Agosto 2008 a septiembre 2009
El sábado 30 de agosto, con un día hermoso de sol, recluté a Omar y Ana María, además de Carlos, Elena y Melita, y Carlos Mendez, y fuimos a Ystad a visitar el velero Götheborg que estaba de visita recaudando fondos. Había mucha gente de modo que había que hacer cola, pero valía la pena. Subimos todos a bordo, incluso Ana Maria que estaba recién operada de sus ganglios, y visitamos todos los espacios que estaban abiertos al público.
Se acercaba la visita de Antonio y Antonieta, quienes habían decidido finalmente incluir Malmö en su visita a Europa. El 11 de septiembre a la tarde los fui a buscar a Copenhagen, como siempre aprovechando para aprovisionarme de vino en el Netto. Anki me había encargado también unas botellas.
Quise aprovechar al máximo los pocos días que los Propato iban a estar en Suecia y mostrarles todo lo posible de la zona cercana a Malmö. El viernes 12 paseamos por la ciudad y el sábado salimos a hacer la primera excursión, por Österlen. Durante el recorrido llegamos justo a tiempo para tomar café con masas en la confitería de Alumbruket antes de regresar a Malmö. El domingo decidí mostrarles la costa oeste por lo que subimos hasta Kullaberg, sin bajar hasta el mar. Luego fuimos a la confitería de Flickorna Lundgren på Skäret y había suficiente temperatura y sol como para sentarse afuera. El regreso fue via Lund para saludar a Johanna y KF quienes nos estaban esperando en su departamento, antes de proseguir hasta lo de Gerd quien nos había invitado a cenar. Los viajeros quedaron bastante agotados después de estas dos excursiones y prefirieron quedarse en Malmö el lunes para terminar de conocer la ciudad y hacer algunas compras. El martes 16 a la mañana los llevé al aeropuerto de Copenhagen donde tomaron un vuelo a Londres para visitar a los familiares que viven allí, antes de seguir viaje a España e Italia. Antonio quería festejar su cumpleaños el 26 de septiempre con Daniela en Roma antes de regresar a la Argentina. El sábado 20 de septiembre alcancé a participar de la fiesta que organizaron Johanna y KF como inauguración de su departamento y el domingo por la mañana fui con un auto alquilado a Kalundborg a embarcar.
La compañía había decidido hacer una rotación de capitanes además de promover a Christian Schale. En consecuencia P-O fue trasladado al Eken mientras que Christian iba a hacer sus primeras armas en el Ek-Star. El embarcó el 13 de octubre en Pori y estuvimos juntos una semana hasta que se sintió suficientemente preparado como para hacerse cargo del buque. El 21 desembarqué en Kopli y tomé un avión desde Tallinn a Copenhagen. Calculando seis semanas de licencia planeaba volver a embarcar durante la primera semana de diciembre. Era de todos modos mi turno pasar la navidad a bordo. Si bien no iba a estar en casa para navidad pensaba hacer igualmente una fiesta y nos decidimos por el 23 de noviembre. Decoré el departamento con algunos adornos de navidad y compré por una vez un arbolito artificial, dorado para colmo, pero quedó muy bonito, menos aparatoso que el de color rosado que quería Viktoria. KF y Johanna vinieron ese día y comimos juntos los platos tradicionales de navidad. También repartimos los regalos de navidad y luego jugamos una carioca. Lo pasamos muy bien, y ese día estuvo también un rato Thomas con su hija Cristina. Era el día en que le tocaba buscarla y llevarla a pasar dos semanas con el en Kalmar.
