17 de Junio 2019
Lunes 17 de junio. Tenía que devolver el auto alquilado antes de las siete de la mañana, de modo que fue un nuevo madrugón. Cuando pasé a retirar la bicicleta por la casa de Johanna había aun un silencio total de modo que la saqué sigilosamente y volvé a casa. A la tarde pasó Johanna con las niñas antes de seguir viaje a su casa de verano en Torekov.
Midsommar 2019El martes por la tarde participamos de un nuevo evento, que esta vez era la presentación en Malmö del libro "Una carcel olvidada", en el que presas politicas de la epoca de la dictadura en Uruguay dejaban testimonios de sus vivencias. Hubo una concurrencia numerosa, y como siempre montó Ines una cantina en la que nuevamente colaboré con una torta de zanahorias sin gluten. Después del evento, con un día muy calido y ya anocheciendo, nos juntamos unos cuantos a compartir un rato en una cervecería. Como todos los veranos, este año también seguía la tradición de hacer eventos gratuitos en Malmö. Se lo llamaba "Escenarios de Verano" y una de ellas era en el anfiteatro de nuestro parque, a poca distancia del departamento. El martes dimos la vuelta de siempre por el parque, haciendo una parada en el anfiteatro donde escuchamos una hora de buen jazz. El anfiteatro estaba completo pero era posible sentarse en algunas de las lomas que lo rodeaban. Mi amigo Miguel me sorpendió con un mensaje ya que desde hacia tiempo estaba desconectado. Me contaba que después de dos años habia salido finalmente del pozo de depresión que le había producido la muerte de Tamara y también me confirmó que quería organizar una nueva reunión de egresados del colegio nacional de Bariloche. Ana Luisa había regresado de Amsterdam y nos reunimos el jueves en casa con ella, Ines y Lucho para cenar juntos.
Las Chicas de La HabanaAl día siguiente se celebraba en Suecia el comienzo del verano, y Mariche y Carlos habían invitado a cantidad de amigos a reunirse en su casa de verano. Cada cual llevó su contribución para la comida y la bebida, y por supuesto hubo de sobra de todo. Nosotros fuimos en bicicleta con una tarde linda, cosa que rara vez se producía en esa fecha, y para postre llevamos frutillas, que había en abundancia. Continuó el buen tiempo el sábado también, y Magela con Leo y los niños pasaron por casa a almorzar yendo luego todos a un parque cercano con muchos juegos para niños recién inaugurado. Nosotros dimos luego no una sino dos vueltas al parque. El programa del domingo en el anfiteatro del parque era la presentación de un grupo cubano que se denominaba "Las chicas de la Habana". Sospechando que iba a ir mucha gente nos instalamos en las gradas una hora antes de que comenzara la función, guardando lugar también para Ana Luisa y Magela. La banda tocó mucha salsa y otros ritmos populares, y en el espacio libre delante del escenario se juntó una multitud para bailar al compás de la música.
Lunes 24 de junio. Faltando menos de una semana para la reunión que organizamos para mi cumpleaños comenzamos con los preparativos, haciendo las primeras compras en el supermercado Lidl. También nos decidimos por el viaje a Uruguay, reservando un vuelo para el 25 de septiembre con Air France. Encontramos pasajes bastante económicos, aunque luego nos percatamos que no incluían equipaje despachado, cosa que era cada vez más frecuente. No nos quedaba otra que pagar por las valijas y pensamos que tal vez nos podíamos arreglar con una sola. El martes comencé con la preparación de las empanadas que pensabamos ofrecer y alcancé a hacer más de la mitad de la tanda. También continuamos con las compras que se podían ir adelantando, y alcanzamos a dar nuestra vuelta por el parque. La ola de calor que estaba afectando al sur de Europa se hizo notar en Suecia también aunque en menor medida. La temperatura del miércoles en Malmö alcanzó a los 30 grados, y curiosamente descendió con mucha rapidez hacia la nochecita. Con nuestras bicicletas fuimos hasta la vinería y compramos todo lo necesario desde el punto de vista alcohólico. Lucho se propuso contribuir a la fiesta con una pasta frola y como nunca antes la había hecho preparó una de prueba, que compartimos a la noche. Realmente le había salido muy bien, y me traje un buen pedazo a casa. Continuamos el resto de la semana con las compras ya que al solo tener las bicicletas no podíamos acarrear mucho por vez, quedando para el mismo domingo algunas cosas que necesitábamos frescas. Miguel contestó a mi mensaje y me confirmó que planeaba organizar la reunión de egresados para el mes de noviembre por lo que le dije que en principio podía contar conmigo. El sábado fue nuevamente un día soleado y caluroso, y el pronóstico anunciaba también mucho calor para el domingo, por lo que avisamos a todos los invitados que la reunión comenzaría una hora más tarde. Ya a la medianoche del sábado Alicia me hizo el regalo de dos libros.
Además de los cuatro niños, eramos quince adultos los que participamos de la reunión en el jardín frente al edificio, donde había una parrilla y una mesa. Agregamos dos mesas más y Ana María colaboró con cuatro sillas plegables para poder comletar la dotación. Estaban Johanna y KF, Magela y Leo, los padres de Leo, Ana María y Omar, Carlos Mendez, Hilian e Isabel, Lucho y Ana Luisa. Mayari pasó más temprano porque luego tenía que trabajar en uno de los espectáculos del escenario de verano. En la parrilla pusimos salchichas y chorizos, y además invitamos con empanadas y tartas, las tartas hechas dos por Alicia y dos por Lucho. Había varios candidatos para entretener a los niños, que jugaron mucho en el pasto mientras nosotros comíamos y bebíamos. Alicia había hecho dos tortas idénticas con cremas de curd de limón y de chocolate, y quedaron exquisitas. También hizo un cheese cake sin horno y sin gluten, mientras que Lucho trajo su pasta frola. O sea comida en exageración, además del vino, la sangría y el espumante. El día fue muy caluroso pero también muy ventoso, de modo que terminamos en el departamento para hacer la sobremesa de café y pasta frola hasta pasadas las once de la noche.
