17 de Abril 2018
Alicia había conseguido un turno con la endocrinóloga para el martes en el hospital de Maldonado, para lo cual nos levantamos bien temprano, llegando al hospital a las siete de la mañana. Alli nos enteramos que la doctora atendía a partir de las ocho, pero Alicia fue una de las primeras en ser atendida y a las nueve ya estaba lista. La endocrinóloga controló los resultados de los análisis y encontró todo bien de modo que solo recomendó continuar con la medicación por la tiroides sin cambios. Al regreso a Piriápolis tuvimos una hora y media de tiempo para arreglar los detalles finales, y a las once y media vino Juan con su auto para llevarnos a la terminal de ómnibus. Nuestro margen era ámplio, al llegar al aeropuerto tres horas antes del vuelo y la cola para el check-in era aun bien corta. Volábamos hasta Rio con Gol para continuar luego con Lufthansa y si bien despacharon las valijas a Copenhagen no nos pudieron emitir las tarjetas de embarco para los vuelos siguientes. Habíamos llevado sandwiches y fruta de modo que pudimos comer algo en el aeropuerto antes de que llamaran a embarcar. Ni bien quedamos todos acomodados en el avión, listos para la partida, nos informaron que teníamos que volver a desembarcar con todos nuestros petates. La causa era que se había declarado un incendio en un equipo de aire acondicionado de la terminal y habían cerrado el aeropuerto, pero pocos minutos después vino la contraorden. Aparentemente era más prudente quedarse en el avión ya que estaban evacuando totalmente la terminal. Toda la dotación de bomberos estaba ocupada en las tareas de extinción y por lo tanto no permitian la partida de nuestro vuelo, que finalmente pudo salir con dos horas de atraso cuando se habilitó nuevamente el aeropuerto. Asi fue que las tres horas de margen en Rio se redujeron a una, y cuando nos bajamos del avión nos estaban esperando con las tarjetas de embarque para Lufthansa en mano. Luego de sortear todos los obstáculos de seguridad y migración y una larga caminata llegamos a la puerta de embarque cuando ya estaban subiendo los últimos pasajeros. El cruce de continentes fue sin incidentes y con unos minutos de adelanto aterrizamos en Frankfurt a media tarde del miércoles. Después de un corto trecho por la terminal me percaté que había olvidado bajar el sobretodo de Alicia cuando saqué nuestras valijas de mano del compartimento superor, y nuestro intento de regresar al avión tropezó con un muro imposible de franquear. En la cercana oficina de atención de Lufthansa nos dijeron que el procedimiento era mandar un mail con el reclamo y la prenda nos seria enviada por correo a nuestro domicilio. Teníamos un par de horas de espera en el aeropuerto antes del vuelo final a Copenhagen que también fue muy sereno, y las valijas llegaron a pesar de la corta transferencia en Rio. El cruce a Malmö fue en tren y tuvimos que dejar pasar el primero que vino al estar atiborrado de gente y valijas. Magela nos estaba esperando con su auto en la estación del Triángulo y nos trajo al departamento. Johanna estaba en Småland y no vendría antes del jueves, y el auto nuestro seguía en el taller de Volvo.
