Agosto a Diciembre 2012
La promesa de llevar a Alicia y su hermana Brenda a pasear a Österlen fue cumplida a principios de agosto, e hicimos un paseo muy lindo por los lugares más populares y pintorescos, lo que nos llevó todo el día. Habían preparado sandwiches que comimos cerca de la playa en Knäbeckshusen y luego tomamos algo también en la cafetería de Kiviks Musteri con una linda tarde de sol. Como logramos salir temprano de Malmö alcanzamos a hacer el circuito completo antes de que se hiciera de noche.
El 18 de agosto se armó nuevamente un paseo propuesto por Carlos y Helena al encontrarse de visita Monica, la hermana de Carlos, que vivía en Paris. Decidimos hacer el clásico paseo de verano a Ven y se anotaron también Omar y Ana María con sus dos nietos, además de Graciela y Alicia. Había bastante gente que también quería cruzar a la isla pero no hubo problemas en subir al ferry y luego alquilar bicicletas. Al participar Elian y Tracy tuvimos que equiparnos de asientos para niños también, y Tracy no quería saber nada al principio. Finalmente partimos con ella en la bicicleta de Carlos y llorando desconsoladamente, pero al rato se fue calmando y finalmente aceptó la situación. Con muy buen tiempo dimos toda la vuelta a la isla, haciendo picnic en las playas oeste y norte antes de devolver las bicicletas.
La intención de Carlos, Helena y Monica era de continuar el paseo hacia el norte a la vuelta de la isla, pernoctando en algún lado y llegando el dia siguiente a Lysekil. Consiguieron convencer a Graciela, Alicia y a mi de acompañarlos con mi auto, mientras que Omar y Ana María regresaron a Malmö con sus nietos. Comenzamos por parar en Mölle y en el faro de Kullaberg además de entrar a ver la confitería Ellen muy cerca de las rocas. Allí fue donde encontré una lista de alberges en el auto y vimos que había uno en Varberg por lo que después de las llamadas de rigor reservamos una habitación para los seis. Al estar ya cerrando la noche continuamos directamente a Varberg por la autopista y no sin cierta dificultad dimos finalmente con el alberge que estaba en el medio del campo. Había apetito por lo que dejamos nuestras pertenencias y fuimos hasta un Mc. Donalds sobre la autopista a cenar antes de irnos a dormir.
Al dia siguiente pudimos tomar un buen desayuno en el alberge al haber encontrado vituallas que otros huéspedes habían dejado a disposición de quien quisiera. Luego continuamos hacia el norte procurando evitar la autopista y utilizando caminos secundarios que iban cerca de la pintoresca costa. Finalmente tuvimos que retomar la autopista para pasar Gotemburgo y asi llegamos a la ciudad de Lysekil que por primera vez recorrí un poco más ya que antes había estado muchas veces con mis buques en la terminal de Statoil en Brofjorden a un paso de Lysekil sin aprovechar para hacer turismo. Visitamos la imponente iglesia y luego bajamos a recorrer la costa por una picada antes de volver al centro y buscar un restaurante para comer. Ya se estaba haciendo tarde por lo que después de la comida regresamos directamente, sin habernos cambiado de ropa desde la salida de Malmö ante lo imprevisto del viaje.
El martes 21 me invitó Alicia a cenar en su casa, un hecho que iba a tener serias consecuencias ya que Mery reaccionó muy mal antes ante esta invitación en una conversación telefónica que tuvimos al día siguiente, y por mi parte decidí que la relación no podía seguir más. Esto sucedió un par de días de iniciar un nuevo embarco, y durante las seis semanas que duró mantuvimos Alicia y yo un contacto continuo que nos fue acercando más y más. El 26 de septiembre entré con el buque a Malmö, cosa que era poco frecuente. Propuse a Alicia que conociera el buque y aceptó venir. Viktoria la fue a buscar con el auto y ambas cenaron a bordo. Al regreso a casa el 2 de octubre desde Stanlow iniciamos una relación. Mi regreso fue un martes, y ya el viernes 5 llegaban Cacho y Elsa en tren a Copenhagen después de una larga e intensiva gira que había comenzado en Madrid e incluía Toledo, Segovia y Barcelona en España además de Roma en Italia antes de subir a Frankfurt a visitar a la familia. Con una tarde fría, lluviosa y desapacible fuí con Alicia a recibirlos a la estación central en Copenhagen. Allí perdí misteriosamente mis anteojos, de lo que me dí cuenta más tarde. Cacho y Elsa se instalaron en casa, donde les había cedido mi dormitorio, pero ya al día siguiente ibamos a salir de paseo a Växjö, habiendo enganchado para la excursión a Omar y Ana María también, además de Alicia. Había reservado nuevamente el hospedaje Hagalunds en Hollstorp que habíamos utilizado anteriormente en ocasión de la visita del hermano de Ana María con su esposa.