Lunes 01 julio. Día del cumpleaños de Viktoria y a la tarde pude comunicarme con ella. Tuvimos una suerte extrema con el tiempo al organizar mi reunión de cumpleaños en el jardín pues el verano se tomó una pausa ya el domingo por la noche, con clima definitivamente otoñal a partir del lunes. Tuvimos a Elisa y Nicolás en casa desde la mañana al no ir a la guardería y con Leo y Magela trabajando. Los niños estuvieron tranquilos y los conflictos entre ellos fueron mínimos. Nuestra amiga Ana Luisa regresaba el miércoles a Cuba y para hacerle una despedida, y habiendo sobrado mucha comida y bebida, decidimos reunirnos el martes a la tardecita a comer en casa de Lucho llevando algunas provisiones. Regresamos bastante tarde a la casa con una noche fría y ventosa. Al día siguiente partió Alicia hacia Estocolmo a visitar a Marcos. Pedimos un taxi para que la llevara a la estación central y como se atrasó mucho llegó con los minutos contados a tomar el tren. Se encontró en la estación con Magela y Elisa, ya que eran las tres generaciones las que viajaban. Yo aproveché el día para hacer algunos trabajos pendientes de instalación de cables en el departamento, y no salí a la calle. El jueves si salí a hacer algunas compras y también fuí a matear un rato con Omar en su casa mientras Ana María hacia compras. Teníamos tiempo fresco y bastante ventoso, con chaparrones. Avancé bastante con el tendido de un cable hasta el armario donde queríamos tener guardada la aspiradora que habíamos comprado y dejé lo último para el viernes.
El viernes cumplía años Isabel y le mandé un mensaje a Francia. Me dijo que pensaba venir con las niñas de visita a Malmö el 18 de julio para quedarse por tres semanas. Karin y Mariano cruzaron al Uruguay y llegaron de madrugada a la casa de Alicia en medio de una fría ola polar, aunque por suerte les iba a tocar un fin de semana de sol. En Malmö en cambio podíamos haber tenido mejor clima, y Alicia regresó de Estocolmo el sábado a la tardecita con un día fresco y lluvioso. Leo recibió a la familia en la estación central y trajo a Alicia a casa con su auto. Continuando con los eventos de verano el domingo se presentó en el anfiteatro del parque un conjunto folclórico venido de Albania, que dió un concierto mezclando temas muy melancólicos con otros más alegres que parte del público acompañó bailando frente al escenario. Alentada por Mayarí, Alicia bajó también a participar del baile con ella. La campera de lluvia color celeste era el testigo visual de su participación.
Lunes 08 de julio. Después de una pausa de varios días bajé al gimnasio para reanudar las sesiones y luego hicimos una salida de compras Johanna había regresado a Malmö a pasar el fin de semana, pero el lunes ya regresaron a la cabaña sin que hubiera oportunidad de encontrarnos. Al día siguiente quedó Alicia en llevar a Nicolás al parque Beijers en la bicicleta, mientras que yo daba una vuelta por el departamento de Viktoria a levantar correspondencia antes de ir al parque también. Los encontré allá con Nicolás muy entusiasmado usando los varios toboganes y otras atracciones para niños. A media tarde regresamos a dejar a Nicolás en su casa y me percaté que me faltaba el teléfono celular. Mi sospecha era que se me había caido donde habíamos estacionado las bicicletas y regresé al parque a tratar de encontrarlo. Esa búsqueda fue infructuosa pues no lo encontré y volvía casa. Ese día había un espectáculo de flamenco en el anfiteatro y decidimos que mientras Alicia asistía al mismo yo hacía un nuevo intento llevando su teléfono. Ya en el parque probé llamando a mi número a ver si lo escuchaba sonar en algún lado, sin resultado, pero después de varios intentos contestó sorpresivamente una mujer. Le expliqué que estaba buscando mi teléfono y me dijo que contestaba desde una comisaría, donde habían entregado el celular Aparentemente tenía que presentar el recibo de compra para retirarlo, cosa que no tenía ya que lo había comprado en Piriápolis, pero fui igual para allá a tratar de solucionar el problema. Di todas las explicaciones del caso, y como tenía desbloqueador con mi huella digital, con una simple demostración fue facil convencerlos de que era el propietario del aparato. Final feliz de una torpeza...Aun llegué a tiempo a escuchar la parte final del concierto de flamenco, que estaba colmado de un entusiasta público. Aun teníamos pollo y chorizos sobrantes del asado de cumpleaños, y combinado con el buen tiempo decidimos asar el miércoles en el jardín, invitando a Ana María y Omar además de Hillian e Isabel. Ellos colaboraron también con carne, chorizos y postre, y tuvimos una muy linda reunión donde no faltaron las frutillas. Viktoria me mandó una foto del carnet que Suecia le había dado a Matías acreditando su permiso de residencia y trabajo preliminar por dos años. También final feliz de una larga lucha. Hacía ya tres años la barra sudamericana me había dado como regalo de cumpleaños un vale para andar en una especie de monopatín eléctrico, que nunca pude llevar a cabo, y finalmente decidí canjearlo por una opción mejor que era una cena para dos en un restaurante de Malmö. El vale lo utilizamos el jueves cenando en el pituco restaurante Årstiderna del centro, que ofrecía una excelente opción de entrada, principal y postre con diferentes vinos para cada plato, todo muy disfrutable. El anochecer era muy apacible y después de la cena caminamos un poco por el centro, donde Alicia se probó también un par de los zapatos metálicos de famosos que adornaban uno de los puentes del canal, antes de subirnos a las bicis y regresar a casa.
