Enero a febrero 2012
Comenzando por mi propio desembarco, el buque llegó a Gdansk el 31 de enero pero tuvimos que fondear a la espera de que la carga estuviera lista. Hubo varias postergaciones de modo que tuvimos que actualizar también varias veces los vuelos que habiamos reservado para Thomas y para mi. Finalmente entramos al puerto el primero de febrero a la noche y Thomas voló desde Suecia al dia siguiente a la mañana. Por mi parte tomé el vuelo a Copenhagen a la tarde, partiendo de Gdansk con un magnífico dia de sol pero helado, facilmente alrededor de quince grados bajo cero. Así pude llegar a casa dos dias antes que los viajeros.
Los chicos llegaron sin inconvenientes a Amsterdam el sábado a la tarde y tuvieron que esperar unas cinco horas antes de continuar con su siguiente vuelo a Copenhagen. Les había dicho que iria yo solo a buscarlos por falta de lugar en el auto, pero fue una maniobra para darles una sorpresa ya que alquilé un minibus por un día y fuimos todos a esperarlos al aeropuerto. Hasta Isabel estaba con nosotros pues había regresado justo de España. Llevamos también abrigos extras por las dudas ya que continuaban las temperaturas muy bajas, siempre más de diez grados bajo cero. El vuelo llegó a Copenhagen poco después de las diez y media de la noche y alli aparecieron finalmente sanos y salvos. La madre de las chicas había preparado una cena y fuimos directamente a su casa a comer. Karin se quedó allí a dormir y el resto vinimos a mi departamento donde instalamos a los chicos en el living con colchones en el piso. Esa noche no nos fuimos a dormir antes de las tres de la mañana.
Tenía el minibus por un día y lo aprovechamos el domingo para hacer una excursion corta con los varones hacia el norte en busca de nieve ya que en la zona de Malmö no había. Fuimos hasta Skäralid, la quebrada que había sido el destino final de la bicicleteada años anteriores y allí si había bastante nieve y hielo. Con el frío que hacía no estuvimos mucho afuera del vehículo pero fue una linda experiencia para vivir el contraste climático con Buenos Aires. El lunes llegaban de regreso Johanna y KF de un corto viaje a las Filipinas y los busqué a las siete y media de la mañana cuando llegaron a la estación de tren de Malmö ya que tampoco tenían demasiado abrigo. Los llevé hasta el departamento de los padres de KF en Västra Hamnen. Johanna y KF se fueron luego a su departamento de Lund, y a la noche organizamos una cena en casa donde participaron ellos también. Previo a eso salimos durante la tarde a dar una vuelta por la ciudad a hacer compras, y Gabriel se hizo también de un par de botines de invierno. Mariano no tenía problemas en hacer caminatas por la ciudad con la ayuda de su bastón.
El martes tenía turno en el mecánico para hacer el service anual del auto y Agustín madrugó para acompañarme hasta el taller. Dejamos el auto a las siete y media y regresamos a pie a casa donde nos quedamos ya levantados mateando. Karin seguía instalada en la casa de su madre pero apareció antes del mediodía a desayunar. En el interín quedó listo el auto y los tres fuimos nuevamente a pie a buscarlo. Por suerte seguíamos teniendo tiempo soleado pero desde luego muy frío. En el departamento funcionaba muy bien la calefacción pero para salir a la calle había que abrigarse muy bien y no olvidar guantes y gorro. A la tarde salimos nuevamente a pasear por la ciudad, incluyendo una visita a la biblioteca. El miércoles 8 se organizó una cena en Lund. Viktoria trabajó todo el día en la casa de té y nosotros arrancamos a la tarde con una visita a Cornelia en su oficina en Lund. De allí continuamos con una visita al trabajo de Viktoria y de paso la buscamos para ir a la cena en el departamento de Johanna y KF. Cornelia se anotó también, y al ser tantos para regresar a Malmö decidieron Gabriel, Agustín y Mariano volver en colectivo. Era además un deseo de Mariano.
El jueves nos despertamos con una nevada que paró al rato, de modo que no fueron más de un par de centímetros. Soplaba bastante viento por lo que la sensación térmica debia ser de muchos grados bajo cero. El plan del día era ir a Ikea por la tarde. No entrábamos todos en el auto, pero Gabriel y Agustín se mostraron interesados en ir en bicicleta a pesar de los varios grados bajo cero que teníamos. Bien abrigados y con instrucciones de como llegar salieron con nuestras bicicletas y llegaron un poco entumecidos pero sin mayores inconvenientes. Pasamos varias horas dando vueltas por el negocio y también aprovechamos para comer en el restaurante. Viktoria comenzó a sentirse mal del estómago y la llevé a casa en el auto mientras los chicos se quedaban en el restaurante. Cuando regresé ya había comenzado a oscurecer, y al haber lugar para todos en el auto propuse dejarlas bicicletas para recogerlas al día siguiente.
