Enero 2011
Este fue un nuevo paseo a España en companía de Mery. Había comprado pasaje con Spanair para volar a Madrid el 13 de enero a las 14:45, y como siempre tome el fiel colectivo 999 a las 11:30 en la parada a una cuadra de casa con lo que llegué al aeropuerto de Copenhagen con tiempo de sobra. Había llevado un par de sandwiches y al rato de esperar ataqué el primero. Cuando fuí a mirar la pantalla para ver cual era la puerta de embarque me encontré con que el vuelo estaba subitamente demorado, con salida esperada para las 16:20. Le avisé a Mery del retraso y ataqué mi segundo sandwich. Por suerte tenía abundante lectura, mi MP3 y la computadora para entretenerme.
El avión apareció a eso de las cuatro de la tarde, proveniente de Madrid, y una hora más tarde levantamos vuelo. Según el piloto, la demora se había debido a las pobres condiciones meteorológicas en Madrid, probablemente niebla. Hicimos un viaje muy tranquilo excepto un poco de turbulencia al principio, y poco antes de las ocho de la noche aterrizamos en Madrid. La valija había llegado sin problemas, y encontré a Mery sentada en un banco esperando. Al haber estado informada del retraso no tuvo que esperar demasiado. Fuimos a la oficina de Europcar a retirar el auto, esta vez un VW Polo 0 km, y después de programar el GPS partimos para Toledo. Cometí varios errores durante el tramo incial por no prestar suficiente atención al aparato, pero como siempre reprogramaba automáticamente la ruta, dejamos finalmente atrás a Madrid en la dirección correcta a Toledo. La distancia desde el aeropuerto de Barajas era de unos 80 km, y cuando entramos a Toledo nos encontramos en el casco histórico con calles muy angostas sin veredas, que apenas nos permitian pasar con el auto con los espejos retrovisores a centímetros de las paredes. Después de acomodarnos en el hotel Eurico tuvimos que salir a buscar un estacionamiento, lo que no resultaba tan facil en esa zona, pero finalmente lo encontramos a algunas cuadras del hotel. Siendo ya cerca de las once de la noche nos encontramos con una ciudad practicamente desierta. Tampoco fue facil encontrar un restaurante abierto, pero dimos con uno de pescados y mariscos. Luego regresamos caminando las pocas cuadras que había hasta el hotel y así terminó el primer día de vacaciones en España.
El viernes amaneció con neblina y después de tomar un abundante y variado desayuno en el hotel salimos a extender el estacionamiento pago del auto y explorar luego la ciudad con su laberinto de calles. Entramos a la catedral, un edificio enorme de características góticas que estaba a una cuadra del hotel, y recorrimos todas las areas que estaban abiertas para el publico. Encontramos entre otros tesoros varias pinturas del Greco, el pintor favorito de Toledo. Después buscamos la judería, o sea el barrio donde antiguamente vivía la comunidad de origen judío, y entramos a una sinagoga que funcionaba como museo y también como exposición de su cultura. Luego encontramos una taberna donde comimos algo liviano antes de hacer una pausa en el hotel. La niebla continuó parte de la tarde y cuando se levantó salimos a caminar por la zona cercana al rio Tajo, que rodeaba en gran parte al casco histórico. Desde allí se podía apreciar bien la orilla opuesta con sus lomas agrestes. Vimos que había un camino que nos propusimos recorrer al día siguiente para ver la ciudad desde los miradores elevados del otro lado del río. También paseamos por el barrio donde estaba el Alcazar, un edificio monumental que era ahora museo militar. Desde la plaza de Zocodovar en las cercanías del Alcazar regresamos al hotel por la calle del Comercio con todas sus tiendas. Hacia la noche, y después del obligado descanso, volvimos a salir para cenar y lo hicimos en un restaurante cercano a la plaza Zocodovar. Al ser el casco histórico relativamente pequeño, era facil moverse de un lado a otro a pie, siempre que uno no se perdiera en el laberinto de calles irregulares. Mientras cenábamos me vine a enterar que Mery había negado nuestra relación en su contacto con ciertas personas de su entorno, lo que a mi modo de ver era decir mentiras aunque así no lo interpretaba ella. Tuvimos una discusión sobre el tema que por suerte no pasó a mayores pero que alertaba sobre dificultades futuras, una señal más de alerta.