Probando zapatos
Årstiderna
Viendo que había ofertas hicimos al día siguiente una escapada al shopping Emporia donde compramos una cocina de aluminio para picnic y una balanza para valijas. La cocina era más que nada para completar la dotación de elementos recomendados por el gobierno sueco para situaciones de crisis tal como corte prolongado de electricidad u otras calamidades. Tal vez era una buena medida tomar las recomendaciones en serio. Nicolás y Elisa iban a quedarse el sábado a dormir en nuestro departamento y siendo un día lindo los recibimos a la tarde con un asado en el jardín ofreciéndoles salchichas a la parrilla. Al día siguiente tuvimos un asado recíproco en el jardín del departamento de sus padres con otro lindo dia de verano. Cuando regresamos a casa llamé a Agustín y lo ubiqué comiendo también un asado en casa de Eva donde estaban además Viktoria, Matías, Karin y Mariano entre otros. Agustín me comentó que ya había fecha para la primer operación de mi nieto Mariano hacia fines de agosto. Me contó también que Gabriel estaba en Alberti con Lucía y que se les había metido un ratón en la casa...
Lunes 15 de julio. El verano hizo una pausa y regresó el clima desapasible. Como además Alicia no andaba muy bien de la panza nos atrincheramos el lunes en el departamento a la espera de que mejorara, lo que comenzó a suceder el martes. Ese día
vinieron Magela y Nicolás a almorzar y luego salimos a dar una vuelta por el parque mientras Nicolás dormía su diaria siesta en el cochecito. Aprovechamos para completar la vuelta habitual completa al parque, yendo también a apreciar los primorosos canteros de flores cercanos al pabellón de Margareta. A las siete de la tarde había una nueva presentación en el anfiteatro del parque, y ese día se trataba de un grupo de tres cantantes de Mali, decididamente feministas y con el sugestivo nombre de "Las amazonas de Africa" que interpretaron su música con mucho ritmo y a todo volumen ante un entusiasta público que colmó el lugar. Desde Uruguay recibimos la información del taller que por fín habían llegado los repuestos para reparar el auto, después de casi tres meses (!) de espera. Como Isabel llegaba el jueves de visita con sus dos niñas, Johanna me pidió que fuera a su casa a buscar un cochecito que Isabel recogería el viernes. Además necesitaba una llave del departamento de Viktoria, donde se iba a instalar, por lo que el miércoles a la tarde hicimos la caminata hasta la casa y regresamos con el cochecito y llaves. Según sus planes, Johanna no pensaba regresar de Torekov antes del 25 del mes. Dimos aun la vuelta de siempre en el parque después de la cena. Ante la inminente llegada de Isabel y sus niñas, fui al día siguiente al departamento de Viktoria y terminé con la tarea de adosar la antena coaxial de TV a la pared en su largo recorrido hasta el televisor.
Isabel llamó más tarde y pidió pasar por casa a la noche a buscar la llave. A las siete de la tarde estábamos en el anfiteatro del parque, esta vez para escuchar al cuarteto sueco "Magic Spirit" que interpretaba jazz mezclado con ritmos marroquies al incluir un cantante e instrumentalista de esa nacionalidad. No hubo tanta concurrencia como en otras presentaciones pero para nuestro gusto fue un muy buen concierto.
Isabel pasó a buscar la llave sin poder quedarse ya que tenía a las niñas durmiendo en el auto de su madre, y quedamos en hacer un encuentro más adelante. Con antojo de degustar comida tailandesa fuimos el viernes a cenar al restaurante Green Mango donde tenían muy buena cocina y no quedamos defraudados. Durante una salida de compras al shopping del Triángulo nos topamos el sábado con la caravana de la fiesta anual del "Pride" organizada en Malmö y que contó con la participación de unas 15000 personas, sobre todo gente joven. Había mucho colorido, música y disfraces de todo tipo en la caravana. El mismo día hubo musica nuevamente en el anfiteatro cercano y asistimos a un excelente concierto del grupo sueco "Xenomanía" (Xenomania = obsesión por costumbres o culturas extranjeras). Eran nueve músicos y como su nombre lo indicaba sus temas tenían mucha influencia de lugares del mundo donde había estado su director Ale Möller. Los instrumentos que utilizaban lo ejemplificaban también. En el anfiteatro nos encontramos con nuestra amiga Inés, que había regresado de visitar a su familia en Holanda. Terminamos la semana con una invitación a comer en casa de los consuegros de Alicia para festejar el cumpleaños de Rita, la hermana de Elena, quien estaba de visita en Malmö. Alicia hizo una deliciosa torta similar a la de mi cumpleaños, que tuvo un gran éxito.