El viernes tocaba hacer la verificación técnica del auto y al haber arrancado tarde con el desayuno postergamos la recogida de las bicicletas para después de la inspección. Los chicos me acompañaron hasta el taller donde el auto salió aprobado sin observaciones y luego regresamos a Ikea, en la otra punta de la ciudad. El día era frio pero estaba bastante soleado y los chicos hicieron nuevamente el trayecto en bicicleta sin inconvenientes mientras yo regresaba a casa en el auto con Mariano. Viktoria se había resfriado y si bien había trabajado el viernes tuvo que cancelar el sábado, de modo que pudimos parir más temprano a la casa de campo de KF en las afueras de Torekov. Salimos a eso del mediodía después de haber completado las compras de comida y bebida para el fin de semana. Torekov estaba a unos 100 km al norte de Malmö sobre la costa oeste y en esa zona había aun bastante nieve. Anna fue con su auto llevando a Karin y Sara y ellos llegaron un rato antes que nosotros. Después de instalarnos decidimos dar una vuelta por el pueblo, una caminata de más de un kilómetro siguiendo una cortada que bordeaba la costa. El mar estaba totalmente congelado y soplaba un viento helado de modo que nos pareció dificil que Mariano pudiera hacer la caminata de regreso. A Karin se le estaban congelando los pies también, por lo que regresé a la cabaña a buscar el auto mientras ellos esperaban haciendo compras en el supermercado del pueblo. Ya todos de regreso a la casa comenzamos a organizar la cena. Despues de cenar continuó la velada con una carioca y para aquellos que no querian irse a dormir vimos también la película “Viudas” que había traido Karin de Buenos Aires. En total eramos nueve personas, pero habiendo cuatro dormitorios y un living grande nos pudimos acomodar muy bien. Johanna y KF habían recibido de regalo un colchón inflable de dos plazas con inflador eléctrico incorporado que también utilizamos en esa ocasión.
Antes de acostarmos notamos que había comenzado a nevar y cuando nos levantamos el domingo por la mañana vimos que había una capa de varios centímetros de nieve, lo que fue una yapa inesperada de la excursion. Después de un abundante desayuno salimos a hacer una recorrida por los alrededores y terminamos haciendo un muñeco de nieve en el jardín. Por suerte no había practicamente viento y hasta salió el sol de a ratos. Después de comer tuvimos que terminar la carioca de la noche anterior de modo que si bien la intención había sido partir de regreso de día, ya había comenzado a oscurecer cuando terminamos de quitar la nieve y el hielo de los autos y acomodar todo. También había parches de niebla en la ruta de modo que regresamos con mucha precaución pero sin problemas a Malmö con los tres autos. Johanna y KF tenían prestado uno de los autos de su familia, pero lo tenían que devolver en Malmö por lo que luego los llevé a ellos con sus bartulos a su departamento de Lund.
El lunes 13 temprano por la tarde llevamos a Gabriel al aeropuerto de Malmö, ya que su vuelo partía a las 15:40 para Londres. En Londres tenía combinación con otro vuelo a Glasgow, que era su destino final para visitar un par de amigas que se habían hospedado en su hostel en Buenos Aires. Al regresar del aeropuerto fuimos directamente a ver y fotografiar la casa del futbolista Zlatan Ibrahimovich, bien conocido por Mariano. En el interin nos llamó Viktoria para avisar que estaba Omar de visita, de pasada del trabajo. Viktoria se quedó esa noche a dormir en casa de la madre y el martes a la mañana la llevé al dentista para un control de rutina. Nos dedicamos luego al shopping una vez que terminamos de desayunar o almorzar si se quiere. Ese día ibamos a salir a cenar con Karin también para festejar el día de san valentín, y lo hicimos en un restaurante tailandes cercano a casa. Mientras estabamos allí comenzó a nevar. No fue mucho pero era un lindo espectaculo.
El día miércoles 15 le tocaba a Omar salir para Buenos Aires y le ofrecí llevarlo al aeropuerto ya que pensabamos pasear por Copenhagen. Al no haber suficiente lugar en el auto fueron Karin y Mariano en tren, lo que era un deseo de el, y después de ver que Omar completara todos los trámites en el aeropuerto sin problemas nos encontramos en el centro de Copenhagen. Johanna vino también con nosotros y esa tarde pusimos a prueba la capacidad de caminar de Mariano. Hicimos de todos modos una pausa larga para comer en un restaurante mientras caia el sol y luego continuamos el paseo hasta que se hizo hora para que Karin y Mariano tomaran el colectivo 999 de regreso a Malmö. Todo el mundo quedó muy contento con el paseo. Al día siguiente hicimos otro paseo prometido a Agustín y Mariano, esta vez al museo técnico y maritimo de Malmö que les gusto mucho. Logramos incluso que Mariano hiciera el paseo completo por dentro del submarino en exposición, que a Agustín le provocó un poco de claustrofobia.
