31 de Marzo 2017
Como siempre, mucho video y poco sueño en el avión, que llegó el viernes 31 a Madrid antes del horario previsto para orgullo de la tripulación. Tenía unas cinco horas y pico de espera antes de continuar a Copenhagen pero estaba bien equipado, con un libro y con wi-fi de modo que pasaron bastante rápido. Dormí la mayor parte del trayecto a Copenhagen, donde aterrizamos nuevamente antes del horario previsto. Seguía vigente el control de documentación antes de subir al tren en el aeropuerto y un segundo control en la estación Hillie donde el tren hacia una parada obligatoria de quince minutos. Me bajé en la estación del Triángulo donde me estaba esperando Alicia, y desde allí nos trasladamos en taxi al departamento. Suecia me recibió con un día templado y de a ratos soleado, y con los primeros brotes primaverales.
El sábado conocí a Nicolas Marcos, flamante nieto de Alicia, cuando fuimos al parque contiguo al museo de arte moderno a encontrarnos con Magela, ahora madre de dos hijos. Era un niño muy tranquilo que solo quería comer y dormir. Elisa estaba allí también, y después de ir a merendar a un café cercano fuimos al departamento de Magela a matear. Habían comprado un piso de plástico de Ikea para reemplazar las baldosas de madera de su balcón y el cambio lo hicieron esa tarde, con la promesa de darnos parte del piso de madera para colocarlo en el pequeño balcón del entrepiso de nuestra escalera. Al rato vinieron Carlos y Elena, los consuegros de Alicia, quienes nos propusieron que los acompañaramos en una gira de cuatro días a la isla Öland el fin de semana de pascua. La idea nos pareció muy interesante y quedamos en contestar. Johanna y familia estaban en Torekov, donde habían ido con nuestro auto, y prometieron devolverlo el martes siguiente aunque Johanna vendría a vernos el lunes después del trabajo.
El domingo a la tarde ibamos a ir al cine Panora con Elena, pero resultó que cuando nos encontramos allí vimos que nos habíamos equivocado con el horario y terminamos en la confitería frente al parque que por razones desconocidas era conocido con el nombre de "parque de Jesus". A la noche decidimos anotarnos en la excursión a Öland e hicimos las reservas en el mismo hostel donde iban a alojarse Carlos y Elena en las afueras del pueblo de Mörbylånga, en la parte sur de la isla.
Lunes 3 de abril. Por la mañana alcanzamos a hacer una salida de compras con nuestras bicicletas y preparamos comida a la espera de Johanna que vino a la tarde junto con Ellen. Ambas estaban muy bien, Ellen muy grande y vivaracha como siempre. Nosotros aceptamos hacernos cargo de mi nieta la noche del 18 al 19 para facilitarle a Johanna una importante reunión familiar y Alicia había comprado una cama plegable para niños previendo estas eventualidades. Johanna y KF habían concretado esa misma mañana la compra de una casa en el barrio Mellanheden de Malmö, algo que habían estado planeando hacer desde hacia tiempo al quedarles chico el departamentio. Con un muy bonito atardecer dimos Alicia y yo un paseo a pie por el barrio, pasando también por el departamento de Carlos para ponerlos al tanto de que los acompañaríamos a Öland y además dejé un sobre que la hermana de Elena me había dado en Uruguay para ella.
Alicia tenía que hacer suplencias en guarderías el resto de la semana de modo que el martes nos levantamos más temprano para que llegara a su trabajo a las nueve. Ese día le tocaba una guardería a pocas cuadras de nuestro departamento. Johanna vino a la tarde con Ellen en nuestro auto y después de darle una lavada interior y exterior en las cercanías la alcancé a su departamento y ya me quedé con el vehículo. La tarde era muy agradable y Alicia fue al parque a encontrarse con Magela y Nicolás antes de que aprontáramos nuestra cena.