Lunes 22 de julio. Comenzó una nueva semana en la que se anunciaban temperaturas muy elevadas, pero el lunes no sentimos aun esa ola de calor. Magela hizo una propuesta para el martes, después de haber consultado en la red actividades para niños durante las vacaciones, y consistía en ir a visitar un antiguo castillo a 40 kilómetros de Malmö y a orillas del lago Ringsjön. No había lugar para nosotros en el auto de modo que consultamos horarios de transporte público para llegar hasta allá. Con todo planeado, armamos un picnic y partimos cerca del mediodía con las bicicletas para estacionarlas en la plaza Värnhem desde donde salía el ómnibus. Para llegar al castillo teníamos que hacer un cambio de omnibus y resultó que al atrasarse unos minutos el primero llegamos tarde a tomar el segundo, que vimos irse casi en nuestras narices. Comenzamos entonces a caminar los 10 kilómetros que aun faltaban y pedimos a los chicos que Leo dejara a la familia en el lugar y regresara a buscarnos. Dicho y hecho, llegamos finalmente al castillo Bosjökloster, que así se llamaba el lugar y nos encontramos con un enorme parque al que se podía acceder por una módica entrada. Además del castillo había hermosos jardines, juegos para niños, animales sueltos, una cafetería y también botes a remo sin costo extra. A principios del 1100 se había establecido allí un convento de monjas benedictinas, que fue cerrado en el 1500 cuando Suecia se convirtió al protestantismo durante la reforma. A partir de entonces el establecimiento se convirtió en castillo y pasó a manos privadas hasta el presente. Paseamos bastante por el parque con los niños y visitamos también el museo del castillo donde incluso habia una visita guiada orientada a los niños. Después del picnic y que los niños jugaran un rato se acercaba el momento del regreso, y por suerte fue menos accidentada la vuelta al darse bien la combinación de omnibus. Con mi campera mostrando ya claras señales de desgaste fuimos al día siguiente al shopping del Triángulo y conseguí una nueva a muy buen precio al haber importantes rebajas. Hillian e Isabel nos invitaron a juntarnos el jueves en el parque de su consorcio para comer un asado, y después de estar un rato con Magela y Nicolás en una piscina para niños cercana a su departamento fuimos para allá. La tarde era era muy cálida y soleada, perfecta para sentarnos afuera a la sombra de un árbol. Participó también una amiga uruguaya que vivía en Växjö y estaba de paseo por Malmö. Johanna nos confirmó que estaba nuevamente embarazada mandando foto de la ecografía, que no confirmaba aun el sexo del bebé en gestación. Se esperaba que naciera a fines de enero. Para el viernes armamos una cena de pizza juntandonos en casa con Lucho e Ines para conversar sobre la excursión del día siguiente a Helsingborg y acordamos encontrarnos el sábado a las diez de la mañana par tomar el tren. El plan era comenzar con una visita a la feria de antiguedades en Helsingborg y cruzar luego a Helsingör, lo que resultó ser demasiado optimista ya que se nos fue buena parte de la tarde en la feria. En un primer salón exponían todo tipo de objetos de prohibitivo valor, pero los otros dos salones se asemejaban a mercados de pulgas, con precios más humanos. Había también un restaurante y cafetería donde nos sentamos a comer y recuperar fuerzas. De la feria salimos con un par de láminas con dibujos de patos para llevar al Uruguay y enmarcar allá, además de un par de aros de plata que encontró Alicia a buen precio. Aun nos dió el tiempo para pasear un rato por la atractiva rambla de Helsingborg antes de regresar a Malmö. Tanto de ida como de vuelta nos encontramos con cantidad de gente que subía sus bicicletas al tren. Rematamos la semana con un encuentro de niños en un parque, juntando a los nietos de Alicia con mis nietas el domingo por la tarde. Habia llovido por la noche y a Sigrid le resultó muy divertido chapotear en un barroso charco.
Lunes 29 de julio. Omar tenía ya fecha para su cirujía y lo iban a internar el jueves 1 de agosto para operarlo al día siguiente. Había prometido visitarlo y el lunes hice una escapada hasta su casa. Por la tarde nos sentamos a matear en el jardín frente a su departamento. Mayarí tenía su día libre y vino a visitarnos, quedandose a cenar con nosotros. Con Johanna logramos armar una reunión que incluyera a Isabel y sus dos niñas, y nos juntamos en su casa llevando chorizos y salchichas que habían sobrado de mi cumpleaños. KF los hizo en la parrilla y cenamos en la terraza con el constante y bullicioso revoloteo de las cuatro niñas. En nuestra agenda de encuentros figuraba una reunión para el jueves donde pensabamos tener una degustación de quesos. Se hizo en el departamento de nuestra amiga Graciela, argentina ella, y contribuimos todos con quesos de diversa procedencia. Ines trajo quesos holandeses, nosotros españoles comprados en el Lidl, y Lucho otros comprados en un puesto que habíamos encontrado en la feria de antiguedades en Helsingborg. Ana María vino también y nos contó que Omar estaba ya internado para la operación del viernes. Al dia siguiente por la tarde nos informó que la operación habia consistido de un raspado en la vejiga por la uretra para hacer un estudio patológico que iba a demorar dos semanas. Quedó internado y lo visité el sábado a la tarde saliendo a dar un paseo fuera del hospital, él llevado la bolsa de drenaje en la cintura. La intención era darlo temporariamente de alta el domingo o el lunes a la espera de los resultados. Para la fiesta de cumpleaños de Ellen pasó KF el sábado a llevarse nuestra mesa plegable del balcón. Había prometido hacer un cheesecake sin lactosa ni gluten, y sin horno, pero siguiendo la receta de internet fracasó el relleno que no se endureció aparentemente por no tener suficiente gelatina. Optamos por congelarla e hicimos una torta de zanahoria como reemplazo. Tuvieron suerte pues el domingo se presentó lindo posibilitando que los invitados pudieran estar afuera y que los niños disfrutaran del jardín. El orden culinario fue inverso pues comenzamos con las tortas, champagne, canto y soplada de velas, para continuar más tarde con chorizos y salchichas a la parrilla que hizo KF. Se encontraba también Isabel con sus niñas y la invitamos a cenar el martes. Antes de que terminara el horario de visitas hice una nueva escapada al hospital ya que Omar continuaba aun internado esperando que disminuyera el sangrado.