Jueves y dia radiante. Me levanté temprano para comprobar si mi bicicleta estaba en condiciones, y después de desayunar fui al dentista ya que desde antes de nuestro viaje a Uruguay me había dado un turno para hacer el último puente. Magela nos había dicho que vendría por la tarde con los niños y a mi regreso hicimos una escapada al supermercado para surtirnos de provisiones. También nos avisó Johanna que vendría con sus nenas, directo desde Småland por lo que preparamos la mesa del living para recibir a tantos comensales. Johanna llegó primero con Ellen y Sigrid y Magela vino después con su flamante bicicleta Cristiania, con compartimento delantero para llevar a los dos niños y con tracción a pedal y eléctrica. Al rato llegó Mayarí, luego KF y finalmente Leo por lo que se llenó el departamento de niños y adultos. Compartimos pasta fresca con pesto y la reunión de reencuentro estuvo muy buena. Johanna no había traido las llaves extras de nuestro departamento por lo que fuimos al atardecer en bicicleta a buscarlas, observando de paso los adelantos en la remoción de plantas y árboles muertos de su jardín. Habían ganado un montón de espacio para disfrutarlo mejor. El calor culminó el viernes, nuevamente con un día magnífico. Por la tarde fuimos hasta el centro a encontrarnos con Magela y los niños en el parque y luego continuamos con mateada en el jardín de su edificio. Cuando volvimos a nuestro barrio hicimos una buena caminata rodeando el parque Pildam antes de la puesta de sol. Marcos había venido de Estocolmo para ensayar con su grupo y quedamos en encontrarnos con él al día siguiente cuando estuviera disponible. Aun teníamos buen tiempo y se decidió hacer una reunión el sábado por la tarde en el jardín de Leo y Magela, con salchichas y chorizos a la parrilla con Leo de asador. Vinieron Carlos y Elena, los consuegros de Alicia, a compartir el asado y nos contaron de su reciente viaje al norte argentino y sur de Bolivia. A la noche estábamos mirando una serie en la tele cuando se produjo un corte de luz que afectó a miles de usuarios, aunque a nosotros en menor grado pues volvimos a tenerla en menos de media hora. Hasta en Suecia se producían fallas de ese tipo...A Johanna y sus niñas las ví de pasada cerca del mediodía cuando vinieron a dejarnos las plantas que habían quedado a su cuidado durante nuestra ausencia. Desde Franfurt nos informaron que no habían podido encontrar el sobretodo de Alicia, por lo que tuvimos que aceptar que personas deshonestas había en todos lados. Marcos regresaba el domingo por la tarde a Estocolmo y nos encontramos con él para almorzar en el centro y despedirnos por esta vez. Magela y Leo participaron también y luego fuimos al parque con los niños aprovechando el buen tiempo, que según el pronóstico iba a desmejorar desde el lunes. Hacia la noche vino nuestra buena vecina Agneta a devolvernos el juego de llaves que le habíamos dejado en custodia.
Lunes 23 de abril y cumpleaños de Agustín. Lo llamé bien temprano pensando que aun estaría en su departamento pero lo encontré ya en la calle cuando aun no había amanecido en Buenos Aires. Nosotros queríamos continuar haciendo gimnasia en Suecia y fuimos a un establecimiento cercano a averiguar precios y condiciones. Finalmente aprovechamos la oferta de la semana de prueba sin cargo y nos hicimos de sendas tarjetas para poder entrar a cualquier hora, aun cuando no hubiera personal, ya que estaba accesible las 24 horas. Alicia comenzó a sentirse un poco descompuesta por la tarde, por lo que luego ya no salimos de la casa. El martes por la mañana hice una escapada en bicicleta hasta la casa de Johanna a ayudarla a instalar una lámpara. A la tarde se sintió un poco mejor Alicia y dimos la vuelta de 3 km por el parque. Mi puente provisiorio comenzó a desmoronarse y conseguí un turno con mi dentista para el jueves por la tarde. Al día siguiente por la mañana nos armamos de nuestros equipos de gimnasia y fuimos al gimnasio bajo la lluvia para que nos mostraran los aparatos y su funcionamiento. Luego nos quedamos ya para hacer nuestra primer sesión. Así y todo dimos la consabida vuelta por el parque a la tarde también. Concretando nuestro plan de viajar a Portugal y España en el verano, adquirimos sendos pasajes de ida en avión a Lisboa para el 28 de junio. Luego quedó Alicia a cargo de planear el recorrido desde allí a Gijón y hacer reservas de alojamiento. Los lugares donde pensábamos quedarnos eran Lisboa, Oporto, Guimãraes y Chaves en Portugal, y Zamora en España antes de llegar a la casa de Brenda y Pedro en Gijón. Por una vez pensamos en trasladarnos de un lugar a otro en ómnibus. Brenda cumplía años el 14 de julio y recién después de esa fecha regresaríamos a Suecia. El tiempo desmejoró mucho el jueves, tipico clima de abril, frío y con chaparrones. En un período sin lluvia fuimos en bicicleta a ver a Magela y los chicos en su departamento. Karín iba a hacer su planeado cruce al Uruguay al día siguiente por la tarde y hablamos con ella por teléfono para darle las últimas instrucciones. Con la idea de entrenar tres veces por semana fui el viernes a la mañana al gimnasio y por la tarde me avisaron que finalmente estaba listas las reparaciones del auto por lo que tomé el colectivo hasta el taller y después de pagar la franquicia por el espejo vandalizado lo traje a la casa. La franquicia por la reparación de la puerta dañada por otro auto en el estacionamiento quedó a cargo de la persona que lo manejaba. El buen tiempo continuaba y el sábado salimos con el auto hacia el cordón Romeleåsen en las cercanías de Malmö. Dejamos el auto en el estacionamiento e hicimos una caminata de unos 5 km en el bosque con buenas subidas y bajadas. La primavera estaba despuntando con mucho vigor y el suelo era un manto de flores blancas. Llegamos de regreso al auto justo cuando el sol desapareció entre las nubes. Un lugar que se había hecho muy popular era el café del parque "Kungsparken", a orillas del canal, y el domingo fuimos para allá encontrándonos con Magela y los niños en el camino. Los tulipanes estaban en plena floración y encontramos muchas variedades en el parque que nos entretuvimos observando mientras esperábamos que se desocupara alguna mesa del café. Al rato aparecieron Carlos y Elena también y compartimos la merienda con ellos. Cuando regresamos a casa salimos a dar la consabida vuelta por "nuestro parque" y luego fuimos en bicicleta a cenar al restaurante griego Kamaki, que quedaba a pocas cuadras del departamento.
