24 de Abril 2019
El cruce de Toronto a Munich demoró 8 horas, mayormente de noche y a las siete de la mañana llegamos al pulcro aeropuerto donde la espera no fue tan larga, solo dos horas, antes de continuar con el tramo final a Copenhagen. Noté durante el vuelo una atmósfera poco clara, con una tenue neblina, y luego me enteré que se debía a una tormenta de arena de días anteriores en el Sahara que había diseminado microscópicas partículas por el norte de Europa. Copenhagen nos recibió con un dia cálido aun cuando la espera del tren bajo tierra fuera como siempre una heladera, y ya en la estación del Triángulo en Malmö tomamos un taxi hasta el departamento. Nos esperaba Viktoria, quien se quedaría en Malmö hasta el viernes 3 de mayo. A Johanna le sugerimos no encontrarnos hasta que estuviéramos mejor, para evitar contagios. Como Viktoria había conseguido alquilar un departamento en Malmö, había reiniciado el trámite de solicitud de residencia para Matías y además estaba en pleno rejunte de equipamiento para amoblarlo. Nosotros le dimos una mano revisando las cajas del ático, donde habíamos guardado bastantes utesilios de cocina que nos sobraban, y algunas cosas le resultaron útiles. Mientras Alicia iba por primera vez el domingo a ver a sus nietitos, yo hice una escapada hasta la casa de Johanna para encontrarme con ellos, manteniendo una prudente distancia para evitar contagios. KF estaba de viaje y Viktoria pasaba unos días en la casa de ellos acompañando a Johanna para volver el lunes con nosotros.
Lunes 29 de abril. Viktoria estuvo muy ocupada organizando lo que pensaba llevar a su nuevo departamento ya que al día siguiente le entregaban las llaves. Yo la acompañé para conocerlo y ver además qué arreglos menores había que hacerle, que no eran muchos. El miércoles primero de mayo a las nueve de la mañana acoplamos en la estación de servicio un carro alquilado al gancho del auto de KF y fuimos a buscar dos camas usadas, agregando luego sofá, sillas y varias cajas que llevamos al departamento. Luego me uní a Alicia en el parque donde se juntaba tradicionalmente la gente del partido de izquierda y donde nunca faltaba la asociación Viktor Jara vendiendo choripanes. Era un día gris y frio asi que volvimos prontamente al departamento a calentarnos. Más tarde estábamos invitados a una reunión en casa de los consuegros de Alicia para comer carbonada. Fue una linda reunión donde compartimos con ellos y otros latinos las experiencias cubanas. A falta de auto nos movíamos ahora en bicicleta, y al día siguiente volví a acompañar a Viktoria a su departamento para terminar de tapar agujeros, montar lámparas y colgar cuadros. Alicia vino también a conocerlo, y quedó muy bien arreglado, listo para ser habitado.
Los tulipanes del parqueA la noche nos juntamos para una cena de despedida en casa de Johanna, quien hizo pasta con una salsa de hongos exquisita. Así llegamos al viernes, que era el día de la partida de Viktoria. Almorzamos los tres en casa y por la tarde pasó la madre a buscarla para llevarla a la estación de tren. Viktoria viajaba con Lufthansa para llegar a Buenos Aires el sábado a las siete de la mañana. A la noche nos avisó desde Frankfurt que no había tenido inconvenientes en abordar el vuelo a Buenos Aires a pesar de disponer de apenas hora y media. El sábado por la mañana nos comunicó de su temprana llegada a Ezeiza y que tomaba un taxi por haberse quedado dormido Matias. Nosotros habíamos prometido tener a los nietos de Alicia del sábado al domingo y los trajeron a la hora de la merienda. A pesar del frio abrigamos bien a los niños y salimos un rato al parque frente al departamento. Ambos durmieron bien esa noche compartiendo la cama doble del dormitorio extra. Fue una noche excepcionalmente fría, con una mínima de alrededor de 5 grados, pero a la mañana del domingo llevamos nuevamente a los niños a jugar al parque. A la tarde dimos Alicia y yo una vuelta por el parque, donde los tulipanes que había plantado la comuna estaban en plena floración.
Lunes 6 de mayo. Yo había sacado un turno en la óptica para hacerme anteojos nuevos ya que veia cada vez peor con los que tenía y después de pasar por todos los aparatos, controles y mediciones quedaron encargados para retirar el viernes 17. Concretamos ese día también las reservas de vuelos y hotel para visitar la ciudad de Praga, algo que veníamos planeando desde hacia tiempo.
