamente por viajar a Ezeiza con Air France. Tanto por una cuestión de precios como por defraudarme la situación política, sin tener a quién votar, decidí no ir para las elecciones y compramos pasajes para el 22 de noviembre. Una pequeña rebaja tuvimos pues Air France me había obsequiado un voucher de cumpleaños, por 50 dólares. Viajando en esa fecha ibamos a estar en Suecia para los cumpleaños de los hijos de Alicia, el 17 y el 19 de noviembre. El regreso a Suecia era el 11 de abril, también desde Ezeiza, justo después del cumpleaños de Gabriel. En el castillo y fortaleza de Kalmar había un espectáculo visual con obras de Monet y otros impresionistas, por lo que se había organizado una visita con nuestros amigos Graciela, Ines y Lucho, yendo en el auto de Graciela. Salimos el miércoles 5 por la mañana hacia Kalmar, parando a medio camino para hacer un picnic y ya en Kalmar cruzamos el puente hasta Öland pues habían reservado una vivienda en un pueblito de la isla. La casa estaba en un campo de golf y era muy espaciosa, con cuatro dormitorios y todas las comodidades. Habíamos llevado diversas provisiones para las comidas y comenzamos con un almuerzo tardío para ir luego a dar un paseo por Borgholm, la ciudad capital. Aun sobraba comida para la cena, que hicimos entonces en la casa. Ese día cumplía también 42 años Isabel, y le mandé nuestros buenos deseos por whatsapp. Al día siguiente empacamos todo después del desayuno y partimos hacia Kalmar para la visita al castillo. Antes de ver la exposición nos unimos a un grupo de visitantes para hacer una visita por el sector fortificado, atentos a las explicaciones de un joven y muy erudito guía. Nos gustó mucho la combinación de música, texto y gigantes proyecciones de obras de Monet y otros, a la que asistimos a continuación. La intención era regresar a Malmö después de esta visita, de modo que saliendo del castillo fuimos a almorzar a un restaurante cercano y luego dejamos atras la ciudad. A medio camino paramos en el mismo lugar que a la ida para hacer un picnic con los restos de nuestras provisiones. Yo había dejado el auto en un taller cercano para que le hicieran el cambio de aceite y también para que trataran de encontrar la causa de un ruido en los frenos traseros o en la suspensión, y lo fuí a retirar al día siguiente de nuestro regreso. Se habían olvidado del cambio de aceite pero lo resolvieron de inmediato, aunque el tema del ruido seguía en veremos, y como necesitabamos el auto para hacer compras lo saqué y quedé en volver otro día. Ya no teníamos días muy lindos de verano pero el sábado fue una excepción. Viktoria había llevado a la playa de Malmö a Marcela, Vida y Matías y me uní un rato a ellos, mientras Alicia iba a una pileta con Magela y los niños. Desde allí fueron ellos a la cabaña para asar unas hamburguesas y yo me anoté también, yendo con la bicicleta. Las guindas de su jardín estaban en plena maduración y me dí un atracón. Nos había quedado en casa una mezcla para faina sin hacer y aún nos quedó apetito para comerla a la noche. La racha de sol y calor continuó el domingo, dia de la independencia en Argentina, y fuimos al mediodía a la playa de Falsterbo, al sur de Malmö, donde se habían instalado Magela y su familia, además de mucha más gente que había tenido la misma idea. Matías había organizado una celebración por el día de la patria en un local del centro al que también asistimos al atardecer, con mucha música, chorizos y empanadas.
Lunes 10. Al festejarse ese día el cumpleaños de Cornelia, la amiga de Johanna, ella nos había pedido venir con Ellen y quedarse a dormir. Ellen llegó con una espina en un talón que intentamos sacar pero no hubo manera de convencerla de usar una pinza o una aguja, asi que allí quedó. También comenzó a tener un poco de fiebre y se acostó bien temprano mientras su madre iba a la celebración en un restaurante. Al dia siguiente desayunamos todos juntos bien temprano pues ellas querían ir a ver la grabación de un programa de verano de la televisión sueca en un parque cercano, y luego ya regresaron a su casa de verano en Torekov. Nosotros teníamos prevista una excursión al campo con Magela y los niños, a pesar del día un poco desapacible. Mayarí llevó a Magela en su auto y nosotros llevamos a los niños en el nuestro hasta un antiguo convento con un gran parque a orillas de un lago, donde tenían cabras, caballos, llamas y alpacas además de juegos para niños y una cafetería. Se podían prastar botes también pero no nos dió el tiempo pues aún queríamos ir a escuchar música en el anfiteatro de nuestro parque en Malmö. Teníamos curiosidad por ver a un conjunto japonés que no nos defraudó pues dieron un ameno concierto lleno de ritmo con ribetes caribeños y africanos que cautivaron al público. El miércoles comenzó lluvioso e hicimos compras con el auto, incluyendo una pelota de gimnasia en Biltema que necesitaba ALicia. A la tarde me pidió Viktoria que la llevara de compras y me llevé un disgusto pues estacioné cerca de su casa donde estaba permitido pero sin percatarme de que no había respetado los 10 metros de distancia de la cebra. Subí a buscar a Viktoria y cuando bajamos me encontré con la multa en el parabrisas. Creo que fue la tercera que recibí en mis casi cuarenta años en Suecia. Siendo verano en este hemisferio mucha gente estaba de vacaciones, incluidos los mecánicos del taller de modo que decidí postergar el control del ruido del auto hasta que retornara gente capaz. El jueves habíamos planeado ir a Lund con Marcela y Jonathan pero la lluvia nos hizo fracasar el paseo. Lo pasamos al día siguiente, y siendo tan complicado estacionar en Lund tomamos el tren. Ya en Lund comenzamos con una visita a la catedral, luego fuimos al museo Kulturen y finalmente paseamos por el hermoso jardín botánico. En el museo había una cafetería donde hicimos una merienda y disfrutamos del sol en su patio exterior. No logramos hacer dormir la siesta a Vida y se mantuvo muy activa toda la tarde. Alicia no participó del paseo pues tenía compomisos con sus nietos. Al regreso pasé por el supermercado a comprar provisiones para el picnic del día siguiente en la isla Ven. El día 14 cumplia 65 años Brenda, la hermana de Alicia, que residía en Asturias. El paseo a la isla Ven había estado en la mira por un tiempo, a la espera de que el clima fuera favorable y finalmente decidimos ir el sábado. Viktoria hizo las reservas de pasajes en el barco y de bicicletas en la isla, y partimos ALicia, Marcela, Jonathan y yo en nuestro auto mientras que Viktoria, Matías y Vida iban en el tren a Landskrona. Nos encontramos todos en la terminal del trasbordador, que zarpó lleno de gente a las diez de la mañana. Media hora después desembarcamos en la isla y subimos la cuesta hasta el alquiler de bicicletas. Como Marcela no sabía andar en bicicleta, cruzó la isla a pié por el centro en compañía de Matias. Nosotros nos hicimos de bicicletas y tomamos la senda costera rodeando la isla por el lado norte, reencontrandonos con los caminantes en el puerto del lado opuesto. Allí conseguimos una mesa y sacamos nuestras provisiones para hacer el picnic, luego del cual bajamos a la playa y algunos se bañaron. Marcela y Matías regresaron también a pie. De regreso en Malmö pasamos por una carnicería a comprar carne pues teníamos planeado hacer un asado al día siguiente en nuestro jardín. Marcela cumplía años el 13 de agosto y Matías quería hacer un festejo adelantado así que compró una torta mientras que Viktoria decoraba la zona de la parrilla. Habíamos invitado a participar a Ana María también y nos acompañó el sol, disfrutando de un muy buen asado y chorizos. Aun nos quedó tiempo para ir al atardecer al anfiteatro del parque a presenciar un impresionante espectáculo de acrobacia.