Lunes 30 de abril. El buen tiempo decidió tomar una pausa, cayendo bruscamente la temperatura y acercandose un frente de lluvia. Ya convencidos de que el gimnasio satisfacía nuestras expectativas fuimos por la mañana a completar los trámites para hacernos socios y allí mismo aprovechamos para hacer una sesión de gimnasia. Carlos y Elena nos habían invitado a comer y nosotros prometimos llevar tarta de arándanos para el postre. Ibamos a hacer muchos por lo que preparamos dos tartas, y como ya había comenzado a llover y soplaba mucho viento, fuimos para su departamento en nuestro antiguo barrio con el auto. Fue una reunión familiar y además de Magela, Leo y los niños vinieron también Victoria (hija de Carlos y Elena) con su pareja y su hija. Después de comer fuimos con Carlos y Elena al cine Panora a ver una buena película sueca que se llamaba "Amatörer". El 30 de abril se festejaba la despedida del invierno con fogatas y cantos, pero no nos dieron ganas de ir a pasar frio en alguno de esos eventos.
No podía haber sido un día más feo el 1 de mayo de este año, que amaneció frio y nublado. Todos los partidos de izquierda además de los socialdemocratas hacían marchas y actos, y como era ya tradición fuimos al parque donde se juntaba el partido izquierdista y donde la organización Viktor Jara tenía un kiosko de venta de choripanes. Debido a la precariedad de mi puente provisorio decidí pasar de alto este año, pero nos encontramos con la mayoría de los latinos conocidos. Al rato de iniciado el acto, y al igual que muchos otros, decidimos irnos ya que nos estábamos congelando. Las compras que ibamos a hacer en bicicleta fueron en auto, y luego pasamos por casa de Johanna donde además de encontrarnos con ella vimos a mis consuegros que estaban de visita. El tiempo cambió en forma dramática al día siguiente volviendo el sol y el calor y así continuó el resto de la semana. Mi dentista me reemplazó el puente el viernes por la mañana, y aunque me pareció que la tonalidad era un poco distinta al resto decidí dejarlo así. Habíamos aceptado la invitación de Ricardo y Sonia de visitarlos en su casa en Alvesta y hacia allá partimos el sábado por la mañana llegando poco después del mediodía. Comparada con Malmö, se notaba el atraso en la llegada de la primavera, pero sol y calor no faltaban allá por lo que hicimos lindas caminatas durante nuestra estadía. Dimos también una vuelta en auto por Växjö para observar los cambios que estaban provocando en el centro las nuevas construcciones de viviendas y oficinas. Ricardo preparó un excelente asado para la cena del sábado, incluidos los chorizos caseros que continuaban elaborando cada año. Después de un largo desayuno, partimos de regreso el domingo pasadas las doce, y en Älmhult decidimos parar en la madre de todas las Ikeas que estaba pegada a la ruta. Además de almorzar nos hicimos de una planta de tomates y otra de pimientos entre otras cosas. Estudiamos también la bicicleta eléctrica que vendían a buen precio pero no nos decidimos por esa compra. Alicia estaba interesada ya que se había anotado para trabajar y le podía venir bien contar con la ayuda de una bici eléctrica en caso de mal tiempo.