Unos días antes había tomado contacto con Germán Zamudio, el cocinero protagonista de la serie “Landgång” y nos encontramos un mediodía a almorzar. Quedamos en continuar encontrandonos a mi regreso del siguiente embarco. Desde hacía un buen tiempo atrás habíamos comprado entradas para ir a ver el musical “Mamma Mia” el 3 de diciembre en el recientemente inaugurado estadio en los suburbios de Malmö y que fue bautizado “Arena”. Eramos un grupo grande que incluía a Anki y Rickard, Johanna y KF, Viktoria, Sara y yo. Nuestras butacas estaban a un nivel muy elevado y lejos del escenario, pero igual se pudo disfrutar del espectáculo. Johanna nos había invitado a Lund el domingo 7 de diciembre, casualmente otra vez el día anterior a mi siguiente embarco. Durante la reunión entró Viktoria en crisis al razonar que iba a estar sola para festejar navidad y año nuevo, de modo que le propuse que viajara a Buenos Aires. Al día siguiente fuimos a Inca Tours y le compré un pasaje para viajar con Iberia el 15 de diciembre y regresar el 5 de enero del 2009, con lo cual resolvimos el problema en forma sencilla. Esa misma noche me trasladé con un auto alquilado a Simrishamn a embarcar. Al tener un coche pude llevar un arbol de navidad que compramos en Bauhaus, además de los regalos de navidad para la tripulación. En una ocasión anterior había llevado ya cerveza y cidra para los festejos. La navidad la pasamos fondeados en las afueras de Rotterdam, mientras que la víspera de año nuevo nos estábamos acercando a Wilhelmshaven. Alcanzamos a brindar todos en el puente a medianoche, una hora antes de tomar práctico.
Durante una conversación que había tenido hacia un tiempo con mi tía Ellen me enteré que Mery Fugarazzo, su amiga que la frecuentaba a menudo en su casa, y a quien conocí durante nuestra última visita a Bariloche, estaba en Madrid trabajando de niñera para una familia española con un bebé pequeño. Al saber que eramos prácticamente vecinos sentí el impulso de llamarla y le pedí los datos a la tía. El número de teléfono que me dió ya no lo tenía por lo que recién la pude ubicar después de varios intentos fallidos cuando finalmente me mandaron de Bariloche el número correcto. Fue así que pude comunicarme finalmente por teléfono con ella y fue el comienzo de una linda amistad al ir descubriendo que teníamos mucho en común, además del hecho de haber vivido ambos en Bariloche. También decidí que iria a visitarla a Madrid en algún momento durante la segunda mitad del año 2009 y en el interín continuamos con nuestros diálogos telefónicos.
El domingo 18 de enero desembarqué en Helsinki después de una inspección y como era tarde me trasladé a un hotel para volar el día siguiente a Copenhagen y comenzar un nuevo período de licencia. Había recibido el aviso de revisión técnica del auto por lo que le hice hacer un service de rutina en Bilia y luego pasó la inspección sin problemas. El 31 de enero fuimos Viktoria y yo a cenar a la casa de German y pasamos una velada muy linda con su familia. Me mostró también cantidad de fotos tomadas en Sudamérica durante el último rodaje de la serie. La compañía había organizado nuevamente un seminario en Gotemburgo para capitanes y primeros oficiales, lo que tuvo lugar el 4 y 5 de febrero en las oficinas de Gotemburgo. Incluyó una lujosa cena en el restaurante del hotel Riverton donde nos alojamos. El resultado del seminario fue magro, como siempre: Una repetición de temas tratados con anterioridad y aquellos problemas difíciles de resolver quedaron asi, sin solución. Pero una noche en un hotel de calidad era siempre una experiencia positiva. También tuve oportunidad de saludar a Annica, quien seguía trabajando en las oficinas de Ektank con la parte contable. Esta vez fui y regresé en tren.
Tal como lo habíamos planeado, el viernes 13 de febrero por la tarde partimos Viktoria y yo en auto para Örebro con una tarde de mucho frío. También estaba incluida una parada en Vernamo para comer hamburgesas en Max y a las nueve de la noche llegamos a la casa de la familia Wernberg. Örebro estaba tapada de nieve y se veía muy bonita. Durante todo el fin de semana la temperatura alcanzó los 13 grados bajo cero durante la noche pero fueron también dias radiantes de sol. Lo pasamos muy bien con Henrik y Erica y sus hijos. El único problema era que tenían un gato y Viktoria tuvo un fuerte reacción alérgica. El sábado por la noche miramos una de las semifinales del festival de música por televisión. El domingo emprendimos el regreso después de almorzar todos juntos en uno de los Max de Örebro. Viktoria se hizo cargo del volante hasta Gränna, sobre la costa del lago Vättern, donde paramos para comprar las golosinas tipicas del lugar y tomar una merienda en una confitería. Pensando en el viaje planeado para fin de año compré los pasajes aéreos para Viktoria y para mi, con la intención de volar el 5 de diciembre hacia Buenos Aires y emprender el regreso el 8 de enero del año 2010. Johanna y KF también querían viajar pero aun no podían decidir la fecha. De Buenos Aires nos había llegado la noticia de que Agustín pensaba casarse con Cristina y planeaba hacerlo en diciembre, durante nuestra estadía.