Lunes 17. Continuado con los encuentros, el lunes nos invitó Ana María a una cena tempranera en su casa como despedida a Marcela y Jonathan. Nosotros fuimos en bicicleta lo mismo que Viktoria y Vida. A Marcela y Jonathan les quedaban apenas dos días antes del regreso y por suerte habían recuperado las valijas después de muchos días de incertidumbre. El martes se encontró un rato Alicia con sus nietos, y a la noche fuimos hasta el anfiteatro a escuchar una banda persa y kurda. Era bien tarde pues comenzaba a las nueve de la noche, y después de un rato nos cansó la música tan monótona y melancólica, y regresamos a la casa. Llegamos al miércoles, dia del regreso de Marcela y Jonathan a la Argentina. Me ofrecí a llevarlos con sus valijas a la estación de tren del Triángulo, pasando a buscarlos por el departamento de Viktoria. Ana María nos había propuesto que la acompañaramos a hacer el jueves un paseo por Österlen ya que tenía de visita a un primo de Omar que vivía en París, y después de dejar a Marcela compré nuevamente lo necesario para un picnic. Con tiempo inestable partimos a media mañana en el auto de Ana María con este hombre ya mayor y con problemas de sordera y motricidad. Así y todo pudimos visitar Kåseberga y sus restos históricos, la playa de Sandhamaren y la ciudad de Simrishamn. En la playa hicimos el picnic refugiados entre las dunas para protegernos del viento, pero con buen sol. Después de Simrishamn dejamos la costa y nos dirijimos a la idílica cafetería de campo de Alunbruket, a la que llegamos una hora antes de que cerraran. Viktoria nos pidió que cuidáramos a Vida unas horas el viernes por la mañana y la trajo a casa bien temprano. Por suerte pudimos llevarla un rato al parque y después del almuerzo hizo su habitual siesta en nuestra cama. Curiosamente ni siquiera pidió su chupete que era casi obligatorio para dormir. Teníamos una salida a la noche pues se había venido postergando un encuentro con Hilian e Isabel. Ellos reservaron lugar en el restaurante Elisee del centro, que se especializaba en ofrecer fondue de carne y nosotros fuimos para allá en bicicleta. El fondue era realmente muy sabroso y abundante. Alicia quería hacer alguna actividad con sus nietos y ellos propusieron bowling, de modo que el sábado por la tarde los llevamos en el auto hasta el local y jugamos una hora. Luego fuimos a un parque cercano para que corrieran un poco e hicimos un picnic también. Los niños partían el domingo con sus padres y una pareja amiga con sus hijos a Berlín por tres días en un minubus alquilado. El domingo llovió todo el día en Malmö. Viktoria había propuesto una merienda en su departamento y nosotros llevamos un crumble de frutos del bosque que había preparado. Preferimos ir a pie protegidos por sendos paraguas. Después de la merienda le mostramos a Viktoria las fotos de nuestro viaje a Italia.
Lunes 24. Nueva semana y gimnasia matinal para ambos, yo en el gimnasio del sótano y ALicia en el departamento conectada por internet a su entrenadora colombiana. Desde el sábado anterior se encontraba Gabriel con Valeria y las niñas en la casa de Alicia en Piriápolis. El clima no era el mejor pero igualmente parecían disfrutar de esas mini vacaciones de invierno. Viktoria me había pedido tener un rato a Vida el martes por la tarde por cuestiones de trabajo, y siendo un día sin lluvia la saqué con su cochecito y fuimos un par de horas a jugar en el parque cercano a casa. Alicia se reunió con Marcos, que estaba de visita en Malmö. A las siete de la tarde actuaba un grupo femenino en el anfiteatro del parque, bailando flamenco y sevillanas y fuimos un buen rato antes de que comenzara para tener lugar pues se llenó de gente. Fue una exhibición de alta calidad y con mucha gracia, aun cuando ninguna de las tres bailarinas del grupo fuera española. Marcos regresaba pronto a Estocolmo y pasó por casa el miércoles a la mañana para desayunar. El pensaba retornar a Malmö el lunes ya que su padre estaba de visita en Suecia viviendo en la casa de Magela. Siguiendo con los eventos de verano, al dia siguiente había un concierto de guitarra clásica al anochecer en uno de los parques de la ciudad. Queríamos asistir pero primero pasamos por la cabaña de Magela a retirar nuestras sillas playeras para no tener que sentarnos en el pasto. En el parque nos encontramos con varios de nuestros amigos y después del magnífico recital nos trasladamos a un restaurante a tomar unas cervezas antes de volver a la casa. Johanna y la familia estaba n ya de regreso en Malmö después de pasar el mes de julio en la casa de campo, y propusimos reunirnos el viernes 28 en casa para una cena de pizzas. Viktoria vino también con Matias y Vida. Hicimos pizzas de más pero al día siguiente vendrían Magela con Leo y los niños para compartir pizza también de modo que se utilizaron todas. La noche del sábado actuaba un grupo tailandés en el anfiteatro de nuestro parque, al que asistimos también. Eran buenos, pero el volumen de la música era tan alto que no lo pudimos soportar hasta el final y regresamos al departamento antes de que terminara la presentación. Nuestro amigo Lucho llegaba al final de sus vacaciones y propusimos una salida de domingo al desayuno buffet de la cafetería de campo de Vismarlöv, y él llevó a su amiga Patricia. Fue como siempre un excelente buffet, y regresando a Malmö hicimos una parada en un mercado de pulgas de campo además de otro en Malmö. A las siete de la tarde estabamos nuevamente sentados en el anfiteatro para ver y escuchar a la banda de jazz de Nanna Carling. Esta vez, y a pesar de la intermitente llovizna, nos quedamos clavados en nuestro lugar hasta el final disfrutando del espectáculo. Era también el final de los eventos de verano de este año. Gabriel y Valeria ya habían dejado el jueves la cabaña de Alicia y habían continuado viaje hasta San Pedro donde se reunieron con Mirta para celebrar sus 75 años.
Lunes 31. Desde Buenos Aires nos contaba Karin que ya estaba muy cerca del parto y le habían dicho que si no se producía antes lo iban a inducir el viernes 4. Viktoria nos había pedido tener a Vida el lunes para que pudiera trabajar tranquila y la trajo a las nueve de la mañana, Cuando ya habíamos hecho la gimnasia. Amenazaba lluvia pero alcanzamos a ir un rato con Vida al parque cercano. Ella almorzó bien e hizo su sieta antes de que viniera Viktoria a buscarla. En ese momento comenzó una lluvia torrencial y me ofrecí a llevarlas de regreso a su departamento con el auto. Marcos había vuelto a Malmö, llegando el martes pues había perdido el tren el día anterior. Gracias a una temporaria mejora en el tiempo se organizó el miércoles un asado en la cabaña de Magela y además de la familia vinieron Hilian e Isabel con sus propios hijos, parejas y nietos a participar del evento. Fuimos en bicicleta y preventivamente llevamos capas de lluvia que nos vinieron bien para el regreso a la noche cuando comenzó a chispear. Alicia retomó al día siguiente sus actividades de pintura comenzando con un cuadro en acrílico para Ellen. Al anochecer nos juntamos con la barra de amigos a tomar una cerveza. Tal como estaba planeado, internaron al viernes a Karin para inducir el parto. Pese a tener fuertes contracciones no avanzaba la dilatación y el médico tomó la decisión de hacer una cesárea. Esa noticia la recibimos de Mariano cuando aqui era una hora ya avanzada asi que nos fuimos a dormir enterándonos de madrugada que Ines había nacido a las 19.53, y que tanto Karin como ella estaban muy bien. La fiesta de cumpleaños de Ellen para la familia era el sábado al mediodía y nosotros llevamos a Gerd en nuestro auto mientras que Viktoria, Vida y Matías iban en ómnibus. Vida acostumbraba descomponerse viajando en auto y sentada hacia atrás por lo que preferían tomar el bus. Por suerte era un día soleado ya que KF y Johanna habían alquilado un gran tobogán inflable que estaba montado en el jardín. Comenzamos con un almuerzo de choripanes y luego hubo una torta helada mientras que algunos aprovechaban la piscina. La fiesta con sus compañeras de la escuela estaba planeada para el día siguiente y ante la amenaza de lluvia Johanna había adelantado el horario de la reunión. Estaba anunciada la tormenta "Hans" que iba a provocar mucho viento e intensas lluvias en casi todo el país a partir del domingo. Habíamos invitado ese día a Magela y familia además de Hilian e Isabel a una merienda y Alicia hizo scones con y sin gluten para la ocasión. A la noche tuvimos la primer comunicación con Karin después del parto, cuando acababan de llegar a la casa de los padres de Mariano. Todo seguía bien con Karin e Ines, aunque ella durmió todo el tiempo en que estuvimos comunicados.