Lunes 7 de mayo. Johanna pasó a visitarnos con sus niñas el lunes por la tarde, y como Ellen se iba a quedar dos noches con nosotros nos dió algunas indicaciones útiles. Alicia recibió recibió un aviso de trabajo para el día siguiente, el primero desde nuestro regreso del Uruguay. Yo pasé a buscar a Ellen a su guardería por la tarde y como seguía el buen tiempo salimos a los juegos de niños del parque donde también encontramos a Magela y el pequeño Nicolás. Ellen cayó rendida a las ocho de la noche y durmió de un tirón hasta las nueve del miércoles. Ese día nos turnamos para ir a la gimnasia, y por la tarde llevamos a Ellen al llamado parque africano cerca de la costa. Había replicas de tamaño natural de jirafas, elefantes y otros animales en un medio semi-selvático bien pensado, pero lo encontramos bastante descuidado y sucio. Hicimos una merienda pero allí nos atacaron los mosquitos, únicos bichos de verdad del predio. Ellen cayó nuevamente rendida y volvió a dormir muy bien y de corrido. El jueves era feriado en Suecia, por conmemorarse la ascensión de Cristo y aun tuvimos a Ellen hasta el mediodía cuando pasaron sus padres a recogerla de regreso de Småland. Luego nos juntamos con Magela y sus niños en el parque, donde multitud de gente estaba haciendo picnics. Se pronosticaba un desmejoramiento del tiempo para el viernes y ya lo notamos a la noche cuando cayeron las primeras gotas. Marcos y Sanna iban a venir el fin de semana a Malmö y se organizó una cena en nuestra casa para el sábado por lo que salimos de mañana a hacer las compras correspondientes. A la tarde fuimos a ver una exposición que hacía una artista cubana en una galería del centro y luego pasamos a buscar a Marcos y Sanna por la estación central. Magela vino también a cenar con sus niños, y ambos se quedaron a dormir en casa. Marcos y su chica volvían el domingo a Estocolmo y se encontraron con que estaban agotados todos los pasajes de tren. La solución que encontraron fue pedir al padre de ella que les prestara un auto que tenían que pasar a buscar por el pueblo donde vivía cerca de Ängelholm. Nuestra propuesta fue llevarlos hasta allá en nuestro auto el domingo por la tarde, previo paseo con ellos por Kullaberg. Fue una vuelta muy linda, y asi conocieron ellos también ese impactante lugar con un fantástico día de sol.
Lunes 14 de mayo. Retomamos nuestra gimnasia por la mañana y la caminata por el parque por la tarde al continuar el buen tiempo. Pensamos hacer una salida hacia Österlen para ver si los manzanos estaban ya en flor por allá pero finalmente dimos una vuelta corta por Falserbo y Skanör. Aun estaba demasidado fría el agua para que Alicia se metiera, pero caminamos un buen trecho por la orilla de la playa de Skanör, a pleno sol. De regreso a Malmö pasamos por la casa de Johanna y recogimos la parrilla que le habíamos prestado el año anterior ya que era la que se podía colocar en el baul del auto. El martes recuperé también una bicicleta extra que le había prestado hacia tiempo a Johanna y que estaba aun en el departamento del que se habían mudado. Al día siguiente se había convocado a la reunión anual del consorcio, que por tener más de 300 miembros hubo que hacer en un local cercano. Se hizo presente una cuarta parte, y lo que creí iba a ser una reunión aburrida fue todo lo contrario ya que se presentó un propietario en pie de guerra quien al pedirse la aprobación del balance anual se puso a objetar las cifras punto por punto generando fuertes discusiones y cuestionamientos. Inclusó solicitó una votación de desconfianza a la comisión directiva, que perdió. Como parte del plan de disminuir costos estaban renovando las centrales de calefacción y durante la semana tuvimos operarios cambiando válvulas de los radiadores en el departamento. El jueves le tocó traabajar a Alicia y por estar bastante lejos la guardería la llevé y la traje con el auto. El viernes fui a dejar sangre previo al chequeo anual que me quería hacer mi doctora y el mismo día a la tarde me avisó por mensaje que había encontrado valores normales, citándome para el otoño por estar muy ocupada por el momento. Habíamos comprado entradas para ir esa misma noche a escuchar música en una de las salas del nuevo complejo Malmö Live ya que teníamos el dato que venía el músico franco-uruguayo Luciano Supervielle