Partimos con los dos autos el sábado por la mañana y por primera vez paramos en la pintoresca cafetería sobre la ruta a merendar. Una segunda parada fue en ...............donde también hicimos un picnic improvisado al frío antes de continuar desde alli por caminos laterales hasta el hospedaje. Por haber vivido varios años en Växjö, Alicia reconoció muchos de los lugares por los que pasamos. La propietaria del hospedaje no había cambiado en nada, y además nos reconoció enseguida. de allí nos dirijimos de inmediato a Åryd a la casa de Ida y Matias, quienes nos recibieron como de costumbre con los brazos abiertos, y esa noche comimos con ellos unas excelente pizzas con cerveza casera antes de retornar a Hollstorp. El domingo dejamos nuestro hospedaje y salimos a recorrer los lugares más conocidos de Växjö, incluida la magnífica iglesia, con un dia frio e inestable e incluso algunos chaparrones. Luego volvimos a Åryd previa pasada por el hospedaje donde yo había olvidado algunas cosas. Alicia no pudo ver a su hijo Marcos en esta oportunidad pues él estaba ocupado. Improvisamos una comida con los chicos y luego partimos de regreso a Malmö. Con tanta charla en el auto me equivoqué de camino por lo que hicimos algunos kilómetros de más, ya de noche, pero llegamos a casa sin inconvenientes.
El sábado 13 se hizo una reunión para festejar los cumpleaños de Omar, Carlos Percovich y Graciela, quienes juntos cumplían 180 años. Para tal fin, Alicia consiguió alquilar el local de fiestas del barrio donde vivía, que tenía suficiente capacidad para las 50 personas o más que podían llegar a concurrir. Fue una fiesta muy linda de la que participaron también Cacho y Elsa. Desde hacía meses atrás Alicia había comprado pasajes para hacer un viaje a México y visitar a una amiga partiendo el 18 de octubre para allá. Por mi parte tenía que atender al seminario anual de la compañía en Gotemburgo que se hacía el 17 y 18, e invité a Cacho y Elsa a que vinieran conmigo así conocían esa ciudad también. El clima no nos favoreció mucho, pues estaba destemplado y lluvioso, pero mientras yo atendía el seminario pasearon igual por la ciudad. El segundo día partimos de regreso temprano por la tarde y nuevamente traté de utilizar caminos laterales cerca de la costa. Incluso pasamos por el conocido castillo de Tjoloholm que siempre me había llamado la atención pero nunca había visto. Almorzamos sobre la ruta entre Varberg y Falkenberg y llegamos de regreso a Malmö cuando estaba cayendo la noche.