Lunes 7. La tormenta bautizada "Hans" llegó finamente durante la noche del domingo al lunes, y después de la gimnasia fuí con el auto al departamento de Ana María pues había prometido ayudarla a solucionar un problema con el extractor de aire de la cocina. Primero dejé a Alicia en el shopping del Triángulo y a Viktoria con Sigrid en Funnys Äventyr, un local de entretenimiento infantil. Sigrid estaba de visita y se quedaba a dormir en el departamento de Viktoria. Más tarde fuimos a Ikea a almorzar y hacer algunas compras para la casa. Con mucho viento y lluvia volvimos y ya no salimos más ese día. La tormenta estaba provocando muchos daños más hacia el norte del pais. A Alicia le tocó ir al dentista el martes ante la fractura de un diente y el dentista decidió hacer un puente por lo que le resrvó dos turnos más durante el mes. Yo le cargué nafta al auto ya que al día siguiente ibamos a hacer una visita al acuario de Copenhagen. Como Magela y los niños iban también, pasé a buscarlos para llevarlos a la estación de tren con Alicia y luego partí a recoger a Viktoria, Matías y Vida. Nos reunimos todos a la entrada del acuario, cercano al aeropuerto de Copenhagen y comenzamos la visita. Tenía varias secciones dedicadas a distintos aspectos de la fauna marina e incluía también un sector de selva tropical con acuarios que contenían fauna característica. Además de las cafeterías y el restaurante había un sector para hacer picnic y allí nos sentamos a merendar. Después de más de tres horas en el lugar y ya bastante cansados, emprendimos el regreso a Malmö. Nos habíamos enterado que Gabriel, hijo mayor de Manuela que era una amiga uruguaya de Alicia, acababa de aterrizar en Copenhagen para hacer un recorrido escandinavo. Estaba en Malmö y nos comunicamos con él para invitarlo a juntarse con nosotros e ir a la noche a un bar donde había un toque en homenaje a Alberto Spinetta, donde iba a haber una audiencia mixta con mucha gente de habla hispana. Fue un lindo espectaculo y mientras nosotros regresamos luego a casa él se quedó para ir a comer con otra gente. El jueves por la mañana y con lluvia intermitente, alcancé a Alicia hasta el hospital para que acompañara a Ana María en unos estudios urológicos que le estaban haciendo. Por suerte salió todo bien y la alcanzamos luego hasta su departamento. El festival anual de Malmö comenzaba el viernes y duraba una semana. En un parque cercano a casa se ofrecían innumerables actividades para niños y allí nos encontramos con Magela y los niños para que se entretuvieran y correteran un rato. Nosotros dimos luego una vuelta por el centro para curiosear un poco por los diversos atractivos del festival. Elisa cumplía nueve años el lunes 14 pero sus padres decidieron hacer una reunión de celebración familiar el sábado. Nuestro amigo Gabriel se unió también y depués de recogerlo en su alojamiento fuimos a buscar la torta helada que había encargado Alicia. Ante la amenaza de lluvia Nos juntamos bajo techo en el jardín del departamento de Magela a comer una picada y luego la deliciosa torta. Más tarde comenzó efectivamente a llover y como estábamos con el auto llevamos a Gabriel a la estación pues continuaba viaje a Dinamarca. Además dejamos a Hilian e Isabel en su casa pues habían estado también entre los invitados. Después de muchos años de uso la bicicleta de Karin que estaba usando Viktoria estaba bastante estropeada y repararla requería mucha inversión por lo que Viktoria decidió comprar otra usada pero en muy buenas condiciones. El domingo al mediodía fuí hasta su departamento donde transferimos la silla de niños y otras partes menores de una a otra bicicleta y quedó todo listo. Siendo un día lindo se había organizado un asado en el jardín de Ana María y para allá fuimos todos en bicicleta. Vinieron también Leandro y Adrián, los dos hijos menores de Ana María. Este último trajo también a su pareja, embarazada de su tercer vástago, junto con los dos niños. Pasamos una tarde muy linda allá y nos quedamos hasta la puesta del sol. Siendo el día que Marcela cumplía años grabamos el clásico canto y se lo mandamos por Whatsapp. En Argentina se celebraban las elecciones preliminares de agosto, con mucha incertidumbre sobre el resultado.
Lunes 14. Nos enteramos por la mañana que Milei, el candidato que se daba por descontado que iba a hacer una pobre elección, había logrado quedar primero en la carrera presidencial con un pequeño margen. Sus discutibles propuestas prometían revolucionar el panorama político y económico del pais, dejando en estado de shock a las dos agrupaciones tradicionales que se disputaban el poder y los obligaban a reajustar sus planes de campaña. En pleno desarrollo del festival propusimos a Johanna que viniera con mis nietas al parque donde se desarrollaban actividades para los niños y nos juntamos allí hacia el mediodía. Más tarde vinimos a casa y almorzamos panchos antes de que regresaran a Höllviken. Elisa cumplía sus nueve años ese día y nos reunimos en un restaurante del centro a cenar con la familia, incluidos los consuegros de Alicia y Marcos que había venido de Estocolmo. Luego dimos una vuelta por el concurrido festival, donde los niños querían probar algunas de las atracciones del parque de diversiones. Alicia tuvo que concurrir al día siguiente al dentista al haberse roto la reparación de un diente, y yo llevé a Viktoria y Vida a la tienda Biltema y a Ikea a hacer algunas compras. Aprovecharon para comer algo en el restaurante y las acompañé con un café y un roll de canela. A Karin le mandamos nuestras felicitaciones en ocasión de su cumpleaños y quedamos en hablar al día siguiente. Con un dia de sol radiante llevamos a los nietos de Alicia, cada uno en su bicicleta, a uno de los parques de la ciudad donde entre otras podían chapotear en una pequeña pileta. Después de dejarlos en su casa fuimos al festival a escuchar a un guitarrista español y de paso compramos unas arepas en uno de los innumerables puestos de comida. El guitarrista resultó un poco aburrido y con la barra de amigos que estaban allí fuimos a una cervecería cercana. Nuestros amigos Roberto y Cecilia que vivian en Mallorca estaban también de visita en Malmö y se sumaron al encuentro. Como continuaba el buen tiempo, decidimos hacer el jueves una salida al campo yendo en auto a un pequeño parque nacional en las afueras del cercano pueblo de Dalby. Estacionamos el auto e hicimos una caminata por el sendero que recorría el perímetro del parque, y como descubrimos que había otro sendero que iba hasta la reserva de Skrylle pasando por bosque y campo abierto también. Eran solo 3,5 kilómetros y emprendimos esa caminata para almorzar en el restaurante de Skrylle y regresar luego al auto. En total computamos un poco más de diez kilómetros de buena caminata. Antes de iniciar este paseo fuimos a la escuela de los nietos de Alicia, que comenzaban las clases ese día. Alicia quería encontrarse con Nicolás a la salida pues era su primer día de escuela. Resultó estar enojado pues quería quedarse más en la escuela. No podía ser mejor comienzo. De regreso en casa nos comunicamos con Karin pero fue imposible hablar pues Laia tomó el micrófono y no paró de charlar. Quedamos en llamar al día siguiente cuando Laia estaba en la guardería. El festival de Malmö terminaba el viernes y figuraba en el programa la actuación de un conjunto de mariachis que no nos quisimos perder. Fue un gran espectáculo con mucho colorido pues hubo parejas de bailarines también luciendo hermosa ropa típica mexicana. El sábado quisimos aprovechar el sol y fuimos en auto a hacer picnic a la playa de Klagshamn invitando a Ana María también. Nos instalamos con sendas sillas playeras a la sombra de los árboles y Alicia hizo un intento de bañarse pero desistió por estar el agua demasiado fria. El domingo si se bañó pero esta vez en la pileta de la casa de Johanna. Fuimos para allá a media tarde y nos encontramos con Viktoria y Vida también, quienes habían ido en ómnibus. KF y Ellen estaban en la cancha de futbol de Malmö mirando un partido y regresaron cuando ya todo el mundo había disfrutado de la pileta. Aceptamos la invitación a cenar unas pizzas encargadas y lo hicimos con un hermoso atardecer en el jardín. Trajimos luego de regreso a Viktoria y Laia en nuestro auto. Vida ya había comenzado desde el lunes anterior en la guardería y además estaba aprendiendo a no utilizar pañales, con los consiguientes accidentes esporádicos. Viktoria había llegado al final del trabajo que tenía y habiendo solicitado un puesto en la comuna comenzaba a trabajar como asistente en la dirección de asuntos sociales. Era un cambio radical pues de haber trabajado por mucho tiempo a distancia desde la casa ahora tenía que cumplir horario de oficina.