a tocar temas de su nuevo album "Suite para piano & pulso velado". Su genero se conocía como electrotango, y nos dejó soprendidos por su talento en manejar una cantidad de instrumentos y sintetizadores además de visualizaciones en una pantalla gigante que nos encantaron. Antes de que tocara él se presentó el grupo Tangarte de nuestro conocido Juanjo Paso, siempre excelente para interpretar tango. Había una cantidad apreciable de latinos entre la audiencia y con algunos de ellos nos juntamos luego en un restaurante de tapas antes de regresar a la casa. El sábado invitamos a Magela y sus niños a venir a comer con nosotros y Alicia preparó una tarta de broccli, hongos y tomates excelente aun cuando no tuvo tanto éxito con los niños. Teniendo como excusa ir a ver la floración de los manzanos en Österlen, invitamos a Ilian e Isabel a acompañarnos en la gira, llevando la parrilla para hacer un asado. Ellos aceptaron y a media mañana partimos para allá con un día radiante. La primer parada fue en las cercanías de Brösarp donde había un buen descanso con mesas y sillas además de baños. Hicimos chorizos y bifes de cerdo en la parrilla que había llevado y luego caminamos un rato por las lomas del lugar antes de continuar a Kivik donde pudimos apreciar la floración de las plantas. Antes de regresar a Malmö quisimos mostrarle a Ilian e Isabel la cascada de Hallamölla y tuvimos la suerte de que por primera vez estuviera abierto el viejo molino. Por una módica entrada, un guía puso en marcha la rueda del molino y nos mostró el mecanismo de la molienda de granos, lo que nos hizo acordar la visita al molino Nant fach. Este molino se había usado hasta el año 1949 para quedar luego abandonado, y aun no habían logrado reconstruido del todo. Tenía también una habitación que se desempeñaba como taller con infinidad de herramientas y aparatos varios cuyo fin era imposible de adivinar sin la ayuda del guía. Después de esta visita seguimos un trecho más con el auto y paramos en la pintoresca cafetería Alumbruket, que ya estaba cerrada, pero que queríamos que Hilian e Isabel conocieran al menos de afuera.
Lunes 21 de mayo. Seguía el buen tiempo en Malmö y ya con principio de sequía en todo el pais. De hecho ya se habían producido varios incendios, ninguno grave aún. Johanna nos había invitado a cenar sushi en su casa el día martes y allí nos encontramos también con Cornelia, lamentablemente ya practicamente separada de Nils. KF estaba de viaje en China toda la semana regresando el viernes, y quedamos en cuidar a Ellen el sábado por la noche para que ellos pudieran festejar en libertad el cumpleaños de su amigo Taino. Alicia se entusiasmó demasiado con la gimnasia el día miércoles, lo que le ocasionó mucho dolor de espalda. No obstante, pudimos ir el jueves a la noche a la gala de la orquesta sinfónica de Malmö en la Opera. Fue un gran espectáculo, con una muestra de las presentaciones que vendrían en la temporada venidera. El viernes a la mañana conseguimos un turno para que la vieran a Alicia y por suerte comprobaron que no había nada anormal en la espina dorsal sino que el problema era puramente muscular. Le aconsejaron poco esfuerzo y eventualmente calmantes si le dolía mucho. A causa de ello suspendimos la ida del sábado a la casa de Mariche y Carlos que habían invitado a un asado por la tarde a los amigos sudamericanos, e hicimos el asado en casa aunque fue en el horno al amenazar una tormenta que finalmente no se concretó. KF dejó a Ellen con nosotros a la tardecita y aunque de entrada no quería quedarse aceptó luego. Se puso también triste a la hora de acostarse pero finalmente se calmó y quedó dormida. A las siete de la mañana del domingo se despertó de buen humor y luego del desayuno pasó a buscarla Johanna para llevarla a la gimnasia de bebés. Era el día de la madre en Suecia, coincidiendo con el cumpleaños de Mayari, y quedamos en ir a la tarde a su departamento para participar del festejo. Todos iban a aportar con vituallas y nosotros preparamos una buena cantidad de ensalada de pasta. Nos trasladamos a su departamento con el auto pues Alicia continuaba aun damasiado dolorida como para ir en bicicleta. Mayari tenía cantidad de plantitas de tomates y trajimos tres con nosotros para agregarlas a la que ya teníamos en el balcón y que estaba en plena producción.