Con Alicia aun en Mexico, partimos Elsa, Cacho y yo hacia Kalmar el sábado 20 para hacer una excursión por esa zona y visitar a Henrik y su familia también. A poco de salir de Malmö entramos en una zona de niebla y poco vimos del paisaje. Después de una merienda en Galtsjön, lugar que Elsa reconoció de su visita ocho años atrás, continuamos hacia Kalskrona y luego tomamos una ruta lateral haciendo una parada para ver la iglesia de ...........Era un lugar muy bonito y pintoresco. Luego continuamos hacia Kalmar y llegamos a la casa de los Wernberg cuando Henrik estaba en plenos preparativos de un gigantesco pavo al horno. Como eso iba a llevar su tiempo hicimos una escapada a saludar a Åsa. Julio estaba embarcado, pero vimos en cambio a su hijo Martín, quien estaba de visita e hizo una demostración de su dominio del idioma castellano. Luego regresamos a atacar el pavo que estaba excelente, y pasamos una linda velada con Henrik y Erica y sus tres hijos. La menor, Ester, había crecido bastante como así también su apetito pues el domingo bien temprano escuché sus gritos pidiendo comida. Mateamos y desayunamos con los chicos mientras nos preparábamos para partir de excursión a Öland. Nos despedimos de los Wernberg pues ellos tenían una actividad con su iglesia y salimos hacia la isla aun con bastante niebla que por suerte se disipó poco antes de llegar a Borgholm. La intención era cruzar hacia el otro lado de la isla y ya con un día muy bonito frio pero con sol paramos en varios lugares, especialmente donde estaban los tradicionales molinos de viento y también en la meseta central tan particular de Öland que en sueco se llamaba Alvaret. Ya de regreso a Kalmar continuamos directamente hacia Malmö y nuevamente paramos en Galtsjön, esta vez para almorzar, llegando a Malmö al anochecer.
La visita de Cacho y Elsa tenía que incluir forzosamente una visita a Copenhagen y hacia allá fuimos recorriendo los lugares clásicos del centro con un día bastante fresco. Incluyó almuerzo y también un café en una confitería antes de regresar a Malmö. Johanna había venido con nosotros y la dejamos en el aeropuerto de Copenhagen pues iba a recibir a KF quien regresaba de un viaje a Africa. Cacho y Elsa querían utilizar también los viajes en tren que le quedaban disponibles en su Eurailpass, y después de evaluar diversas opciones se decidieron por una escapada a Lübeck hacia donde partieron desde la estación del Triángulo. Mientras ellos estaban en Alemania regresó Alicia de su viaje a México y la fuí a buscar a Copenhagen el 5 de noviembre. El día anterior había tenido lugar la fiesta de cumpleaños de Ana María que se hizo en el salón de fiestas de la plaza de su barrio. Fue una fiesta muy divertida y concurrida, con invitados conocidos y desconocidos para mí, y al estar a cargo de sacar fotos pude escaparle al obligatorio baile. Con Alicia fuimos nuevamente a recibir a Elsa y Cacho en la estación central de Copenhagen. Aparecieron sanos y salvos, pero Cacho contó que había sufrido un accidente por suerte sin consecuencias serias a raiz de que una bicicleta lo había atropellado en Lübeck. Con ello le hizo compañía a Elsa ya que ella se había caido de la bicicleta en un paseo anterior que habíamos hecho hasta Tygelsjö. Ella había quedado muy dolorida y sospechamos que podía haberse fisurado una costilla, pero de a poco se fue recuperando.
El 13 de noviembre me tocó embarcar nuevamente y para ello tuve que volar a Rotterdam. Había decidido que iba a pasar las fiestas a bordo, por lo que el período iba a ser esta vez de siete semanas. Antes de mi embarco la tripulación había votado para comprar regalos por un valor de 100 dólares por tripulante, cada uno eligiendo lo que quería, lo que me pareció una exageración pero era ya un hecho. Como yo no había llegado a tiempo para elegir me tocó por sorteo una cámara digital que me vino de perillas pensando en el próximo viaje a la Argentina. Justo el anteúltimo viaje antes de desembarcar fue a Mongstad en Noruega y después de descargar se levantó un fuerte temporal del sur. Por suerte logré tener práctico para hacer un buen tramo protegido por el archipiélago noruego, pero cuando finalmente salimos al mar tuvimos bastante baile antes de entrar al mar Báltico y llegar a fondear a Swinoujscie en Polonia. Recibimos el año nuevo en el fondeadero, desde donde pudimos ver bien los fuegos artificiales de los polacos y los alemanes a la distancia. El destino de esa carga era Rotterdam y pude desembarcar cuando el buque entró a la exclusa en Kiel Holtenau para transitar el canal de Kiel. Un taxi me llevó hasta el aeropuerto de Hamburgo donde tuve que esperar unas cinco horas antes de tomar el vuelo de regreso a Copenhagen. Eso fue el 3 de enero del año 2013.