Lunes 5 de agosto. Era el día del cumpleaños de Ellen, aunque por lógica se hizo la fiesta el día anterior. KF pasó temprano a dejar la mesa pues ellos partían hacia Vimmerby en Småland a visitar el parque temático dedicado a los libros de cuentos de Astrid Lindgren. En nuestras caminatas por el barrio descubrimos una feria americana a pocas cuadras de la casa abarrotada de cosas y a bajo precio. Por poco dinero nos hicimos de un bonito y discreto juego de porcelana con sopera, salsera, tetera, cafetera, pocillos, azucarera, etc.., además de otras chucherías menores, que levantamos después de buscar nuestro changuito. Me comunqué con Omar ya dado de alta y esperando en su casa que lo llamaran nuevamente. Para la cena del martes invitamos también a Magela, Leo y sus niños, por lo que hubo momentos en que el caos fue total pero igual lo pasamos bien con todos ellos. Isabel regresaba ya a Francia el jueves por la mañana. Estando Omar de regreso en su casa, cambiamos el itinerario de nuestra caminata del miércoles para ir a saludarlo. Fuimos cuando ya habían cenado y estuvimos mateando un rato con ellos en su balcón. Magela nos había invitado a comer pizza al día siguiente y yo horneé dos pre-pizzas sin gluten como contribución nuestra. Los consuegros de Alicia fueron también a la reunión. El viernes tenían planeado ir al Tivoli en Copenhaguen como regalo de cumpleaños de Elisa y para que les resultara más facil ese proyecto se decidió que dada la corta edad de Nicolás, él se quedara con nosotros. Era también el día que comenzaba el festival anual de Malmö, y como el tiempo era bueno lo llevamos al centro con la idea de que diera unas vueltas en una calesita. Alicia lo iba a acompañar para que se sintiera seguro, pero a último momento y antes de que arrancara la calesita decidió que no quería y se tuvieron que bajar. Cuando regresaron del Tivoli pasaron por casa a dejar a Elisa pues también se había decidido que ambos niños dormirían en nuestro departamento. Se acostaron bastante tarde pero por suerte se despertaron también bastante tarde el sábado.
Después del almuerzo salimos con el cochecito doble yendo hasta el museo historico, desde donde partía el tranvía histórico haciendo una corta travesía por el parque. Alicia lo hizo con los niños mientras yo me quedaba custodiando el cochecito, y después de esa aventura continuamos hasta una zona del parque donde había mucha actividades para niños organizadas como parte del festival. Alli nos encontramos con Magela y Leo, y se hicieron cargo nuevamente de los niños mientras nosotros regresábamos al departamento. Hacia el atardecer cayó un muy fuerte aguacero, pero luego se compuso el tiempo nuevamente. El domingo al mediodía fuimos a dejar un regalo a Elisa pues ese día hacia su fiesta anticipada de cumpleaños con amiguitos de la guardería. La familia festejaría el fin de semana siguiente. Antes de volver pasamos por la plaza Gustav Adolf, donde estaban todos los puestos de comida y pedimos un plato con un churrasco en el puesto chileno. El argentino estaba también, con su carne y empanadas, pero la cola era demasiado larga para el apetito que teníamos. Lo dejamos para otro día...Nuestro amigo Lucho nos llamó más tarde y lo invitamos a venir a tomar un café con nosotros. Se quedó hasta que comenzó a caer la noche, compartiendo unos muffins que había preparado Alicia. Era el día en que se celebraban las votaciones primarias en la Argentina, previas a la elección de octubre, y resultaron en una contundente e inesperada derrota del partido gobernante a favor del partido heredero del kirchenismo.
Lunes 12 de agosto. Como era de esperar después del resultado de las elecciones, fue un día negro para la economía argentina con una apreciable devaluación y pérdida de valores financieros. Como todos los lunes hice una sesión de entrenamiento en nuestro gimnasio, y a la noche salió Alicia a encontrarse con algunas amigas. El clima desmejoró el martes y como estaba pronosticado, hubo intensos chaparrones. Recién salimos de la casa hacia el anochecer para dar la vuelta por el parque. Ese día le hicieron la tomografía de contraste a Omar y pasó bien el trance quedando a la espera de los resultados. Tuvimos la idea de llevar el miercoles a Elisa y Ellen al festival para que asistieran a un teatro y a otras actividades para niños. Alicia buscó a Elisa en la guardería mientras yo me ocupaba de Ellen, pero resultó que a ambos nos sorprendió un fuerte chaparrón a medio camino, del que tuvimos que refugiarnos, y por lo tanto decidimos postergar la actividad y traerlas a casa para que jugaran juntas y tomaran una merienda. Más tarde pasó KF a buscar a Ellen, y ya con mejor tiempo llevamos a Elisa a su casa. Luego intentamos picar algo en el festival pero era tal el gentío que desistimos y fuimos a comer unos buenos bifes al restaurante Möllan, bien alejado del festival y con poca concurrencia. Al día siguiente probamos nuevamente la salida con las niñas y esta vez logramos llegar al parque con solo una muy fina llovizna. Después de ver una pieza de teatro en una carpa participaron de otras actividades antes de rematar la salida con una merienda en la cafetería de la biblioteca. El viernes 16 era el cumpleaños de Karin y nos comunicamos con ella cuando ye estaba en su trabajo.
A pesar de ver su viaje a Suecia cada vez más alejado por la disparada del dolar se la veia muy contenta. El mismo día cumplía años Lucía, la sobrina de Alicia que vive en Montevideo, y le mandamos a ella también nuestros mejores deseos. El sábado a la mañana nos comunicamos con Omar y nos contó que su cirujano le había dado fecha para el 3 de septiembre, seguramente con los resultados de los estudios ya disponibles para decidir las medidas a tomar. Con día gris y lluvioso nos quedamos en casa, Alicia preparando ya la torta para el día siguiente. La vino a buscar Leo con el auto y nos llevó a nosotros también dada la amenaza de lluvia. Tuvo un gran éxito entre la concurrencia al cumpleaños, que incluyó a Marcos también, de visita de Estocolmo. Hacia la noche mejoró el tiempo y pudimos hacer la caminata por el parque.