Lunes 21. Gimnasia temprano y luego viene Marcos a almorzar. Alicia había preparado una muy apetitosa tarta de queso a su pedido. Luego se fueron juntos al centro. Con la promesa de buen tiempo se había confirmado una planeada excursión para el día siguiente con los consuegros de Alicia, Cecilia y Roberto, y Ana María con partida a las nueve y media. Nosotros pasamos a buscar a Ana María y nos juntamos todos en casa de los consuegros para partir en dos autos. La propuesta era ir hasta la cafetería de Alunbruket en Österlen, a una hora de viaje, que abría a las once de la mañana, tomar algo allí y dejando los autos salir a caminar por el sendero que bordeaba el arroyo Verkeön. Carlos pensaba que podíamos caminar los once kilómetros que nos separaban de Brösarp para regresar desde allí en ómnibus pero nos confirmaron que la parada más cercana a la cafetería estaba a más de cinco kilómetros por lo que decidimos hacer una caminata de ida y vuelta sin llegar a Brösarp. Nuestra parada para el picnic fue en la cascada de Hallemöllan, donde había un viejo molino convertido en museo. Aun hicimos unos kilómetros más hasta llegar a un descanso a siete kilómetros del punto de partida. La senda tenía sectores con bastantes subidas y bajadas, y Ana María comenzaba a sentir los efectos del esfuerzo. También vimos bastantes árboles caidos, algunos cruzando la senda, testimonios de las últimas tormentas. Al regreso cruzamos el río después de pasar el molino para tomar el sendero de la orilla opuesta, más corto y de menos esfuerzo. La aventura nos llevó toda la tarde pues llegamos a los autos a la puesta del sol, todos cansados y Ana María agotada, pero también contentos de haber hecho el pintoresco paseo. Hubo opiniones diversas respecto a los kilómetros recorridos pues todos tenían cuenta pasos, pero estimé que habíamos caminado en total unos dieciseis kilómetros. Aun llegué a mandarle un mensaje a Andrea en el día de su cumpleaños. El miércoles suspendimos la gimnasia para dar tiempo a recuperarnos de la caminata. Alicia había cambiado de policlínica y tenía turno a la mañana para un chequeo en la nueva policlínica. La llevé hasta allá y la esperé para regresar. La doctora que le tocó le hizo hacer una serie de pruebas que dieron bien y también le sacaron sangre para controlar los valores de su tiroides. Después del desayuno del jueves llevé nuevamente el auto al taller ya que al parecer tenían tiempo ahora para controlar los frenos, aunque era poco optimista. Luego fuí hasta el departamento de Viktoria pues ella necesitaba colgar cosas que requerían hacer agujeros en las paredes de material. A la tarde fui a cortarme el pelo, que estaba ya extremadamente largo, y estando en el barrio pasé por casa de Graciela que necesitaba ayuda con una pérdida de agua del desagote de la pileta de uno de los baños. Quedó arreglado a medias pues continuaba goteando y era tan viejo que le sugerí reemplazarlo por uno nuevo. Alicia tuvo su segunda sesión con el dentista el día viernes, y por mi parte pasé por el taller a la hora del cierre retirando el auto sin que hubieran podido emcontrar ninguna falla. Eva había organizado una fiesta para festejar sus sesenta años en un muy lindo local alquilado en Limhamn, a orillas de las darsenas donde amarraban los barcos pesqueros. Estábamos invitados a la fiesta y fuimos hasta allá en bicicleta, encontrandonos con Matías en plena preparación de chorizos a la parrilla para los invitados. La propuesta de Eva era mucho baile con música en vivo a cargo de Juan Molinari y Allan. Hubo breve pausa a la hora de las tortas, una de ellas preparada por Ana María, y recién pasada la una de la mañana emprendimos el regreso al departamento. Los festejos continuaban el domingo, pues Roberto celebraba su cumpleaños en el salón del barrio de cabañas de Carlos y Mariche. Había reunido a los hijos con sus familias además de los amigos de siempre, y Carlos Mendez quedó a cargo de la parrilla. Como estaba fresco nos sentamos a comer la amplia oferta de platos adentro del local. Nosotros habíamos colaborado con dos tartas de hongos. A la hora de regresar comenzó una lluvia intermitente pero era esperado por lo que teníamos capas de lluvia.
Lunes 28 de agosto. Gabriel, el hijo de Manuela, nos sorprendió por la mañana con un llamado telefónico desde su alojamiento en Malmö. Había completado su periplo escandinavo y regresaba ese día a Uruguay. Nos ofrecimos a ir a buscarlo con el auto para facilitarle el transporte de su equipaje y además lo invitamos a almorzar con nosotros. Nos contó que le fue muy bien y que había hecho muchas amistades al quedarse en hostels. A la tarde lo dejamos en la estación del tren al aeropuerto de Copenhagen y buscamos a Nicolás a la salida de la escuela para que pasara un rato con nosotros. Era el día en que mi amigo Miguel cumplía 77 años y le mandé un mensaje de felicitaciones. Era la víspera de la partida de Elsa hacia Alemania aunque nos avisó que el vuelo desde Ezeiza tenía demoras. Johanna llamó a la mañana del martes proponiendo juntarnos en el mercado de Malmö a tomar algo y me encontré allí con ella a charlar un rato hasta que tuvo que ir de regreso a Höllviken a buscar las niñas de la escuela y la guardería. Ese día cumplía 9 años Camilo y logramos comunicarnos con el a la noche antes de que saliera con Agustín y mi nieto Mariano a un salón de fiestas. Previo a ello nos encontramos por la tarde con Hilian e Isabel para cenar con ellos en el restaurante de corte oriental Soho del centro. Eran platos diferentes a lo habitual y muy sabrosos. A una cuadra del restaurante había una conocida heladería donde pedimos sendos helados antes de volver caminando a casa con nuestros amigos donde los invitamos con te y café. Siguiendo las idas y vueltas del vuelo de Elsa pude deducir que el avión de Lufthansa a Buenos Aires se había retrasado más de doce horas por lo que el regreso a Frankfurt también sufría un gran atraso, saliendo finalmente a eso de las nueve de la noche. Graciela avisó al día siguiente que había conseguido un caño de desague nuevo y después de la gimnasia y el desayuno fui en bicicleta a montarlo, aunque vimos enseguida que en Bauhaus no le habían vendido uno que servía pese que había llevado el viejo. En auto fuimos a otro corralón y allí si compró uno que pudimos instalar en su baño. Pasé por el supermercado a hacer unas compras para la comida antes de volvera casa. A las tres y media de la tarde aterrizó Elsa en tierra alemana. Me tocaba el control de ojos el día jueves y salí bien parado pues el médico oculista no encontró nada irregular, citandome para un nuevo control dos años más adelante. Pasé también por el departamento de una señora que le había vendido un canasto para picnic que había comprado Johanna. Ella vino a buscarlo al día siguiente, mientras Alicia iba a una cita con el dentista. A la noche teníamos la reunión anual para comer cangrejos, que esta vez se hizo en el salón del consorcio de Graciela. Fuimos para allá en bicicleta, llevando además de los cangrejos una tarta de brocoli hecha por Alicia. El 2 de septiembre cumplía tres años Vida y sus padres habían conseguido un muy lindo local en el consorcio de una pareja amiga. A media mañana llevé a Viktoria al local con el auto para transportar todo lo necesario para la fiesta. Allí acomodamos mesas y sillas y luego regresé a la casa. A media tarde comenzó la fiesta y Johanna tuvo un gran éxito como animadora haciendo un duo con Juan Molinari como músico. Finalizada la fiesta ayudé a limpiar el lugar además de cargar en el auto lo que tenía que volver al departamento de Viktoria. Matías cumplía 41 años al día siguiente y se cruzaba con el festejo de Mariche por lo que comenzamos el día yendo un rato a la cabaña de Magela para seguir luego a la de Mariche donde estaba en marcha el asado. Nos retiramos temprano para ir al patio del departamento de Matías donde su fiesta estaba en marcha, con chorizos en la parrilla.