Mi licencia llegó a su fin y el 6 de marzo partí para Grangemouth en Escocia, con escala en Amsterdam. Llegué bastante tarde a Edinburgo y un taxi me llevó al buque, en el que embarqué casi a medianoche. Christian tenía un vuelo temprano al día siguiente y después de una corta charla se fue a dormir. La crisis económica mundial comenzó a hacerse sentir en nuestro ámbito naviero también, y durante mis seis semanas a bordo tuve dos períodos de dos semanas cada uno sin actividad a la espera de carga. Por suerte tuvimos muy buen tiempo y asi pudimos aprovechar para hacer trabajos de mantenimiento en cubierta. El 24 de abril desembarqué en Wilhelmshaven junto con Roland Persson, el primer oficial, y volé a casa desde Bremen via Frankfurt.
La busqueda de un departamento que Johanna y KF querían comprar en Lund dio resultado finalmente y encontraron uno de dos ambientes dentro de sus posibilidades. La compra se concretaría a principios de julio y prometí ayudarlos con los trabajos de pintura que habían planeado. Ellos iban a estar ocupados casi todo junio, primero haciendo un crucero a vela en el Adriático con los padres de KF y luego visitando a Gerd en Mallorca. Viktoria mientras tanto se había anotado en una academia de conducir con la meta de sacar su registro en julio, poco después de cumplir sus 18 años. Habiendo manejado en forma privada con Kalil y conmigo ya tenía buen dominio del volante de modo que tomó una reducida cantidad de lecciones. Las fechas previstas para los examenes teórico y práctico eran el 17 y 20 de julio respectivamente. Aprovechando el buen tiempo que nos tocó en mayo propuse a mis amigos hacen una nueva excursión en bicicleta, esta vez en el día a Rommelestugan, a unos 40 km de Malmö. Elena, Melita y Mariche fueron en auto llevando las provisiones y los hombres hicimos el trayecto en bicicleta via Bara, Klågerup y Genarp. Ya en Rommeleåsen armamos el asado y pasamos un rato muy ameno en el bosque. Eso fue el 10 de mayo y regresamos sin inconvenientes a Malmö con la puesta de sol.
Con Christian habíamos convenido en que haríamos un par de periodos cortos de un mes, de modo que el 25 de mayo volví a embarcar en Rotterdam. Esta vez tuvimos trabajo practicamente contínuo además de muy buen tiempo, mientras que en Escandinavia había regresado la lluvia y el frio. Midsommar fue como casi siempre un día muy desapacible. Nos tocó un viaje de Riga a Malmö y aproveché para traer a casa una cantidad de cartas náuticas en desuso para utilizar en el departamento de Johanna y KF durante los trabajos de renovación. El 27 de junio de madrugada desembarqué en Kalundborg y regresé a casa con el auto alquilado que había traido Christian desde Gotemburgo. Con Viktoria ya habíamos decidido que ibamos a hacer una fiesta de cumpleaños para ambos el viernes 3 de julio. El 30 de junio salimos juntos a almorzar y fuimos a Kajutan en Limhamn, donde pudimos comer en la terraza. Yo había recibido una remera y también un vale por un pic-nic. Al día siguiente regresaron KF y Johanna de Mallorca y los fuimos a buscar a Copenhagen ya que yo pensé aprovechar para comprar vino en el supermercado Netto del aeropuerto. Ese mismo día tenian que firmar los documentos para la compra del departamento y terminado ese trámite nos juntamos con Isabel también para comer en Piccolo Mondo. Luego vinimos a casa a atacar la torta de frutillas que había preparado para la ocasión. De Mallorca me habían traido un par de alpargatas y una botella de licor.