Tal como lo habían anunciado, el sábado amaneció también con niebla. Después del desayuno en el hotel fuí hasta donde había estacionado el auto para extender nuevamente el estacionamiento, y un señor que estaba allí me informó que lo había dejado estacionado en una zona no permitida de modo que en cualquier momento se lo podía llevar la grua. Por suerte nos habíamos salvado esta vez, pero lo saqué entonces de allí y lo estacioné por una hora en un lugar cercano donde estaba seguro que podia hacerlo. Busqué a Mery en el hotel y al rato salimos para llevar el auto a un estacionamiento pago cubierto cerca del Alcazar para evitar problemas. Durante el trayecto al estacionamiento entré por calles tan angostas que en un momento dado no pude continuar y hubo que hacer una dificil maniobra dando marcha atrás en subida para poder hacer otro recorrido. Luego paseamos a pie por un barrio del casco histórico que aún no habíamos recorrido y vimos la mezquita del Cristo de la Luz, construida antes del año 1000 y convertida en iglesia después de la expulsión de los moros. Estaba en el barrio que había sido habitado por musulmanes. Regresamos por callejuelas a la plaza de Zocodovar y comimos unos sandwiches en Rodilla antes de regresar al hotel a esperar que se disipara la persistente niebla. Cuando se levantó salimos con el auto como lo habíamos planeado a recorrer el camino de la orilla opuesta del Tajo y allí paramos en algunos miradores para apreciar la espectacular vista de la ciudad. Por el mismo camino continuamos hacia el sur, yo pensando que tal vez iba a ver alguno de los molinos de viento hechos famosos por Don Quijote, pero después de recorrer algunos kilómetros no encontramos ninguno por lo que retornamos a la ciudad y dejamos el auto nuevamente en el mismo estacionamiento. A Mery se le habían salido un par de botones del tapado y encontramos cerca de la plaza de Zocodovar un almacén de chinos que estaba bien concurrido y tenía de todo, entre ello agujas e hilos. Durante una nueva parada en Rodilla, Mery cosió los botones y regresamos al hotel a esperar la noche, con la intención de cruzar nuevamente el río y ver la ciudad desde una perspectiva nocturna. Esa excursión la hicimos cerca de las ocho de la noche y así pudimos ver a Toledo y sus dos monumentos salientes que eran la catedral y el Alcazar magnificamente iluminados. Decidimos dejar el auto en el mismo estacionamiento cubierto y luego elegimos uno de los innumerables restaurantes cercanos a la calle del Comercio para cenar por última vez en Toledo.
El domingo amaneció también con niebla pero se disipó mientras tomábamos el desayuno y preparábamos las valijas. A eso de las once dejamos el hotel y fuimos caminando las pocas cuadras que nos separaban del estacionamiento. Programamos el GPS para que nos guiara a Aranjuez, a unos 50 km de distancia, y ya con un hermoso día de sol hicimos el recorrido hasta allí. En Aranjuez nos encontramos con un enorme castillo al lado del río Tajo y estacionamos el auto para recorrerlo por afuera además de los parques que lo rodeaban. Había mucha gente haciendo lo mismo que nosotros. Después de un rato de pasear por allí continuamos viaje hacia Chinchón, un pequeño pueblo antiguo a menos de 20 km de Aranjuez, construido sobre una loma y muy pintoresco con su clásico estilo español. Logramos encontrar un estacionamiento y bajamos caminando hasta la muy concurrida plaza Mayor donde buscamos un lugar para almorzar. Después de comparar precios encontramos un restaurante que nos pareció adecuado y nos decidimos por el menu del día que como en todos lados incluía dos platos, bebida y postre. Comimos muy bien y luego continuamos viaje hacia Madrid, a unos 50 km. de distancia, hasta el hotel cercano al aeropuerto que había reservado para esa noche. Era el mismo hotel donde me habían permitido partir sin pagar el año anterior cuando me robaron la billetera. Después de acomodarme y de descansar un rato salimos a devolver el auto previo llenado de tanque en las cercanías del hotel. Me costó un poco encontrar el estacionamiento de Europcar al ser de noche y no tener marcado el lugar exacto en el GPS, pero después de dar unas cuantas vueltas por la zona del aeropuerto dimos finalmente con el lugar y entregamos el vehículo sin inconvenientes. En total habíamos hecho unos 300 km durante los tres días que lo tuvimos. Desde allí tomamos el subte al centro de Madrid y fuimos a cenar a un bar de tapas sobre la Gran Vía donde pedimos un plato con fiambres y queso, acompañado por cerveza. El lugar estaba muy concurrido y los mozos pasados de vueltas, pero estuvo todo muy rico. Estábamos a un paso de la comisaría donde habíamos ido en la ocasion del robo de mi billetera. Mery quiso comer un helado por lo que cruzamos la avenida y fuimos al Mc.Donalds de la zona. Allí cerca estaba la estación del subte para ir a Moncloa, donde nos despedimos nuevamente por esta vez. Mery tomó desde allí el colectivo a su casa y yo continué en subte hasta mi hotel en Barajas.
El vuelo del lunes 17 partía a las 13:30, pero cuando me levanté vi que había una densa niebla sobre Madrid por lo que dudé que podría partir a horario. Tomé un muy buen desayuno en el hotel y a las once de la mañana aproveché el servicio de traslado gratutito al aeropuerto que ofrecía el hotel. Cuando hice los trámites de embarco ya me informaron que podían haber retrasos a causa de la poca visibilidad. y finalmente tuvimos que esperar unas tres horas antes de que apareciera el avión de SAS proveniente de Copenhagen. A causa del retraso llegué a casa poco después de las ocho de la noche bajandome del tren en la del Triángulo. Johanna y Cornelia estaban en su sesión habitual de coro de los lunes y aparecieron al rato. Johanna se quedó a ver las fotos de mi viaje antes de regresar a Lund con el auto. Asi terminó el viaje a Toledo, una ciudad pequeña pero espectacular y digna de ser visitada.