Paseando por el parqueEl viaje que compramos era del 3 al 7 de junio, volando con la compania checa y alojándonos en el hotel Roma recomendado por nuestro amigo Lucho. Ahora faltaba solo que nos tocara buen tiempo, lo que por ahora seguía estando ausente de Malmö. Durante la semana hice un par de visitas al departamento de Viktoria y finalmente quedó colgado a la pared y conectado el televisor. Lucho pasó por el departamento a dejar la bicicleta que le habíamos prestado y lo invitamos a que viniera a cenar el viernes junto con Ines, recién llegada de Uruguay. Alicia preparó una muy rica comida en base a lomo de cerdo y verduras al horno. Los invitados nos pasaron extensa información adicional sobre la ciudad de Praga, que conocían muy bien, y nos dejaron un mapa para comenzar a orientarnos. El sábado hicimos matiné de cine pues fuimos al cine Panora a las cuatro de la tarde a ver la muy buena película danesa Den Skyldige (El Culpable). Karin ya la había visto en Buenos Aires con Mariano. Siendo tan temprano tuvimos tiempo para hacer luego la caminata habitual por el parque, ya que la cena estaba lista al haber sobrado suficiente de la noche anterior, y el domingo comimos en casa de Magela y Leo donde estábamos invitados.
Lunes 13 de mayo. Comenzó una semana fría aun pero con sol, por lo que pudimos hacer diariamente la caminata del parque. Como nos ibamos a hacer cargo de Ellen y Sigrid el fin de semana del 24, el martes por la tarde me encontré con Johanna en la guardería de las niñas para familiarizarme con el personal, las instalaciones y las rutinas. Habíamos propuesto a Johanna que viniera a casa con mis nietas y asi lo hicimos. De paso probé el triciclo con ayuda eléctrica que usaban para transportar las niñas y lo manejé hasta nuestra casa. Hicimos una temprana cena sin la presencia de KF quien tenía su propia cena en el trabajo.
Pildamsparken al atardecerEl miércoles cumplimos con nuestro deber ciudadano votando - anticipadamente - en las elecciones para representantes en la unión europea. Había un local cerca de casa donde no hubo que hacer cola alguna, por lo que fue un trámite muy veloz. A la tardecita planeamos ir al cine Panora a ver una película, pero al llegar nos percatamos que me habia equivocado quince minutos en el horario y ya había comenzado la función. Compramos entradas para verla el domingo, y regresamos con la cola entre las piernas pero aprovechando aun la linda tarde para hacer la caminata por nuestro parque. Una noticia desagradable nos dió Karin al comentar que la habían asaltado nuevamente a punta de pistola. Esta vez iba con Mariano, y a él le quitaron el celular mientras que Karin perdió la billetera, por suerte sin documentos ni tarjetas. Afortunadamente no sufrieron daños personales, que era en definitiva lo más importante. El tiempo fue empeorando y la anunciada lluvia, que ya era bastante necesaria, comenzó el viernes de mañana. Tenía que ir a retirar mis anteojos nuevos en el centro y fui caminando a buscarlos protegido por el paraguas. Después de unos pocos ajustes al armazón salí con ellos puestos para acostumbrarme, ya que se diferenciaban bastante de los anteriores. Leo participaba el sábado de un campeonato de boule, y como Magela no estaba interesada vino con los niños a almorzar y pasar luego la tarde con nosotros. El tiempo se había recompuesto y el domingo fue un día muy lindo por lo que casi daba pena meterse en el cine a las tres de la tarde, pero como ya teníamos las entradas no quisimos perderlas. Vimos la película inglesa "Red Joan", basada en hechos reales de espionaje hacia el fin de la segunda guerra mundial en Inglaterra. Muy buena película a nuestro gusto, además de ser todo un lujo que la sala fuera exlusivamente nuestra como únicos asistentes...