Había venido un período de intenso calor y pensando en la reunión del viernes compré un ventilador para que los invitados no quedaran sofocados. Armamos la mesa en la habitación más grande que era el dormitorio de Viktoria para acomodar a las 17 personas que ibamos a ser entre amigos mios y de Viktoria. Lo pasamos muy bien y no faltó ni comida ni bebida ni postres, ya que habían tres tortas; Omar también apareció con una de chocolate, un apreciable esfuerzo teniendo en cuenta que para él era un dia laborable como cualquier otro. Al día sigiente comenzamos con los trabajos en Lund, donde pintamos el techo de cocina además de las paredes de cocina, living y dormitorio. En tres días consecutivos hicimos casi todo entre Johanna, KF, Viktoria y yo. Querían empapelar una pared corta en el living pero había que esperar la llegada del papel por lo que esa tarea quedó postergada. En la cocina instalé iluminación sobre la mesada. La intención de los chicos era mudarse recién en agosto, asi que en realidad no había mucho apuro.
Después de haberlo postergado en muchas oportunidades, finalmente llamé a Ulla para ver si estaban en su cabaña en Ljungabolet. Asi era, y quedamos en ir visitarlos el domingo 12 de julio. Viktoria estuvo durante la mañana en el mercado de pulgas de Drottningtorget con Isabel. Allí aproveché para comprar dos canelabros de bronce que nos parecieron un buen regalo de cumpleaños para llevarle a Ida en Åryd el siguiente fin de semana. Temprano por la tarde partimos al norte con Viktoria al volante. Yo había hecho una torta de zanahorias para la ocasión. En Ljungabolet nos encontramos con Ann Kristin también, ya que estaba pasando unos días con su hermana Ulla y con Nisse. A nuestra llegada nos sentamos a comer y luego salimos a hacer una caminata por la orilla del lago con una tarde magnífica de sol. Hacía muchos años que no iba a la cabaña. El lugar es muy bonito y tranquilo, con cantidad de cabañas muy cuidadas y jardines bien prolijos. Después del paseo estábamos listos para atacar la torta con café, lo que hicimos en la veranda mientras el sol iba bajando lentamente detrás de los árboles. Viktoria estaba cansada después de un día tan largo y por lo tanto manejé yo de regreso a casa.
Finalmente llegó el 17 de julio, día en que Viktoria tenía que rendir su examen teórico de manejo. Durante toda la semana había estudiado en forma intensiva y también había tratado de resolver los tests en la computadora de la academia. No había llegado a hacer todos al haber comenzado un poco tarde. De todos modos, y a pesar de sus dudas y nervios, le fue muy bien y aprobó el examen con muy pocos errores. El lunes 20 era la fecha prevista para el examen práctico por lo que le esperaba un fin de semana dificil. Ese mismo viernes llegaron a Suecia Daniel, el hermano de Ana Maria, con su esposa (también Ana Maria). Como los fueron a buscar al aeropuerto de Copenhagen para luego mostrarles esa ciudad, propuse que vinieran luego a casa a cenar. Bien cansados después de haber madrugado ese dia en Londres vinieron a probar mi paella y una torta de frutillas. Al día siguiente teníamos previsto partir para Åryd a participar de la fiesta de cumpleaños de Ida, la pareja de Matias (el hijo mayor de Omar y Ana Maria).
Al no haber alcanzado a comprar los chorizos el día anterior, salí temprano el sábado 18 por la mañana a la carnicería y luego de cargar el auto con todo lo necesario dejé a Viktoria en Västra Hamnen con Johanna y pasé a recoger a los dos pasajeros Lobe y Washington que vendrían conmigo a Åryd. A las once nos encontramos todos en lo de Omar y al rato partimos juntos para Växjo con un día nublado y chaparrones. Habíamos decidido parar primero en Hagalunds B & B en Hollstorp, donde Ana María había hecho reservas para pernoctar. Después de pasar por el centro de Växjö y continuar unos diez kilómetros lo encontramos con relativa facilidad en base a las indicaciones del GPS y la intuición ya que era parte de una chacra en el medio del campo. Nos recibió la dueña, una señora mayor muy amable y correcta, quién nos mostró las tres habitaciones dobles que ibamos a utilizar. También nos dio la llave de entrada a la casa. Desde allí continuamos hacia Åryd, otros diez kilómetros hacia el este y así llegamos finalmente a la casa de Ida y Matias en un paraje idílico a la orilla de un lago. El lugar había sido 150 años atrás una fundición de hierro y aun quedaba el horno y otras instalaciones, todo convertido en un museo.