lunes 28 de mayo. Alicia se iba a abstener de la gimnasia durante la semana para terminar de curarse y solo hicimos un paseo tranquilo por el parque. Mi dentista se enfermó por lo que tampoco me tocó ir a pegar el puente en forma permanente, quedando esa tarea para el lunes siguiente. Rita, la hermana de Elena estaba de visita en Malmö con su marido Julián, y los invitamos a que vinieran a cenar el martes junto con Carlos y Helena. La sobremesa con ellos fue bien larga y muy interesante. La siguiente invitación fue de Ilian e Isabel, quienes hicieron el jueves un asado en el jardín de su edificio. Alli nos enteramos que Ilian habío sufrido un desmayo el martes anterior cuando iban en bicicleta a Ikea. Por suerte no tuvo consecuencias serias, pero no habían dado con la causa por lo que iban a hacerle estudios adicionales. Mayo llegó a su fin y pasó a la historia como el más caluroso que se tuviera memoria. La temporada de frutillas suecas se había adelantado y ya había cantidad a la venta en la calle. Para los campesinos la situación comenzaba a ser dramática a causa de la sequía, y el pronóstico seguía anunciando buen tiempo. Magela y Leo partieron el jueves a Barcelona en una escapada de fin de semana sin los niños, y quedamos en compartir con Carlos y Helena la tarea de cuidarlos. El viernes a la tarde fui hasta la casa de Johanna a ayudarla con un par de arreglos, y quedé un rato cuidando a Sigrid mientras ellas iba con nuestro auto a buscar a Ellen a la guardería. Todo fue bien hasta que Sigrid cayó en la cuenta de que yo no era su madre y allí comenzó el llanto inconsolable. Por suerte no demoró Johanna en regresar. A la tardecita vino Carlos a dejarnos a Elisa y Nicolás, y después de una corta salida les dimos la cena y los acostamos. A pesar de estar ambos con tos y resfrío durmieron bien toda la noche y se despertaron a eso de las siete del sábado. No era posible hacer una salida larga con ellos por lo que nos limitamos a llevarlos a nuestros parques cercanos por la mañana y por la tarde aprovechando el buen tiempo. Carlos y Helena hicieron una salida larga con Rita y Julían hacia Österlen. La segunda noche de los niños con nosotros fue también tranquila, y Carlos pasó a buscarlos después del desayuno del domingo. Nosotros nos subimos luego al auto y partimos hacia Österlen con la idea de hacer un día de playa. Paramos en Sandhamaren y si bien Alicia no se metió al agua hicimos una larga caminata por la extensa playa. Buscando luego un lugar para almorzar llegamos hasta Simrishamn y comimos muy bien en uno de los restaurantes de la calle principal cercana al mar. Continuamos aun más al norte hasta Haväng aprovechando el largo día, y en esa playa si se remojó Alicia aunque el agua estaba demasiado fría aun para meterse. Yo hice una corta siesta tirado en la arena y luego regresamos a Malmö.
Lunes 4 de junio. Mi dentista me atendió a media mañana y me colocó el puente en forma definitiva, con lo que ya no quedaban más arreglos por hacer. Estando cerca de la peluquería aproveché para hacerme un muy necesario corte de cabello, primera vez desde nuestro regreso a Malmö. Mientras Alicia iba a ver a sus nietos llevé el auto a la gomería donde tenía guardadas las cubiertas de verano para hacer el cambio. Sabía de antemano que esas estaban ya condenadas, de modo que compré allí cuatro usadas en mejor estado e hicimos el recambio. No había cambios en el estado del tiempo, y el martes decidimos hacer una escapada a Sofiero en Helsingborg para tratar de ver a los rododendros en flor. Muchos de ellos ya habían terminado la floración pero algunos aun se podían ver en flor. Hicimos un largo paseo por el parque a pleno sol, y en el vivero encontramos hermosas plantas de cedrón y de menta trayendonos una de cada a la casa. Para el regreso dimos la vuelta por los pintorescos caminos secundarios de la zona evitando la autopista. Ana maría se había comunicado con nosotros y quedamos en que vendrían el día siguiente, 6 de junio y dia nacional de Suecia, a comer un asado. Fue la primera vez que usabamos la parrilla del jardín del consorcio, que