Lunes 4 de septiembre. En una visita anterior habíamos acordado con Mirta y Per que haríamos una excursión en Dinamarca y el lunes 4 era el día en que se iba a concretar. Por la mañana fuimos en bicicleta al Triángulo y desde allí continuamos en tren hasta la estación Örestad donde nos encontramos con nuestros amigos. Con su auto partimos hacia el sur para llegar a una pintoresca zona acantilada de caliza blanca de la costa con el nombre de Rödvig Stevns, a unos 60 km de Copenhagen. Lo interesante de este acantilado era que se podía observar claramente el límite K/T como evidencia del impacto del meteorito 66 millones de años atrás, causante de la extinción de los dinosaurios. Había un museo al respecto, pero por ser lunes estaba cerrado. Mirta había preparado sandwiches para el picnic, que hicimos en un antiguo galpón abandonado de la época en que el lugar había sido una cantera. Regresando hacia Copenhagen nos propusieron visitar la catedral de Roskilde y para allá fuimos. Además de ser una imponente construcción, fue muy interesante visitar el interior del templo, en el que había varias capillas con sarcófagos conteniendo los restos de la realeza danesa desde tiempos antiguos. Fue una amena lección de historia de Dinamarca. Antes de regresar a Malmö fuimos al departamento de nuestros amigos donde nos ofrecieron una rica cena para alcanzarnos luego en auto hasta la estación del tren cuando ya había caido la noche. El martes tuvo que concurrir Alicia nuevamente al dentista y después participó de una charla sobre osteoporosis, mientras que el miércoles vimos por internet otra charla, esta vez sobre el interesante tema de la Cabalá por habernos dado el dato Mirta siendo ella experta en el tema. Alicia había estado con Nicolás ese día, dejandolo en la cancha de futbol donde entrenaba y el jueves le tocó buscar a Elisa para pasear por el centro. La visita de Elsa a los parientes de Alemania llegaba a su fin y el viernes 8 volaba de Frankfurt a Copenhagen. Mientras Alicia la esperaba en la casa yo dejé el auto en la estación del Triángulo y tomé el tren al aeropuerto de Copenhagen. Tarde me dí cuenta que su vuelo tenía una hora de retraso, pero aproveché para hacer mis lecciones diarias de Duolingo. Mi hermana apareció transportada en una silla de ruedas, aunque se levantó sin problemas de ella pues podía caminar bien y sin dolores aun sin usar su bastón. En cuanto llegamos al departamento nos sentamos a comer la tarta preparada por Alicia rematando con helado, que era un postre favorito de Elsa. Hablamos también con Karin viendo a Ines dormida y Laia charlatana como siempre. En plan de paseos salimos el sábado con el auto a un lugar recomendado por Johanna que era el vivero de Tirup con cafetería, donde además de recorrer el lugar hicimos un almuerzo liviano. De regreso en Malmö fuimos a pasear al parque del museo y para la cena compartimos una pasta con pesto. Se había armado una reunión de la barra latina para despedir a Carlos y Mariche de la que participamos con la asistencia de Elsa también. Johanna nos había invitado a almorzar el domingo y siendo un día soleado y cálido nos sentamos a comer en su ámplio patio.
Lunes 11 de septiembre. Día en que Francisco cumplía 30 años. Continuaba el buen tiempo y lo aprovechamos partiendo después de la gimnasia hacia el antiguo convento de Bosjö. Habíamos invitado a Ana María a unirse al paseo y recorrimos el museo y el hermoso parque además de comer algo en la confitería, aunque yo estaba con problemas estomacales y me contenté con un helado. De regreso en la casa vino Viktoria con Vida a saludarnos. El artes fue un día de mucho trajín, comenzando con la entrega del auto al nuevo taller mecánico para controlar los ruidos extraños. Por suerte disponía el mecánico de una bicicleta para prestarme. Mientras tanto iba Alicia a su nueva policlínica a dejar sangre. Al mediodía me llamó el mecánico para avisarme que había detectado la falla en los frenos traseros y la había solucionado, de modo que partí a buscar el auto. Cuando llegué al taller lo encontré cerrado y opté por ir en bicicleta al supermercado Lucu Food a buscar salmón, que encontré muy económico. Regresé al taller, que esta vez estaba abierto, y saqué el auto. Quedamos en que volvería con el auto el 27 del mes para cambiar los discos de freno delanteros, que según el mecánico estaban muy oxidados y además desalineados. Con Elsa fuimos luego en el auto hasta la guardería de Vida donde nos encontramos con ella y Matías en el momento en que la estaba retirando. Caminamos al café del parque, Vida yendo en monopatín, e hicos una merienda allí. Aun quedaba un evento más, que era un mercado de ropa usada que vendían al peso y al que ALicia se había anotado para concurrir con Elsa. Las llevé con el auto y más tarde las fui a buscar también. KF partía de viaje el jueves y como despedida de Elsa lo invitamos a almorzar con Johanna el día miércoles. Les ofrecimos salmón al horno que fue muy apreciado por todos. Hilian e Isabel nos habían invitado a cenar y para allá fuimos caminando con un lindo atardecer. Después de esa velada con ellos regresamos también a pie a casa. Elsa quería hacer algunas compras puntuales y como ya se acercaba rápidamente el día de su partida la llevé en el auto al shopping Emporia donde consiguió casi todo lo que necesitaba en ese laberinto de tiendas. De allí continuamos a Ikea pues habíamos quedado en encontrarnos con Johanna, quien necesitaba hacer algunas compras. Además de la recorrida por Ikea almorzamos en el restaurante antes de separarnos en lo que sería la despedida de Johanna también. Se había organizado una reunión en la cabaña de Teresa y Neri para comer pizzas a la parrilla y en su horno de leña, y Alicia había preparado sus propias pizzas que llevamos en el auto. Comimos muy bien y en abundancia, terminando adentro de la cabaña cuando ya refrescaba bastante y allí compartimos un rico crumble de manzanas. Matías había propuesto una reunión de empanadas para el viernes en su departamento, y nosotros llevamos las nuestras también. Comenzamos con una picada, cerrando con helado como postre. El sabado amaneció muy lindo y fue nuevamente un día de mucha actividad y esta vez el invitado fue Lucho. Había reservado mesa para un desayuno buffet en Vismarlöv, y luego seguimos hasta Genarp para visitar el mercado de pulgas del lugar. En el regreso pasamos por el castillo de Torup recorriendo el parque y haciendo una merienda en el antiguo establo. Lucho quiso retribuir invitando a cenar el domingo, y previo a eso nos encontramos antes de mediodía con Gerd en el café del parque para que Elsa pudiera saludarla. Luego teníamos que encontrarnos con Carlos y Elena en el museo de arte contemporáneo y más tarde seguimos hasta Katrinetorp pues ese día se hacía la fiesta de la cosecha, con danzas típicas además de varios puestos de comida variada. Yendo ya hacia la cena de Lucho pasamos por el departamento de Viktoria para que Elsa se despidiera, y en casa de Lucho comimos una sopa de zapallo muy rica y bastante picante. Su amiga Patricia participó también.