El auto tenía aún las cubiertas de invierno y había que cambiarlas, lo que fue mi primera tarea del miércoles. Fui a la gomería donde estaban almacenadas las cubiertas de verano, y evidentemente no tenían un buen sistema ya que el empleado buscó un buen rato en el depósito y no las pudo encontrar. Me pidieron que volviera al día siguiente para darles tiempo a encontrarlas...Al estar cerca de un Lidl fui para allá a ver si aun tenían sillas de niños para la bicicleta y por suerte había unas cuantas. Alicia había montado ya una en la suya y así quedamos bien equipados para eventuales excursiones con niños pequeños en bicicleta. A la noche nos llamó Johanna pidiendo ayuda con Ellen, ya que por haber tenido un poco de diarrea no podía ir al día siguiente a su guardería. Quedamos en que yo iría para allá a la tarde sin Alicia pues ella tenía un poco de tos y no queríamos contagiar a la pequeña.
Jueves 6 de abril, dia del cumpleaños de Gabriel y también día en que hicieron en Argentina la primera huelga general al nuevo gobierno. Tuve más éxito con las cubiertas pues las habían encontrado y las tenían a mando cuando pasé por la gomería a la mañana. Como siempre dejé las ruedas de invierno en su hotel. A la tarde fuí al departamento de Johanna y me hice cargo de Ellen mientras ella iba con KF y un técnico a hacer la inspección de la casa que pensaban comprar. Ellen no tuvo mayores problemas en quedarse sola conmigo, y entre juegos y la comida pasaron rápidamente las tres horas que estuvieron ausentes. Mientras estaba allí me comuniqué con Karin por Skype. Ella estaba en la casa de Eva al no haber transporte público debido a la huelga. Johanna y KF me contaron que al inspeccionar la casa descubrieron algunos daños causados por la humedad pero no parecían ser problemas importantes.
La guardería que le tocaba el viernes a Alicia quedaba un poco lejos y como el día estaba gris y frio la llevé con el auto. En dirección a esa guardería se encuentra el mercado de pulgas de Emaus y allí nos encontramos a la tarde, Alicia fue caminando y yo llevé el auto. Mientras estábamos allí se produjo en Estocolmo un atentado en el que un camión fue secuestrado y su conductor se metió a toda velocidad en la calle peatonal del centro comercial y terminó embistiendo la emtrada de la tienda Åhlens. De a poco fuimos conociendo más detalles y Magela, que vino a nuestro departamento, nos contó que su hermano Marcos había sido testigo de parte del hecho pues su oficina se encontraba sobre la misma calle y a escasa distancia. Más tarde nos comunicamos con él y nos dijo que la policía no dejaba salir a nadie a la calle. Habían suspendido también el transporte colectivo de modo que no tenía posibilidades de regresar a su departamento y en el peor de los casos tendría que pasar la noche allí. El triste saldo del atentado fueron cuatro personas fallecidas y quince heridos, además de un pais en estado de shock aunque los servicios de emergencia y de seguridad funcionaron muy bien. A la noche detuvieron a un sospechoso, que aparentemente había sido el conductor del camión.
El sábado al mediodía fuimos al departamento de Magela a buscar las baldosas de madera que habian quitado de su balcón y llenamos el baúl del auto con ellas. Luego continuamos hasta Limhamn para almorzar en el restaurante Kajutan del club de vela, y terminamos en el departamento de Mayari, quien se había anotado con treinta baldosas para colocar en su balcón. Estando allí me llamó Viktoria informando que había reservado un vuelo para venir a Malmö por dos semanas el 31 de mayo. Lo más barato que había encontrado era vía Nueva York y Londres, un viaje bien largo. Después de una larga mateada regresamos al departamento y descargamos el resto de las baldosas en el balcón del entrepiso de nuestra escalera, dejando para otro día la tarea de colocarlas.