Lunes 19 de agosto. Como Marcos se quedaba un par de días más, Alicia se juntó con él a almorzar en el centro, mientras que yo hacía un recorrido que incluyó ir al departamento de Viktoria a controlar todo y recoger correspondencia, tratar de hacerme un muy necesario corte de cabello, y hacer algunas compras. Encontré cerrada la peluquería por lo que quedó para el día siguiente. Johanna y sus niñas vinieron el día miércoles por la mañana y se quedaron a almorzar con nosotros. A la tarde nos dedicamos a hacer una sopa de verduras para la noche pues esperábamos la visita de tres amigas de Alicia. Hubo también una variedad de quesos, y rematamos con helado y frutos del bosque.
La cascada de Hallamöllan
El jueves 22 era el cumpleaños de Andrea y le mandamos nuestras felicitaciones a través del whatsapp de Cacho. Habíamos invitado a Johanna y KF a cenar el viernes, cena temprana para que no se hiciera tarde para las niñas. Los invitamos con salmón al horno, que fue muy apreciado. Siguiendo la tradición de la "cangrejada", organizamos para el sábado una reunión en casa y como se anotaron la mayoría de nuestros amigos latinos terminamos siendo 16 personas. Resolvimos tomar prestada una mesa del salón del sótano para agregarla a la nuestra, y aunque un poco apretados entramos todos. Además de cangrejos, que no eran del gusto de todos, trajeron diversas tartas como alternativa. Queríamos dejar el departamento en orden por lo que a la noche volvieron los muebles a su lugar y lavamos toda la vajilla antes de acostarnos.
Yo había reservado un auto alquilado para el domingo, que retiré a las nueve de la mañana después de dejar la bicicleta en casa de Johanna.
El lago Verkasjön
Con un día magnífico, nuestro plan era ir a Österlen, dejando el auto en el estacionamiento de la antigua cafetería de Alunbruket en Andrarum para hacer la caminata de cuatro kilómetros por el sendero a lo largo del arroyo hasta la cascada de Hallamöllan. Después de tomar una merienda de fruta en ese lugar emprendimos el regreso a Andrarum por el sendero de la orilla opuesta, dndo una vuelta extra para ver el pequeño lago Verkasjön, y nos sentamos luego en el jardín de la confitería donde pedimos sandwiches y bebida. Ya recuperados, seguimos con el auto hasta la costa entrando a la playa de Haväng para ver si era posible que Alicia se diera un baño en el mar Báltico aunque inmediatamente desistió de ello al comprobar la baja temperatura del agua.
La confitería de Alunbruket
Para el regreso elegimos otro itinerario,
tomando el camino costero a Ystad y entrando a la mayoría de los pintorescos pueblos costeros antes de tomar finalmente la ruta a Malmö. Ana María se había olvidado una canasta que había traido a casa para la fiesta del día anterior y pasamos a dejarsela. Estaban por sentarse a comer la cena y tuvieron la gentileza de invitarnos a compartirla.
Lunes 26. Había alquilado el auto por un día, de modo que el lunes a la mañana fuí a devolverlo y pasé a buscar mi bicicleta por la casa de Johanna. Había hecho una solicitud a nuestro consorcio para poder subalquilar nuestro departamento durante nuestra ausencia y recibimos una respuesta positiva. La inquilina iba a ser una amiga de Alicia que vivía en Växjö y quería mudarse a Malmö. Con nuestros amigos Roberto y Cecilia, que vivían en Mallorca y estaban de paseo por aquí, habíamos armado un paseo a la isla Ven para el día martes. Además del paseo a Österlen, era este otro que no queríamos dejar de hacer, y como teníamos días muy lindos se daban las condiciones ideales. Ellos tenían un auto alquilado y nos pasaron a buscar a las diez d ela mañana, para tomar el barco de las once y media en el que teníamos reservas. Ya había mucho menos turismo, lo que se notaba en los senderos de bicicletas que usamos para dar toda la vuelta de 10 km a la isla. En el extremo opuesto de la isla hicimos la merienda, y las damas aprovecharon también para darse un chapuzón en las frías aguas del mar. Esta vez nos quedamos más tiempo en la isla pues tomamos el barco de regreso a las seis y cuarto. Johanna vino con las niñas el miéroles al mediodía y como había comprado unas sabrosas ensaladas para todos se quedó a almorzar con nosotros. Hacía un calor agobiante y a media tarde salimos Alicia y yo con las bicicletas en dirección a Limhamn para acercarnos a la playa de Sibbarp donde buscamos una sombra para hacer un descanso. Alicia se bañó también en esa playa. A la nochecita aparecieron Hillian e Isabel, que estaban haciendo su caminata, para proponer que jugáramos a las bochas al día siguiente a la tarde. A falta de cancha en nuestro jardín, buscamos un lugar adecuado en el parque frente a casa, donde Alicia y yo perdimos escandalosamente contra nuestros adversarios. Ya cerca de la puesta del sol volvimos al departamento a comer antes de que Hillian e Isabel regresaran a su casa. El viernes a la tarde pasamos por la guardería a buscar a Nicolás, el nieto de Alicia, para llevarlo en bicicleta a un pelotero gigante donde Alicia en especial pasó dos horas de intensa actividad con el incansable niño. El pronóstico meteorológico aconsejaba aprovechar el buen clima del sábado, casi como última chance antes del fin del verano, y nosotros decidimos hacer una nueva vuelta por Österlen invitando a Lucho a acompañarnos en el paseo. Reservé nuevamente un auto, que fue el mismo que el de la semana anterior, y lo retiré el sábado a las nueve de la mañana. Nuestra maratónica vuelta comenzó con un desayuno buffet en la acogedora cafetería de Vismarlöv en las afueras de Malmö, continuando luego por caminos vecinales hacia la costa del Báltico hasta llegar al fuerte medieval de Glimmingehus previa parada en un mercado de pulgas de la ruta. Al igual que años atrás, en el fuerte ofrecían una visita guiada a la que llegamos a tiempo, y fue igualmente interesante e instructiva. En lugar de hacer una merienda allí continuamos el viaje hasta la cafetería de Alunbruket donde llegamos una hora antes del cierre y con una tarde apacible pudimos merendar en el jardín. Lucho no la conocía ni tampoco la cascada cercana por lo que también se la mostramos antes de acercanos a ver el mar en Haväng cuando ya estaba cayendo el sol. Costeando como la vez anterior regresamos a Malmö ya con noche cerrada y cenamos en un restaurante griego de las cercanías de casa. Devolví el auto el domingo a la mañana y luego me puse a hacer una torta de zanahorias sin gluten para llevar ese mismo dia a la tarde a la fiesta de cumpleaños de nuestro amigo Roberto, a la que todos aportamos algo. Omar estaba de asador y además había una variedad de tartas saladas, y desde luego la torta de chocolate, obra de Omar también.