Lunes 18 de septiembre. Era el dia del regreso de Elsa a Bariloche, y a media mañana quedó todo listo para la partida. Habíamos decidido ir al aeropuerto en tren, por lo que cargamos el equipaje en el auto para dejarlo estacionado en las cercanías de la estación del triángulo. Como llegamos con mucha anticipación al aeropuerto de Copenhagen encontramos el mostrador de Lufthansa sin colas y rápidamente hicimos los trámites de embarco además de coordinar la asistencia para Elsa. Tuvimos que esperar un rato en el sector de asistencia de Falck y cuando llegaron con la silla de ruedas fue el momento de despedirme de mi hermana, quien desapareció por un ascensor. Ya en casa reorganizamos el dormitorio que había ocupado Elsa durante su estadía. Para facilitarnos las cosas trajo Alicia un pollo hecho para la cena. Había quedado comprometido para buscar a Vida el martes a la tarde y fui a su guardería en bicicleta confiando en que no se cristalizara la amenaza de lluvia. De todos modos era un día desapacible y decidí volver con Vida a casa para que jugara adentro. Cuando vino Viktoria a buscarla después de su trabajo compartimos una sopa que había preparado Alicia. Ella había ido a buscar a Elisa a la escuela y regresó más tarde. Me comuniqué con Andrea cuando supuse que Esla estaría llegando a Bariloche y efectivamente me confirmó que estaban esperandola y luego mandó una foto de mi hermana con Cacho en el aeropuerto. Estábamos necesitando reponer provisiones en la casa y después de la gimnasia del miércoles pasamos por ICA y Lidl con el auto a hacer las compras. El regalo de cumpleaños que me habían hecho Viktoria y Johanna con sus familias eran entradas a un evento musical en la sala de conciertos de Malnö Live para el día 21. Como estaba fresco pero despejado, nos abrigamos y fuimos para allá en bicicleta. Era un interesante programa musical dividido en tres partes que comenzó con un compositor contemporáneo polaco llamado Wojciech Kilar, continuó con Astor Piazzola con sus Cuatro Estaciones en Buenos Aires y culminó con la tercera sinfonía de Felix Mendelssohn Bartholdy. Fue un excelente regalo de cumpleaños. Alicia había invitado el viernes a cenar a Magela y sus nietos y preparó un pote asturiano muy sabroso. Comenzamos con una picada sencilla que había traido Magela y cerramos con helado y bayas. Nos decidimos finalmente por hacer el sábado el dulce de membrillo con la fruta que habíamos cosechado. Teníamos otra actividad ese día pues Alicia se había contactado con una amiga chilena que se llamaba Teresa de la época en que vivía en Växjö y nos había invitado a cenar. Nuevamente fuimos en bicicleta hasta su departamento en el barrio de Limhamn y allá nos encontramos con Teresa y su marido Manuel. Fue una muy linda velada con ellos, recordando por supuesto el pasado común, mientras saboreabamos un muy rico rissoto con camarones además de una tarta de ananás con helado como postre. Regresamos bien tarde a casa, con la promesa de que vendrían a cenar con nosotros en noviembre a su regreso de España donde tenían un departamento. El domingo nos tentó el buen tiempo y salimos a dar una vuelta en auto yendo al cercano parque de la facultad de agronomía a caminar. Más tarde pasamos por la cabaña de Magela donde habían ido para quitar la cantidad de manzanas caidas además de cosechar uvas blancas y rojas para hacer jugo.
Lunes 25 de septiembre. Celebrábamos nuestro segundo aniversario de casamiento pero habíamos decidido salir a celebrar el día siguiente. Nos habíamos comprometido también con Johanna a atender a las nietas el lunes a la noche mientras ella iba a su curso de teatro pues KF estaba de viaje con una actividad desconocida en Småland. Comenzamos el día temprano con nuestra gimnasia y luego llevé al auto al lavadero además de retirar de una juguetería el regalo para Sigrid en su cercano cumpleaños. A Höllviken llegamos a tiempo para una cena temprana con Johanna y las niñas. Johanna tomó prestado nuestro auto ya que KF tenía el de ellos y nosotros entretuvimos un rato a mis nietas antes de prepararlas para la cama. Ingrid y Sigrid se durmieron mientras que Ellen quiso esperar a su madre, que regresó poco después de las nueve. En nuestro edificio y después de varios reclamos, se ocupó finalmente el consorcio de los inquietantes ruidos del ascensor de nuestra escalera y quedó reparado. El restaurante que habíamos elegido para la cena del martes era Brogatan, donde en otras épocas había trabajado nuestro amigo Carlos Mendez. La experiencia fue buena pues los platos que elegimos, Alicia carne y yo pescado, resultaron muy sabrosos. Los postres nos gustaron también. Teníamos un espacio de tiempo antes de la presentación del conjunto chileno Inti-Illimani Histórico en la sala de conciertos y llegamos allí con amplio margen. De lo que no nos habíamos percatado era que la sala tenía limitada cantidad de asientos, y como se había hecho presente cuanto chileno había por la zona no quedaba ya un solo lugar libre. Por suerte valió nuestra condición de personas mayores y nos cedieron butacas. La actuación del conjunto fue muy buena y la audiencia no dejó de manifestar su entusiasmo durante las dos horas que duró el concierto. Para terminar de reparar el auto lo llevé el miércoles al mediodía al mecánico y regresé a casa con la bicicleta prestada. Antes de las seis de la tarde quedó listo, con discos de frenos delanteros y pastillas nuevas, y fui a retirarlo. No tardé en notar el cambio, pues los frenos quedaron funcionando a la perfección. Alicia buscó el jueves a Nicolás en la escuela y vinieron al departamento en bicicleta. Más tarde metí la bicicleta de Nicolás en el auto y lo llevamos de regreso a su casa. Como el día siguiente era el 29 preparamos ñoquis para la cena. A las tres de la tarde pasé a buscar a Vida a la guardería con la bicicleta y la traje a casa a la espera de Viktoria. Les propusimos quedarse a cenar con nosotros antes de irse y comimos los ñoquis con opción de salsa de tomates o pesto. Para el sábado tenía previsto un ensopado de garbanzos con el que invitamos a Lucho y Patricia. Por la mañana fuimos a la carnicería Carnex a buscar carne y chorizos, y estando frente a un mercado de pulgas entramos a curiosear. Era un enorme galpón atiborrado de cosas usadas en forma sumamente desordenada. Yo quería hacer una pasta frola para aprovechar la cantidad de dulce de membrillo que teníamos y llegué a prepararla antes de que llegaran los invitados. La cacerola de Alicia tuvo mucho éxito y mi pasta frola tuvo aceptación también. De ambos sobró suficiente para el domingo. Ese día dimos una vuelta por el centro pues había una feria artesanal en la plaza y allí nos encontramos con Magela, Leo y los niños. Ellos iban a ir a su cabaña por la tarde y nosotros fuimos también con el auto. Los ayudamos un poco en el jardín y además cosechamos las últimas uvas blancas y algunas manzanas.