El domingo 9 cumplía 92 años mi tía Ellen y logramos comunicarnos con ella por la tarde. Por suerte estaba mejorando de sus problemas de salud, lo que fue una buena noticia. Por la mañana fuimos a la academia de conducir de nuestro barrio a hacer el curso requerido para que yo pudiera ser instructor de Alicia mientras practicaba. Era un curso de tres horas, muy bien llevado por uno de los instructores de la academia, y salimos de allí convencidos de que iba a ser necesario que Alicia concurriera paralelamente a la academia para tener mejores chances de cumplir con todos los requisitos locales. El día era soleado y a la tarde salimos a caminar un rato por el barrio. En el interín llamó Carlos, el consuegro de Alicia, invitándonos a comer en su departamento donde nos juntamos también con Magela y Leo y los dos nietos de Alicia. A la noche nos quedamos mirando una serie hasta bien tarde y poco después de la medianoche recibimos de Karin la confirmación de que había llegado bien a la cabaña.
Lunes 10 de abril. Alicia trabajó cuatro horas en un preescolar ubicado en en el centro, y a la tarde concretamos la compra de un paquete en la escuela de conducción que incluía 25 horas de manejo, dos cursos obligatorios y el curso de teoría. Johanna me llamó preguntando si podía ocuparme de Ellen al día siguiente ya que seguía mal de los intestinos y no podía dejarla en su guardería. Karin nos contó un poco más en detalle su llegada al Uruguay y a la cabaña; el único inocnveniente que tuvo fue que el teléfono que yo le había dejado tenía agotado el crédito y no pudo avisar a Magdalena de su llegada para que la esperara. Osvaldo ya estaba de regreso en Uruguay y ayudó a Karin a poner en marcha la casa. Según el pronóstico le esperaba un día martes muy ventoso. Asi fue también en Malmö y lo noté cuando fui a la mañana al departamento de Johanna con el auto. Había un viento helado que venía del lado del mar y preferí no salir a pasear con Ellen ese día. Alicia pensaba que se iba a quedar en el departamento pero se encontró con la sorpresa de que la solicitaban para una suplencia. Después de regresar a casa a la tarde fuimos Alicia, Elisa y yo al parque cercano donde nos encontramos con Carlos y su otra nieta. Seguía haciendo mucho frio pero de a ratos había un sol reconfortante.
Alicia tenía turno con el dentista el jueves a la mañana de modo que la partida de Malmö fue hacia la una de la tarde. Carlos y Helena nos pasaron a buscar con el auto de Omar y después de cargar nuestros bártulos tomamos la ruta a Öland. Llevábamos algunas provisiones para el viaje y también para la cena de modo que fuimos directamente al hostel Stora Frögården que habíamos reservado en las afueras de Mörbylånga. Ni bien se pasaba el puente a la isla había que doblar a la derecha y hacer unos diez kilómetros para llegar a nuestro destino. Nos encontramos con un hermoso hostel en medio del bosque y con una muy cordial recepción por parte de los dueños. La cocina y salas comunes para los huéspedes estaban muy bien equipadas, y ni bien nos acomodamos preparamos la cena con nuestras vituallas. Aun no había anochecido y decidimos salir a caminar por la costa siguiendo un sendero utilizado por los observadores de pájaros que venían en cantidad a ver la llegada y partida de las bandadas en primavera y otoño. Vimos dos torres altas preparadas para ese fin también.
Habíamos incluido el desayuno buffet en las reservas y resultó ser también muy completo. El viernes decidimos arrancar para el sur de la isla, con muchas paradas en el camino. Una de las características principales de la isla era la meseta de piedra caliza que se extendía por gran parte de la región sur y que era muy llamativa por su variada flora. De a ratos tuvimos sol y de a ratos un poco de lluvia durante el trayecto y asi llegamos hasta la punta sur de la isla. Para regresar elegimos costear por el lado este hasta llegar a la altura del puente y allí cruzamos los escasos quince kilómetros que separaban ambas costas. Llegando a Färjestad encontramos un supermercado donde compramos lo necesario para armar la cena en el hostel.