Cuando llegamos ya había comenzado la fiesta de cumpleaños. Habían armado carpas en el prado frente a la casa y nos encontramos con una mesa grande con café y torta de frutillas. Ida había mandado invitación a mucha gente de modo que entre amigos y familiares eramos más de treinta personas. Durante la tarde caminamos por la zona guiados por Omar y Ana Maria. Había plantas de frambuesa y parrilla en cantidades, además de una alfombra de arándanos en el bosque, todo maduro. Recorrimos parte de la orilla del lago y pudimos ver por todos lados rastros del mineral de hierro que aun abundaba en la zona. A pesar de estar nublado y amenazador se mantuvo seco y pudimos poner las parrillas al aire libre para comenzar con el asado. Matias había preparado chorizos vegetarianos que acompañaron a las verduras en las parrillas, mientras que los carnívoros pusimos chorizos y carne en la parrilla que había llevado yo desde Malmö. Tambén hubo canto y música, bajo la protección de la carpa y de los mosquitos que se hicieron presentes cuando cayó la oscuridad. Cuando consideramos prudente regresar a la hostería era ya noche cerrada y nuevamente nos ayudaron las indicaciones de Matías, el GPS y la intuición para llegar a destino. Yo compartí la habitación con Washington y lamentablemente él cayó dormido primero con lo que sus ronquidos me mantuvieron despierto un largo rato. Pero finalmente pude conciliar el sueño y me desperté a las ocho y media, cuando la dueña ya había preparado la mesa del desayuno con todo lo que uno pudiera imaginarse. Nos juntamos todos alerededor de la mesa grande y ella nos hizo compañía también, contándonos un poco de la historia de su familia. Uno de sus hijos se seguía ocupando del ganado vacuno de la chacra, mientras que su hija estaba a cargo de los caballos.
El día había comenzado con llovizna, pero cuando terminamos de empacar y poner todo en los autos había dejado de llover. Arrancamos primero para una iglesia medieval situada en el medio del campo en Hemmesjö y después de explorarla desde afuera rumbeamos hacia Växjö. Nos encontramos con una ciudad muy bonita, con cantidad de espacios verdes y parques bien cuidados. Visitamos una construcción imponente, mezcla de hotel y centro de conferencias y fiestas, y luego la catedral que también era una maravilla. Habían utilizado vidrio en abundancia para decorar la iglesia y el efecto era fantástico. Después del paseo por Växjö regresamos a Åryd. Aun había invitados, y el café estaba abierto por lo que nos sentamos a merendar en el parque antes de emprender el regreso. Ana Maria y Omar pensaban salir de gira por la zona de Småland donde fabricaban cristalería, mientras que yo pensaba regresar directamente a casa. Cargué la parrilla y partimos Washington y yo hacia Malmö. Durante el trayecto de regreso tuvimos mucha lluvia pero en las cercanías de Malmö salió el sol. Esa noche me acosté bastante temprano para recuperarme del corto sueño de la noche anterior.
Viktoria consiguió finalmente su carnet de conducir el lunes 20 por la tarde, después de una prueba práctica bastante corta y sencilla según su relato. Esa misma semana tuvo varias oportunidades de salir sola con el auto, incluyendo un viaje a Trelleborg el sábado siguiente al haber conseguido un trabajo ese día en una feria de comida.