Lunes 02 de octubre. Después de la gimnasia fuí con el auto a Höllviken pues le había prometido ayuda a Johanna para colgar cortinas en la ventana de la cocina. Terminamos rápidamente el trabajo y quedaron muy bien, dandole más calidez a la enorme cocina comedor de su casa. AL regreso me puse a hacer jugo con las uvas que había cosechado utilizando la procesadora y un colador. Pude llenar exactamente una botella de litro y medio de jugo. Como había sobrado bastante masa de ñoquis repetimos el lunes el menú del viernes. El cumpleaños de Carlos y de Graciela era el 4 de octubre e invitaron a reunirnos en la pizzeria de su barrio. El día se presentaba frio y lluvioso por lo que fuimos a buscar a Nicolás a la escuela con el auto. Lo trajimos a jugar a casa y luego lo dejamos en la cancha donde practicaba futbol. Para ir a la reunión a la noche elegimos las bicicletas, abrigándonos de acuerdo a las circunstancias. Por estar de viaje faltaron varios a la cena, a la que Graciela había llevado una torta de manzanas. Había acordado con Viktoria que buscaría a Vida el jueves a la tarde, mientras Alicia se encontraba con Elisa después de la escuela para ir con ella a ver la película "Barbie". Yendo en bicicleta a la guardería tuve que hacer una frenada brusca en una calle en construcción y me caí en la patinada raspándome la mano izquierda. Por suerte no pasó a mayores, aunque el pulgar llevó la peor parte y me quedó un poco inflamado. Ya que Viktoria tenía que venir a retirar a Vida las invitamos a comer falafel y Matías se anotó también para la cena. El viernes temprano hice mi gimnasia con cuidado de no perjudicar mi dedo pulgar averiado. El cumpleaños numero 6 de Sigrid era el 10 de octubre pero la celebración para la familia fue el sábado 7. A la mañana se ocupó Alicia de sus nietos, acompañando a Elisa a su lección de danza. Yo me encontré con ellos en el centro después de la danza y almorzamos hamburguesas antes de regresar a casa. Gerd nos pidió que la lleváramos a Höllviken pues no se sentía en condiciones de manejar tan lejos, y después de dejar a los niños en la cabaña de sus padres partimos hacia allá. Viktoria fue en ómnibus con Vida mientras que Matías trabajaba. Fue una fiesta muy linda y bulliciosa, con piñata y todo. Viktoria y Vida regresaron con nosotros en el auto, con Vida quedándose dormida a los pocos minutos. Mayarí pasó a saludarnos el domingo y Alicia salió con ella para visitar una exposición de artesanías en el centro. Yo preparé una tarta que Alicia rellenó con restos de pollo a su regreso.
Lunes 09 de octubre. Comenzando con los preparativos para la cena del día siguiente con Hilian e Isabel, después de la gimnasia fuimos a la carnicería Carnex a buscar carne y chorizos. Teníamos también un turno de lavado después del mediodía y entremedio completamos las compras en el Lidl. Alicia hizo dulce de membrillo con las últimas frutas que nos quedaban y usó ese dulce el martes para hacer una pasta frola. El plato principal fue un guiso con habas, muy adecuado para el clima otoñal que se había instalado en nuestro hemisferio. Una señal inequívoca era que desde hacia unos días estaba en marcha la calefacción central del edificio. Debido al mal tiempo, llevé a Alicia con el auto a buscar a Nicolás en la escuela trayendolo a casa. Del mismo modo lo dejamos en la cancha a la hora en que comenzaba su entrenamiento de futbol. A media tarde recibimos un aviso de Agustín informándonos que había comenzado el trabajo de parto de Coti y más tarde nos dijo que sería por cesárea al no dilatar suficiente y teniendo en cuenta que el cordón umbilical se había enredado. Josefina nació sin complicaciones a las 12.46, hora argentina, y llegamos a ver una hermosa fotografía de la niña. Johanna pasó por casa al mediodía del jueves y no le pudimos ofrecer nada de comer pues el día anterior había tenido una cirujía bucal para extraer una muela de juicio que le estaba complicando la vida, y aun ingería exclusivamente líquidos. Cuando ella partió de regreso salió Alicia a buscar a Elisa y yo a buscar a Vida. Vida acostumbraba entretenerse sola de modo que la dejé jugando con nuestros juguetes y me puse a hacer un risotto con pollo y leche de coco que comimos cuando Alicia regresó con Elisa y Viktoria vino a buscar a mi nieta. Como siempre estaba Matías en su trabajo. La lluvia y el viento nos hicieron quedarnos en casa el viernes. Nos enteramos que Le habían dado la alta a Coti asi que Josefina había llegado a su casa. El fuerte viento continuó todo el fin de semana y el sábado salimos de compras con el auto. Además hizo Alicia una segunda pasta flora ya que teníamos una abundancia de dulce de membrillo casero. Al día siguiente, día de la madre en Argentina, invitamos a Lucho a unirse con nosotros para hacer un paseo y fuimos hasta el cercano castillo de Torup. Nos llevamos una sorpresa pues no estábamos informados que el fin de semana había un festival en el castillo y su parque con actividades para niños, visitas guiadas, música y kioscos de comida. Lo llamaban el festival de los nogales, aunque era solo una parte de las festividades. Comimos unos muy sabrosos sandwiches estilo italiano y antes del regreso caminamos hasta el cercano museo de los empleados de la nobleza pero sin recorrerlo pues ya estaba cerrando. Vimos que tenía una muy linda cafetería para tener en cuenta en alguna excursión futura. Luego se quedó Lucho un rato en nuestro departamento pues lo invitamos con café y pasta frola.
Lunes 16 de octubre. Se acercaba el día del cumpleaños de KF y por lo tanto había que sacar a la luz la ropa bávara que habíamos utilizado el año anterior. Habíamos comprado un pantalón en una feria de pulgas que Alicia había convertido en pantalones cortos, Además hizo algunos arreglos adicionales. Como Vida acusaba dolor de oidos no había ido a la guardería el martes y la cuidé un rato en su casa mientras sus padres estaban ausentes, en tanto que Alicia iba a ver a sus nietos. Una amiga de Alicia había pasado por Malmö pernoctando una noche en un hotel y el miércoles por la mañana la pasamos a buscar con el auto para llevarla con su equipaje a la estación, pues continuaba viaje a Kalmar. Luego nos trasladamos a Svågertorp a hacer compras. Alicia pasó más tarde a ver a Magela mientras que yo compraba vino. Tuvimos en el sur y centro de Suecia un temporal muy fuerte con vientos que por momentos eran huracanados. Habíamos invitado a Johanna y familia a una cena temprana el sábado y como Alicia quería hacer un guiso asturiano fuimos el viernes a la carnicería Carnex. También pasamos por Lidl para completar con las verduras necesarias. Matías tenía un compromiso así que no participó de la comida pero Viktoria y Vida vinieron también a compartir la cena. El domingo reunimos en casa a Magela con su familia además de Mayarí y Marcos para un almuerzo que consistió de pollo al horno. Marcos había venido de Estocolmo y se quedaba hasta el martes, mientras que nosotros ibamos a partir para Gotemburgo el lunes.