Habiendo recorrido el día anterior buena parte del sur de la isla, optamos el sábado por explorar la parte norte cruzando primero a la costa este. Nos habían informado que había un festival de pascua en uno de los pueblos y efectivamente nos topamos con una gran aglomeración de gente a ambos lados de la ruta. Habían habilitado un estacionamiento en un predio anexo al pueblo y después de dejar el auto allí hicimos una rápida recorrida del festival, donde nos encontramos con diversos kioskos, establos con animales, un mercado de pulgas y actividades de pascua en la iglesia. Continuando hacia el norte dimos con las ruinas de lo que había sido un restaurante criollo (se llamaba Pampas) que habíamos descubierto mi hermana y yo años atrás en otra recorrida por la isla. El lugar estaba lamentablemente en un estado de abandono total y era más que evidente que no iba a funcionar más. En el extremo norte de la isla nos encontramos con grandes canteras de explotacion de piedras para la construcción, además de una iglesia medieval de los años 1100. Luego volvimos a cruzar al este llegando a al pueblo de Byrum donde se podían apreciar las llamadas "raukas", lenguas rocosas de pizarra erosionadas por el mar cuyo origen eran corales que durante millones de años se fueron comprimiendo hasta llegar al estado actual. Embebidos en la roca se podía ver cantidad de restos fósiles. Para regresar hacia el sur se podía seguir un camino mejorado paralelo a la costa hasta la ciduad de Sandvik donde nos topamos con el molino de viento tipo holandes más grande de la isla. Nos aprovisionamos nuevamente para hacer la cena y durante trayecto de retorno al hostel comenzó a nevar. El auto de Omar tenía por suerte cubiertas de invierno. La mañana del domingo fue muy fría pero soleada, y aun quedaban restos de la nevada de la noche anterior. Después del desayuno limpiamos las habitaciones y partimos de regreso a Malmö donde llegamos temprano por la tarde. Carlos y Elena nos invitaron a comer y en casa de ellos nos encontramos también con Magela, Leo y sus pequeños.
Lunes 17 de abril. Era el día siguiente al domingo de pascua y tradicionalmente feriado en Suecia. Habíamos quedado en que Johanna, KF y Ellen vendrían a comer a casa, pero finalmente vinieron solo Johanna y Ellen al estar KF mal del estómago. Ese día pudimos concretar el alquiler del auto para la siguiente semana en Málaga. Con Johanna ajustamos los planes para el martes y miércoles, ya que nos habíamos comprometido a hacernos cargo de Ellen. Yo buscaría a Ellen el martes a la tarde y el miércoles me tocaba dejarla y buscarla en su guardería. A las tres de la tarde del martes pasé por el departamento de Johanna y con ella y Ellen fuimos hasta la oficina donde trabaja KF donde nos encontramos con el. Desde allí partieron ellos para Hjortseryd mientras que yo regresé a casa con Ellen. Fue el día que inauguramos la cuna plegable que había comprado Alicia previendo que tendríamos estadías nocturnas de bebés. El miércoles dejé a Ellen en su guardería antes de las ocho de la mañana ya que allí le servían el desayuno. Luego llevé a Alicia a su trabajo pues era una mañana muy fría para la bicicleta y además tenía poco margen para regresar a la tarde desde la guardería a la academia de conducir donde tenía que hacer el curso informativo sobre las consecuencias del alcohol y las drogas en el manejo. A las tres de la tarde volví a la guardería de Ellen para llevarla a su casa, y un par de horas más tarde regresaron sus padres, con lo que di por terminada mi tarea. Alicia trabajaba jueves y viernes también, en la misma guardería de días anteriores. El viernes llegaron los papeles necesarios para que ella pudiera practicar conducción en nuestro auto bajo mi tutela, pero dejamos esa práctica para después de nuestro regreso de Málaga. El sábado hicimos una salida a Ikea de donde regresamos bien cargados con chucherías diversas para el departamento y para la casa en Uruguay. Para el domingo habíamos invitado a la familia de Alicia a comer de modo que nuestra agenda previa a la partida a Málaga estaba bien completa.