Lunes 02 de septiembre. Ya en el mes de nuestra partida a Sudamérica, el lunes fuimos de compras con las bicicletas a Ikea. La alfombra del living estaba en mal estado y manchada por lo que vimos que ofertas habían, eligiendo una alfombra de yute que obviamente no pudimos traer aún. También compramos entre otras cosas un par de veladores para el dormitorio pues el mio se había roto y almohadas nuevas. Esos productos si pudimos traer con nosotros, y como siempre, almorzamos en el restaurante de Ikea antes de regresar a la casa. El martes era el día de la reunión de Omar con su cirujano, además de ser el día que cumplía años mi yerno Matías. Por la tarde fuimos hasta el departamento de Omar para enterarnos del resultado del encuentro con el médico. El tumor que le habían detectado era maligno y pensaban tratarlo con quimioterapia para reducirlo, al descartar por ahora la cirugía. Antes de iniciar ese tratamiento era necesario colocar un cateter de drenaje en uno de sus riñones pues caso contrario dejaría de funcionar, le dijeron, y esto se haría probablemente la semana venidera. Fuimos muchos los que nos juntamos esa tarde en su casa para darle ánimo y apoyo. A la noche recibí un mensaje de Miguel y me volvió a decir que confiaba en poder hacer la reunión de ex compañeros en noviembre. Días atrás había entrado en la página del tren patagónico para informarme sobre un posible viaje y al menos confirmé que aun funcionaba. Para reservar pasajes había que mandar un mensaje a un correo electrónico, aunque por ahora era solo un proyecto. También hicimos reservas para enero en un hospedaje de campo cerca de Mercedes (Uruguay) ya que queríamos volver a asistir al festival de jazz a la calle. Recibimos de Air France una notificación con un cambio en nuestro vuelo de regreso a Suecia del 29 de abril que implicaba salir con Gol a eso de las cuatro de la mañana, con doce horas de espera en San Pablo antes del vuelo con AF a Paris. Nos pareció una pésima solución y llamamos para ver si podíamos cambiar ese vuelo. Finalmente negociamos cambiar para el día siguiente al mediodía, ahora con destino a Rio de Janeiro para continuar desde allí con KLM a Amsterdam y Copenhagen. Johanna pasó por casa el jueves a la tarde después de retirar a las niñas de la guardería y se quedaron a jugar y merendar con nosotros. Nos comprometimos nuevamente a cuidar a los nietos de Alicia del viernes al sábado, y después de cenar con nosotros se fueron Magela y Leo al cine. Pasaron a buscar a los niños el sábado después del almuerzo de modo que alcanzamos a llevarlos a la placita por la mañana. A Omar le habían dado un turno ya el día jueves para colocar la sonda en el riñón y lo fuimos a visitar a pie a su departamento el sábado por la tarde, pasando por un bosquecito de perales donde hicimos una pequeña cosecha. Ya con la sonda colocada teníamos esperanzas de que pidiera comenzar con la quimioterapia lo antes posible. Finalmente le habían hecho la primera operación a mi nieto Mariano, exitosamente según los médicos, y me comuniqué el sábado con Agustín justo antes que fuera a visitarlo a la clínica de Lujan. Era posible que lo dieran de alta el lunes para poder trasladarse al departamento de Brin por unos días antes de regresar a San Juan a comenzar la rehabilitación. Su novia Lourdes había estado continuamente con el y lo iba a seguir acompañando. Mientras tanto nos enteramos que Gabriel estaba de viaje con Valeria y Lucia por Machu Pichu....! Ya con tiempo bastante otoñal salimos el domingo a caminar al parque más cercano al mar, donde la comuna tenía su vivero detrás del castillo. Era el momento justo de ver las dalias en flor, con una variedad y colorido espectacular.