por suerte estaba disponible. Tenía una mesa con bancos y allí comimos la carne y los chorizos. Luego llegó la fresca y nos trasladamos al departamento para comer frutillas con salsa de vainilla. El sol y el calor habían favorecido la cosecha de frutillas, que se estaban vendiendo a buen precio en muchos kioskos en la calle. Rematamos la cena con una tarta de ruibarbos mientras Ana María nos mostraba cantidad de fotos de su paseo por Brasil. Luego del habitual entrenamiento de la mañana, el viernes salimos con el auto a conocer la reserva llamada Fulltofta, a unos 40 km. en dirección a Kalmar. Nos gustó el lugar, con mucho bosque y senderos de diversa longitud. Tal vez a causa del calor había demasiados insectos molestos para nuestro gusto, y después de una vuelta de 3 km regresamos a Malmö. Nos habíamos comprometido a hacernos cargo de Elisa y Nicolás el sábado por la noche, y como era otro día de mucho sol tomamos las bicicletas temprano por la tarde y fuimos hasta la playa de Malmö a hacer un picnic. Encontramos una buena sombra donde cobijarnos y allí nos instalamos. La playa en si no era muy atractiva, con muchas algas y piedras por lo que Alicia desistió de bañarse. A los pequeños los dejaron sus padres ya cenados de modo que al reto de recibirlos se fueron a dormir pasando una noche bien tranquila con nosotros. Los pasaron a buscar el domingo al mediodía y por la tarde hicimos una escapada a Ikea a comprar una cortina de enrollar para el dormitorio de huéspedes ya que era necesario oscurecer la habitación en vistas de que recibiríamos a Ricardo y Sonia el viernes de visita desde Alvesta y los tendríamos con nosotros el fin de semana. Iban a llegar temprano pues a las dos de la tarde jugaba Uruguay su primer partido del mundial.
Lunes 11 de junio. Después de la sesión de entrenamiento monté la cortina en el dormitorio. Se notaba un cierto desmejoramiento del tiempo y hubo muchas deliberaciones antes de confirmar la excursión a Skäralid planeada para el día siguiente. Fuimos en dos autos ya que se habían anotado Omar y Ana María, Helena y su hermana Rita, y su esposo Julián. Por suerte no llovió e hicimos una larga caminata por la quebrada antes del picnic a la orilla del pequeño lago. A causa de un golpe al parabrisas del auto lo dejé el miércoles a la mañana en el taller y regresé al departamento con una bicicleta prestada. A la noche ibamos a recibir a nuestro amigo Lucho y a Ana Luisa, recién llegada de Cuba por lo que hicimos la compra del salmón para la cena. El nuevo parabrisas quedó colocado a media tarde y retiré el coche del taller después de devolver la bicicleta. La cena fue muy entretenida, y recibimos también bastante información de los lugares interesantes para conocer en Cuba. Nuestro proyecto era pasar por la isla a nuestro regreso a Suecia del año siguiente. El jueves comenzó el campeonato mundial de futbol masculino y junto con Johanna y sus nenas vimos por la tarde la ceremonia de apertura en nuestro departamento. Ricardo y Sonia llegaron el viernes a tiempo para ver el partido de Uruguay contra Egipto que a duras penas lograron ganar los uruguayos. Mientras hacíamos tiempo para ver el segundo partido del día dimos una vuelta por la ciudad mostrandoles la zona urbanizada del ex puerto, que ellos no conocían. El sábado por la mañana los invitamos a ir a comer un desayuno buffet en la cafeteria Vismarlöv, a pocos kilómetros de Malmö y en pleno campo. Antes de regresar a Malmö pasamos por el castillo de Torup e hicimos una corta caminata, llegando a tiempo a casa para ver la deslucida actuación de Argentina ante Islandia. Teníamos una invitación a cenar en lo de Lucho, también conocido de Ricardo y Sonia, y esa velada se extendió hasta pasada la medianoche. Después de tantas semanas de sequía, esa noche tuvimos una leve lluvia, probablemente demasiado escasa para hacer gran efecto. El domingo después del desayuno partieron nuestros invitados de regreso a Alvesta, y en este mundial de sorpresas vimos cómo Mexico derrotaba a Alemania, y Brasil no lograba superar a Suiza. El debut sueco era al día siguiente, lunes.