Por mi parte había terminado con el empapelado del departamento de Johanna y KF en Lund, y también adquirireron un piso de madera para cubrir el balcón que instalamos muy rápido después de unas pocas modificaciones con el serrucho. Ellos se fueron a pasar unos días a la casa de Skrattarp, en las cercanías de Torekov y el lunes 27 nos invitaron a reunirnos con ellos para hacer una salida. Fuimos a la tarde después que Viktoria terminara con su trabajo de niñera y nos encontramos con ellos y con Kerstin, la madre de KF, en el centro de Våxtorp. Desde allí nos guiaron un corto trecho hasta un campo con una casa grande en el medio del bosque, propiedad de los padres de KF. Su padre estaba esperando allí junto con su hermano Axel y la esposa, Madde. Ella flamante egresada como meteoróloga y a punto de comenzar a trabajar como tal para el servicio meteorológico sueco. Tomamos café acompañando los muffins de chocolate que había llevado yo, antes de salir de excursión por el bosque. Hicimos primero un trayecto de unos dos kilómetros con los autos por un sendero y luego continuamos a pie buscando hongos y frutas silvestres. Los hongos eran especilalidad de Kerstin, aunque encontró muy pocos. En cambio había abundancia de arándanos, frutillas silvestres y frambuesas, por lo que juntamos bastante. Más tarde quedaron las mujeres solas ya que los hombres se fueron a Halmstad para ver el partido de futbol que Malmö iba a jugar allí. Volvimos entonces a Skrattarp por un camino muy pintoresco bordeando en parte el mar, y después de dejar el auto fuimos caminando a Torekov a buscar un restaurante para cenar. Había muchos turistas y no era facil encontrar lugar, pero después de varias idas y venidas finalmente pudimos sentarnos en la terraza de un restaurante en el puerto que tenía varios platos de pescado. También tenían vino argentino, Vida Orgánica, tanto blanco como tinto, y ambos excelentes. Todos los platos estaban muy bien preparados, y cuando ya estabamos terminando de cenar se nos unieron Karl Axel y Axel después de regresar del partido que por suerte había terminado con 3-0 a favor de Malmö. Por primera vez pude tomar vino en abundancia sin tener que pensar en el problema de conducir ya que Viktoria aceptó hacerse cargo del volante. Pasamos una velada muy linda con ellos, que se extendió hasta bien entrada la noche. Salimos de allá casi a medianoche y regresamos con mucha prudencia de modo que llegamos a casa a las dos de la mañana. Fue una buena práctica para Viktoria, para ir acostumbrandose a manejar de noche.
Antes de volver a embarcar fue posible hacer el tradicional paseo de verano a la isla Ven, esta vez en compañía de Ana María y Omar, además de su nieto Elián de dos años y medio. Viktoria tenía otros planes para ese día, iba a salir con Johanna y Cornelia a recorrer mercados de pulgas. El sábado 1 de agosto nos trasladamos por lo tanto con el auto de Omar a Landskrona. Nunca antes nos habíamos encontrado con tanta gente interesada en cruzar a la isla y había colas apreciables, pero logramos tomar la lancha planeada y aun había bicicletas disponibles para alquilar. Hicimos la recorrida habitual de la isla con una tarde hermosa, y paramos dos veces a merendar, siempre con la mirada atenta a Elián quien tenía la tendencia a desaparecer en un santiamén. Al regresar a Malmö salí con Viktoria y Johanna a cenar, ya con la mirada puesta al embarco ya que al día siguiente a la noche tenía que volar a Bruselas para embarcar en Amberes.
Viktoria me llevó a la estación del tren el domingo 2 de agosto a la tarde –otra ventaja de tener carnet de conducir- y a la noche hice el vuelo a Bélgica. En el aeropuerto de Bruselas había un taxi para llevarme al buque, pero nos quedamos una media hora más esperando la llegada de un tripulante para otro buque, de modo que llegué a bordo ya cerca de la medianoche. No había grandes novedades en el Ek-Star, y tampoco ningún destino nuevo después de la descarga, pero después de un día fondeados afuera nos despacharon a Grangemouth en Escocia. Tuvimos un período poco productivo ya que si bien nos consiguieron cargas eran viajes largos con esperas en los fondeaderos. Desde el buque entré en internet e hice las reservas para el viaje a Madrid. Me decidí por viajar el viernes 25 de septiembre por la tarde, par que Viktoria no faltara ese día a la escuela, y conseguí un paquete con vuelo y hotel a un precio razonable. El 9 de septiembre desembarqué en Helsinki y ese mismo día volé a casa. En Pori, nuestro puerto anterior, habíamos dejado a uno de nuestros oficiales al haber tenido dolores abdominales durante unos días que resultaron ser una apendicitis. Lo operaron, y al no producirse mayores complicaciones regresó a bordo en Helsinki al día siguiente.