Lunes 20 de mayo. Comenzaba la semana en que nos ibamos a hacer cargo de Ellen y Sigrid, pero eso iba a ser a partir del viernes. El día martes a la noche nos juntamos con Inés y Lucho en el departamento de este para conversar sobre el planeado viaje a Kalmar a ver una exposición de Van Gogh. Acordamos hacerlo el 15 y 16 de junio, alquilando el pernocte en una casa o departamento. Este tema quedó a cargo nuestro y enseguida encontramos por el Airbnb una casa a precio accesible en el campo a 15 kilómetros al norte de Kalmar, lo que no iba a ser problema pues pensábamos ir con un auto alquilado. Aproveché la visita a Lucho para hacerle un agujero en la pared del dormitorio y colgar un plato de metal que había comprado él. El viernes me levanté temprano para llegar a la casa de Johanna poco antes de las siete y media y llevar a las niñas a la guardería, pero hubo un cambio de planes pues Sigrid había vomitado durante la noche y en consecuencia se cancelaba la guardería para ambas. KF y Johanna partieron a las siete y media al aeropuerto y me quedé en la casa dando el desayuno a las pequeñas aunque Sigrid no mostró mayor interés. A media mañana vino Alicia y por la tarde cargamos a las niñas en el triciclo eléctrico viniendo hasta nuestro departamento para que jugar en el parque de enfrente.
Más flores....De paso cargamos cosas nuestras necesarias para el fin de semana antes de volver a la casa. Teniendo conciencia del problema que tenía Sigrid para dormir hizo Alicia el primer turno de la noche para atenderla y efectivamente no pasó mucho tiempo antes que comenzara a despertarse a intervalos regulares pidiendo agua. Alicia se mudó a un colchón pegado a su cuna para evitar el paseo desde nuestra habitación, y ya a las cinco y media de la mañana estábamos los cuatro levantados. Peter, hermano de KF, había quedado en pasar a buscar a Ellen a media mañana del sábado para tenerla hasta el domingo a la tarde, y nosotros sacamos a Sigrid a dar una vuelta bien grande por el barrio con su cochecito. Seguía caida y apenas quiso jugar un rato en un parque antes de quedarse dormida. Esa noche me tocaba a mi la guardia y se repitió el procedimiento. Sigrid tomaba increibles cantidades de agua y en consecuencia rebalsó su pañal por lo que bien temprano tuve que levantarla a cambiarla. Por suerte no había más vomito y con el acuerdo de sus padres decidimos que el lunes irían a la guardería. Cuando regresó Ellen salimos nuevamente con el triciclo eléctrico aprovechando un período sin lluvia de ese domingo gris y destemplado. A la noche tomaría el turno Alicia nuevamente.
Lunes 27 de mayo. Sigrid y Ellen tenían que estar en la guardería antes de las ocho para desayunar y allí las dejé con la promesa de pasar a bucarlas a las tres de la tarde. Después de nuestro desayuno juntamos las pertenencias, limpiamos un poco, sacamos la ropa de cama, y cargamos el triciclo para llevar nuestras cosas al departamento. Ese día hicimos exepcionalmente una siesta para recuperar sueño. Johanna llegó con su maleta una hora después de que yo retirara a las niñas, mientras KF continuaba viaje a Estocolmo.
primavera en el parqueNuestra amiga Ines cumplía años y Alicia le organizó una celebración sorpresa reuniendo a los que podían de la barra de amigos a cenar en un restaurante del centro. A la noche hablé con Viktoria quien tenía la grata noticia de que finalmente le habían otorgado la residencia sueca a Matias. Ella no cabía en si de la alegría. Las fiestas continuaban pues el martes a la tarde nos juntamos en casa de Magela para agasajar a Mayari en su cumpleaños. Por falta de tiempo compramos una torta de chocolate que resultó muy buena. A su vez ella nos invitó a almorzar a su departamento el jueves, que era día feriado en Suecia al conmemorarse la ascención de cristo. Fuimos para allá en las bicicletas y emponchados ya que el día era bien invernal. La madre de las chicas había decidido festejar sus 60 años alquilando una casa en Francia y Johanna con familia iban a partir para allá el sábado aprovechando para estar también unos días con Isabel. El sábado a la mañana los llevé en su auto al aeropuerto para facilitarles el traslado y luego lo aproveché para ir a comprar una aspiradora nueva - la nuestra se había terminado de romper - y un calentador de agua eléctrico para Uruguay antes de dejarlo estacionado en su casa. El domingo había un evento organizado por Imagenes del Sur pues presentaban el emotivo documental uruguayo "Trazos Familiares" relatando vivencias de familiares de desaparecidos durante la dictadura. El director estaba presente también y hubo al final un debate sobre el tema. Ines tenía permiso para armar una cantina a beneficio de la biblioteca de Shangrilá en la Ciudad de La Costa y nosotros contribuimos a la venta con una torta de zanahorias. Al regreso a la casa terminamos de armar nuestro equipaje pues pensábamos partir al día siguiente a las seis de la mañana. Nuestra vecina Agneta prometió ocuparse de regar las plantas durante nuestra ausencia.