Lunes 9 de septiembre. Con tiempo gris y lluvioso llevé una de mis dos bicicletas a revisar, con la idea de dejarla en el departamento de Viktoria para que la usaran a su venida a Malmö. Por suerte no fue más allá de ajustar la cadena y revisar los cambios. También llevé mi campera y guantes de invierno para que usara Matías. Como resultado del control anual de mi vista del martes se puso nuevamente sobre el tapete la operación de cataratas y me dieron un turno para el mes de junio. Al día siguiente fui a hacer una visita a Omar, a quien habían citado para reunirse con el oncólogo la semana siguiente, probablemente para comenzar ya con la quimioterapia. Johanna había organizado una cena para el jueves, invitandonos a nosotros y a mis consuegros. Fue una linda velada con ellos y disfrutamos también de una excelente sopa de remolachas seguida de una lasagna. Yo estaba luchando ya con un fuerte dolor de muelas que había comenzado el día anterior, y el viernes a la mañana conseguí un turno con mi dentista. Lo tuve a raya con calmantes y ese mismo día cruzamos en tren a Dinamarca para visitar a un matrimonio conocido de Alicia, ella uruguaya y el danés. Nos bajamos en la estación Örestad y nos vinieron a buscar con su auto para llevarnos a su departamento en una gigante urbanización cercana a la costa con edificios en directo contacto con el agua. Tenían un muy lindo y amplio departamento, y después de un buen almuerzo salimos a caminar por la zona hasta llegar a un embarcadero cercano desde donde salía la lancha colectivo que iba por los canales hasta el centro de la ciudad. Dimos la vuelta completa con esa embaración, sin bajarnos en ninguna de sus muchas paradas, apreciando Copenhaguen desde el agua. La visita se prolongó hasta la noche y para el regreso a Malmö nos llevaron nuevamente en su auto a la estación. Nuestro amigo Lucho nos había invitado a cenar para el día siguiente, a modo de reunión de despedida, y participaron Inés y Graciela también. Había preparado unos canelones muy sabrosos y nosotros colaboramos con helado y frutos del bosque. Christina, la chica que iba a subalquilar nuestro departamento, vino el domingo de Växjö y la recibimos al mediodía para firmar el contrato y explicarle el funcionamiento del lavadero además de mostrarle las facilidades que ofrecía el consorcio. A Lucho lo vimos nuevamente el domingo pues lo invitamos a comer con nosotros. La seguidilla de pasta continuó ese día también, con pasta (sin gluten) y salsa de hongos. Había llegado a Suecia la primer tormenta de otoño, aunque la mayor furia fue en la costa de Gotemburgo mientras que en Malmö se limitó a ser un viento muy fuerte.
Lunes 16 de septiembre. A media mañana pasó Johanna a buscarme con su auto y fuimos juntos a Ikea. Ella quería comprar una mesa y un aparador, mientras que yo quería retirar la alfombra que ya habíamos elegido para nuestro departamento. Estando en eso, anunciaron por los altoparlantes que había que evacuar el local y tuvimos que salir todos a la calle. Sospechamos de un incendio pero no había ni humo ni olor, además tampoco aparecieron los bomberos. Tal vez fue simplemente un simulacro pues al rato pudimos entrar nuevamente y continuar con las compras. Aprovechamos para tomar algo en la cafetería, y quedamos también en que al dia siguiente iria a buscar a las niñas a la guardería y cuidarlas un rato en su casa, al tener que hacer tanto Johanna como KF algunos trámites. A media tarde fuí al dentista, quien comprobó que se me había partido la amalgama de una muela. Me la reemplazó con un relleno provisorio y me dió turno para el lunes siguiente, pues quería comprobar si había que hacer tratamiento de conducto antes de hacer la reparación definitiva. Alicia había ido a ver a sus nietos y regresó con la novedad que tendríamos al día siguiente a Nicolás, quien no podía concurrir a su guardería al estar acatarrado. Nuestro chapista nos informó que finalmente estaba reparado el auto, después de meses de haberlo dejado en el taller, por lo que por suerte tendriamos vehículo a nuestra llegada. El tiempo no nos favoreció el martes cuando tuvimos a Nicolás por lo que no salimos a la calle con el. Por la tarde busqué a mis nietas en la guardería usando el triciclo eléctrico de Johanna pues ellos estaban ocupados firmando los papeles de compra de una casa en Höllviken, a la que pensaban mudarse a fines de julio del año siguiente. Y preparando el viaje, el miércoles bajé valijas del ático antes de hacer una escapada a visitar a Omar con la bicicleta de Karin. Después de unos mates con Omar continué al departamento de Viktoria para dejar la bicicleta y regresé caminando a casa. Asi podían disponer ahora Viktoria y Matías de dos bicicletas. El jueves devolví cuatro libros a la biblioteca y completé las últimas compras para llevar al Uruguay. Quedé con Johanna en que me pasaría a buscar al día siguiente por la mañana para ir a Svagertorp a comprar un par de asientos de bicicletas que estábamos necesitando. Ella tenía que hacer algunas compras de decoración para su casa antes de que vinieran a tomar fotografías la semana siguiente ya que estaban ya en marcha los preparativos de la venta de su casa actual. Me comuniqué también con Mariano por whatsapp y me dijo que su convalecencia iba bien aunque aun estaba en silla de ruedas. A Camilo le parecía muy divertido pasarlo por el departamento de Agustín. El viernes le iban a sacar los puntos, y me dijo que me esperaba en Buenos Aires antes de regresar a San Juan, por lo que probablemente viajaría a verlo el fin de semana del 28 de septiembre. La expedición a Svagertorp nos llevó toda la mañana y parte de la tarde, y a las cinco y media recibimos a los nietos de Alicia, quienes se quedarían a dormir en nuestro departamento. A Elisa la vinieron a buscar a la mañana del sábado mientras que Nicolás se quedaba con nosotros hasta la tarde cuando lo llevamos a su casa para cenar todos juntos, inclusive con Marcos y Sanna que habían venido de Estocolmo a despedirse. Quedamos en que vendrían todos el domingo a cenar con nosotros y le dijimos también a Johanna que se anotara con sus niñas. KF había partido en viaje de negocios a Londres por lo que no pudo ser de la partida.
Lunes 23 de septiembre. El lunes tocó despedirse de Omar y Ana María, por lo que hicimos una escapada en bicicleta a su departamento. Mi intención de hacer el sábado una escapada a Buenos Aires para ver a Mariano estaba ahora en dudas, al no estar claro si se quedaría tanto tiempo. Coloqué los asientos nuevos a las bicicletas de Alicia y de Karin pues ambas lo estaban necesitando y quedaron listas el mismo lunes. Las despedidas finales fueron el martes, comenzando con Johanna y más tarde con Magela. Haciendo el check-in por internet pagamos también por las dos valijas que ibamos a despachar y llenamos ambas hasta el límite permitido de 23 kg cada una. Por suerte aceptaban hasta 12 kilos de peso en las maletas de cabina.