Lunes 18 de junio. Se estaba acercando el fin de semana del midsommar, y quedamos con Yolanda en ir el viernes a su casa en Annelund a pasar el fin de semana. Osvaldo estaba en Uruguay liquidando los bienes que aun les quedaban después de la venta de la casa. En Suecia cundió la alegría después del peleado triunfo de la selección contra Corea, y en un nuevo hecho sangriento en Malmö a la noche hubo un tiroteo entre criminales en pleno centro de la ciudad que dejó un saldo de nada menos que tres muertos y tres heridos. La semana fue de mucho futbol, comenzando el lunes con el triunfo de Suecia ante Corea, seguido el miércoles también con triunfo de Uruguay ante Arabia Saudita. Con la introducción del VAR era divertido ver el nuevo gesto de los jugadores reclamando que los arbitros fueran a ver la pantalla. Dado que ibamos a estar ausentes el día de mi cumpleaños, el jueves nos invitó Johanna a una cena en su casa. KF hizo un muy sabroso asado y a los postres miramos cómo Croacia barría a Argentina de la cancha. Yo había hecho una tarta de frambuesas y arándanos para la ocasión. Partimos hacia Annelund el viernes a media mañana en el momento en que dejó de llover en Malmö y se abrieron las nubes. A unos 100 km de Malmö nos encontramos con la autopista cortada a causa de un accidente y tuvimos que dar un pintoresco rodeo por carreteras secundarias pasando por Båstad antes de poder retomar. A causa de este incidente demoramos unas cinco horas en llegar a destino, ya con cielo encapotado y amenazante. Yolanda nos estaba esperando para comer y juntamos lo suyo con nuestras provisiones haciendo un tardío almuerzo en su confortable jardín de invierno al tiempo que como era tradición se abrian las compuertas del cielo. De todos modos no teníamos intención de ir a bailar alrededor de ningún palo, y más tarde, cuando paro la lluvia, acompañamos a Yolanda en su caminata diaria de 5 km por los alrededores del pueblo. A la noche atacamos la tarta de ruibarbo que habíamos llevado de Malmö. El buen tiempo regresó el sábado, amaneciendo con un día esplendoroso. Daba como para una salida por la zona, por lo que después del desayuno nos subimos al auto y fuimos hasta un cerrito a 40 km de distancia a cuya cumbre se podía llegar con vehículo por un camino de tierra. La elevación habia sido utilizada en tiempos remotos como refugio y aun se veían restos de piedras formando un amplio circulo. Había un sendero de poco más de un kilómetro siguiendo el perímetro y cuando comenzamos la caminata nos encontramos con cantidad de arándanos silvestres ya listos para cosechar. La vuelta nos llevó bastante tiempo pues juntamos una buena cantidad de arándanos que despachamos esa noche con crema de vainilla. Al regreso a la casa de Yolanda me aboqué a preparar un asado con chorizos que habíamos llevado nosotros y carne que había aportado Yolanda. A la noche vimos cómo Alemania derrotaba a Suecia complicandole el avance a octavos de final. El domingo fue nuevamente un hermoso día y antes de emprender el regreso hicimos una escapada hasta la ciudad de Ulricehamn, a 35 kilómetros de distancia. La conocíamos de pasada y parecía ser muy bonita, a la vera de un lago y rodeada de elevaciones. A Yolanda le gustó también y caminamos bastante por la costanera y por algunas calles con edificaciones antiguas muy lindas, antes de regresar a almorzar con una larga sobremesa en el jardín de la casa. A pesar de ser un fin de semana complicado con el tráfico, el regreso a Malmö fue tranquilo, y al no tropezar con ningún incidente llegamos en cuatro horas cuando aun no había oscurecido.
Lunes 25 de junio. Retomamos nuestra gimnasia después de la pausa del fin de semana y comenzamos con los preparativos para el viaje del jueves a Lisboa. Desde luego interrumpimos todo a la tarde cuando salió Uruguay a la cancha para ganarle a Rusia por goleada y pasar invicto a los octavos de final. Johanna vino a visitarnos con las niñas el martes a la mañana y salimos con ellas al parque cercano antes de compartir un almuerzo. Quedamos en llevarle nuestras plantas al día siguiente y de paso dejar el auto a su cuidado hasta nuestro regreso el 16 de julio. A la noche vimos el agónico triunfo de Argentina con el cual logró el avance. Que coincidencia que el sábado, dia de mi cumpleaños, Uruguay iba a enfrentar a Portugal y Argentina a Francia mientras nosotros estábamos en Lisboa...