Lunes 23 de octubre. Hicimos nuestra gimnasia como siempre antes de empacar y cargar el auto para partir a la una de la tarde. Nuestros amigos Sonia y Ricardo nos habían invitado a visitarlos y conocer su nuevo departamento en Gotemburgo después de haberse mudado de Alvesta. Con tiempo lluvioso hicimos el trayecto sin problemas y cuando llegamos nos abrieron la puerta del garage donde habían reservado un lugar para nuestro auto. El edificio en el que vivían se había construido adaptado para mayores y de hecho solo podían comprar departamentos personas de más de 55 años. Nuestros amigos habían tenido una casa muy grande en Alvesta y este departamento era de dos ambientes solamente pero se veía muy amplio y además contaba con un gigantesco balcón vidriado. Nos estaban esperando con la comida y después de los postres llevamos nuestras cosas al departemnto para huéspedes que también habían reservado para nosotros. Luego hubo una muy larga sobremesa poniéndonos al día con las mutuas noticias. El martes amaneció gris y ventoso, pero igual decidimos salir después del desayuno en ómnibus y tranvia comenzando con una visita al jardín botánico. Luego nos trasladamos al centro para caminar por el pintoresco barrio Haga terminando en una cafetería. Habíamos llevado una tarta de pollo y hongos preparada por Alicia que fue la cena del día. Nos quedamos una noche más con ellos y después del desayuno del miércoles limpiamos el departamento, empacamos y partimos hacia Åryd donde nos esperaba Ana María en la casa de Matías e Ida. Continuaba el tiempo lluvioso, ventoo y frío. Además de compartir con ellos el clásico guiso de otoño, preparado por Matías, festejamos sus veinte años de convivencia. Siendo solo nosotros y Ana María nos pudimos instalar en la casa de ellos para el pernocte de esa noche. Al día siguiente alcanzamos a ver a Ida antes de que se fuera a trabajar y con Matías compartimos un largo desayuno antes de la partida de regreso a Malmö. Dado que la casa matriz de Ikea se encontraba sobre la ruta paramos allí para almorzar y hacer algunas compras. A pesar de estar aun en el mes de octubre habían desplegado ya el mercado de artículos navideños. Después de dejar a Ana María en su departamento fuimos directamente a la casa de Hilian e Isabel pues ellos necesitaban nuestras firmas como testigos en poderes que dejaban a sus hijos, y estaban a dos días de partir a Uruguay. Me había comprometido a ir al departamento de Viktoria el viernes temprano ya que iba a venir una firma a reemplazar la baranda del balcón. A media mañana hicieron el trabajo y regresé a casa pasando por alto la gimanasia de ese día. A la tarde tenía turno para colocar las cubiertas de invierno que estaban guardadas en una gomería pero antes de cambiarlas notamos que eran del año 2005 y que estaban deterioradas por lo que no tuve más remedio que comprar cubiertas nuevas. De todos modos era una ventaja liquidar las viejas, que tenían clavos. La mala noticia era que las de verano estaban también gastadas, pero ese cambio se haría en la primavera del año siguiente. Los nietos de Alicia se quedaron a dormir en nuestra casa pues su padre cumplía años y salían a la noche a celebrarlo. Los niños se acostaron bien tarde ya que Elisa tenía una fiesta de cumpleaños y la fuimos a buscar cerca de las diez de la noche de modo que al día siguiente durmieron hasta tarde. Después de llevar a Elisa a su clase de danza el día sábado los llevamos hasta el vivero de Vellinge donde siempre organizaban eventos sobre diferentes temas, en este caso la celebración de Halloween que hacía tiempo había sido entusiastamente adoptado por la sociedad sueca. Había un mundo de gente en el lugar pero a los niños les resultó divertido. El domingo se hizo el habitual retraso del reloj pasando al horario de invierno, por lo que la diferencia horaria con el Rio de la Plata era ahora d3 cuatro horas. Viktoria nos había invitado a un excelente brunch en su departamento, y fuimos caminando hasta allá bajo la lluvia. Más tarde mejoró el tiempo e hicimos una escapada en auto hasta la cabaña de Magela donde habían ido ellos para drenar el agua de las cañerías como era exigido para evitar congelamientos.
Lunes 30 de octubre. Comenzamos el día con la gimnasia habitual. Alicia no se sentía bien del estómago de modo que se puso a dieta mientras yo terminaba la pizza de la cena del día anterior. Para el martes compré calabaza e hice una sopa para compartir con Viktoria y Vida pues ese día buscaba a mi nieta en el preescolar. Estábamos sufriendo los efectos de un fuerte temporal, no obstante lo cual fuí en bicicleta bien vestido con ropa de lluvia y zapatillas impermeables. Había sacado turno para el jueves 2 para la revisión técnica del auto, y por las dudas fuimos el día anterior a Svågertorp a comprar limpiaparabrisas nuevos en Biltema. También compré un cable coaxial para conectar al televisor pues el consorcio había cancelado el contrato de televisión por internet y vuelto al sistema anterior por cable. Ya estaban disponibles las nuevas vacunas Covid y reservamos sendos turnos para vacunarnos el domingo. El jueves por la mañana buscamos a los nietos de Alicia pues después del almuerzo ella quería llevarlos a una actividad para niños, quienes estaban libres de la escuela al ser la semana de vacaciones de otoño. La revisión técnica del auto fue exitosa pues no se detectó ninguna falla, y al regreso llegué justo para llevar a Alicia y los niños a la actividad. Más tarde los pasé a buscar y luego de una merienda los llevamos de vuelta a su casa. El domingo cumplía años Ana María y decidimos regalarle una orden de compra, que adquirimos el viernes cuando salimos de compras. Más tarde fue Alicia a la peluquería del barrio, lo que me hizo acordar a mi que también necesitaba un corte de cabello. Le habíamos comprado entradas a Matis para el espetáculo de chamamé del sábado, al que terminé yendo solo pues Alicia estaba con mucha tos. Ana María asistió también y al final de la presentación comimos una torta acompañada de vino espumante como festejo anticipado de su cumpleaños con el grupo de amigos que estábamos allí. Dado que se había iniciado la campaña de vacunación Covid para mayores, fui el domingo a la clínica privada Macc cercana donde nos habíamos anotado. Había perdido ya la cuenta del número de dosis que ya tenía dadas. Alicia no fue por sentirse un poco engripada. Podian aplicarme también la vacuna contra la gripe pero querían cobrar por lo que me negué.
Lunes 6 de noviembre. Johanna pasó a visitarnos el lunes por la mañana, y al mediodía teníamos turno de lavado. Alicia seguía con su tos persistente pero no obstante eso el martes a la noche fuimos a casa de Magela pues nos habíamos comprometido a cuidar a los niños mientras ella iba a ver una película con Leo. Ese día al mediodía fuí a mi policlínica donde me di la vacuna contra la gripe, sin costo alguno. Magela había preparado una buena sopa para la cena que comimos antes de que se fueran al cine. El clima era bastante adverso y aparte de la gimnasia en el sótano el día miércoles no salí de casa. Alicia continuaba además bastante resfriada. Al día siguiente fuí a buscar a Vida a la guardería, como siempre a las tres de la tarde y en bicicleta. Alicia iba a pasar el fin de semana con Marcos en Estocolmo y minutos después del mediodía del viernes la llevé con el auto hasta la estación central. Aproveché luego para hacer la limpieza pirolítica del horno, que quedó como nuevo. Johanna y Viktoria vinieron a merendar al día siguiente con una constelación reducida de nietas pues solo estuvieron Ingrid y Vida. Era el día en que cumplia años mi sobrina Laura. Quedé con las chicas en que el domingo por la mañana saldríamos de excursión a Torup. Mientras que KF estaba de campamento de boyscouts con Ellen y Sigrid pasaba el fin de semana con sus abuelos paternos, Johanna se quedó a dormir en el departamento de Viktoria y desde allí partimos con los dos autos hacia Torup para hacer una caminata por el bosque. Terminamos en el museo de los empleados donde tenían un bonito salón comedor y aprovechamos para almorzar alli. Al regreso pasamos por el supermercado a buscar suchi para la cena. Johanna no participó pues tuvo que buscar a KF y Ellen yendo luego a la cancha donde MFF se consagró campeón de futbol del año.
Lunes 13 de novimebre. Ese día regresó Alicia de Estocolmo junto con Marcos, quien iba a pasar la semana en Malmo. Hacia tiempo habíamos invitado a los amigos Teresa y Manuel a cenar con nosotros el día martes y pasamos una muy linda velada con ellos. A Vida la busqué el miércoles en la guardería y cuando pasó Viktoria a buscarla le propusimos quedarse a cenar, esta vez con la participación de Lucho también. El control de ventilación previsto para el jueves fue bastante temprano y con pasmosa rapidez comprobó el técnico que no había problemas en el departamento. Alicia se dió una nueva vacuna Covid y con un día de lluvia torrencial hicimos también una ronda de compras con el auto. El 17 cumplía años Magela e invitaba a una picada en su casa. Alicia compró una rica torta que llevamos a la reunión para la tradicional soplada de velitas. Habíamos prometido hacernos cargo de Elisa y Nicolás el día sábado para que sus padres y Marcos fueran a un concierto en Copenhagen y los dejaron en casa a la tarde. Ese día cumplíamos nueve años de convivencia aunque suspendimos el festejo. El plan era que el domingo, día del cumpleaños de Marcos, vinieran a comer con nosotros por la tarde. El desayuno fue con los niños además de Viktoria y Vida.
Lunes 20 de noviembre. Entramos en la semana del viaje a Argentina y fue mi última sesión de gimnasia. Johanna vino por la tarde con las niñas a merendar y despedirse. También pasó Mayari a saludar mientras hacíamos un lavado de ropa. El martes fue día de armado de valijas además de despedidas. Viktoria vino a buscar el auto para llevarlo al garage contiguo a su departamento que habíamos contratado durante nuestra ausencia. Magela vino con Leo y los niños a dejar un reel de pesca destinado a su padre y a despedirse.