Nuestro programa del sábado 18 incluía una visita a Milton, el padre de Isabel, quien nos había invitado a compartir una picada al mediodía con su familia, y una segunda picada a la noche en el departamento de Cornelia. Para ir a visitar a Milton fuimos con el auto y estuvo Isabel también. Gabriel quería regresar a Malmö con el bus que va del aeropuerto de Malmö al centro de la ciudad, y desde luego quedó soprendido al llegar y no encontrar a nadie en casa. Al no tener llave fue a hacer tiempo a un café y nos reencontraamos con el a nuestro regreso de lo de Milton. Quedó muy contento de su corto paseo a Escocia e Inglaterra. La fiesta organizada por Cornelia era no solo para nosotros sino para otros amigos de ella, por lo que Mariano y yo decidimos quedarnos en casa. El estaba más interesado en ver el partido de river, que gracias a la gentileza del futbol para todos pudimos ver por internet en mi televisor conectándonos al canal 26, acompañando el partido con una buena pizza. Como comenzaba bastante tarde, a las 23:00 hora de Malmö. aparecieron Gabriel y Agustín a los minutos de que empezara el partido. Mariano quedó muy contento con el 3-0.
El domingo 19 tratamos de arrancar un poco más temprano para tener todo listo antes de las seis de la tarde cuando iban a llegar los padres de KF. El living lo reconvertimos de dormitorio a comedor para acomodar a los 16 comensales y antes de que se levantaran los chicos preparé la masa para las empanadas. Un flan que había hecho la noche anterior había fracasado totalmente al quedar destruido cuando lo desmoldé. Era cuestión de mejorar mi técnica. Entonces fui a comprar manzanas para hacer otro postre. Antes del mediodía aparecieron Karin y Johanna para ayudar. Karin hizo chipás mientras que Johanna hacía dos tartas de chocolate. Luego vino la tarea de hacer las tapas de empanadas y rellenarlas, con la muy buena técnica de repulge de Gabriel. Todo quedó listo a tiempo y fue una muy linda reunión en la que participó Anna también, ella colaborando con empanadas de atún y queso hechas con la masa de hojaldre que normalmente utilizabamos aquí como sustituto de las tapas. Las nuestras, que hicimos fritas, salieron realmente muy buenas, tanto el relleno como la masa. Tenían autentico sabor argentino. Comieron un montón e igual sobraron, lo mismo que postre y tartas.
El lunes salieron Agustín y Mariano a caminar yendo hasta la zona del puerto. Hice algunos trámites con Karin y luego me encontré con ellos cuando comenzaban el regreso, semi helados a causa del viento que soplaba. Entramos a un café de la plaza grande a calentarnos y hacer un descansito. A la noche hubo restos de la comida del domingo, que alcanzaron para todos. Viktoria había ido a trabajar a la casa de té y también le tocaban los dos días subsiguientes. Como Karin partía para Londres el martes al mediodía le ofrecí llevarla al aeropuerto junto con los chicos, para seguir luego nosotros hacia el norte por la costa danesa hasta Helsingör. Allí tomamos el ferry para cruzar a Helsingborg, primera vez que Mariano se subía a un barco, y yo le había avisado a Ulla que estabamos de paso de modo que nos estaba esperando con café y masas. Estuvimos un rato con ella y su esposo Nils, él recientemente operado de varices en una pierna y ella también operada de cataratas y con ciertas complicaciones postoperatorias. Pudimos conversar en ingles accidentado, y continuamos luego el viaje al sur para llegar a Lund a la hora que Viktoria terminaba de trabajar para que pudiera regresar con nosotros a Malmö. Gabriel se puso de cocinero e hizo unas excelentes milanesas de pollo. Como las mayorias de las noches vimos una película de la gran colección que tenía en su computadora.
El jueves 23 salimos después del desayuno hacia Svågertorp a hacer una gira de negocios que incluyó tiendas de ropa y de electrónica, de los que cada vez había más en ese predio commercial. También entramos a comprar un foco delantero para el auto que se había quemado y terminamos en Ikea donde hicimos una parada gastronómica a sabiendas de que la cena sería muy tarde. La sesión de cine de la noche en el local de Imagenes del Sur estuvo muy buena y fue practicamente privada ya que había muy poca gente fuera de nuestra familia y una amiga de Viktoria. Vimos ”El hombre de al lado” con texto en inglés de modo que no fue problema pqra KF. Después de la película fuimos a la hamburgería MAX de la plaza mayor invitados por Gabriel y como de costumbre se hizo más de medianoche antes de que regresaramos a casa. El viernes hicimos una visita de estudio con Agustín y Mariano a una de las estaciones de reciclaje de la ciudad donde aproveché para tirar un montón de aerosoles, celulares viejos y otros aparatos electrónicos en desuso que se habían estado acumulando en casa, además de ir a comprar los ingredientes para las pizzas caseras de la noche.
Karin regresó a Suecia el viernes a la noche y se armó una reunion aquí en casa con las pizzas hechos por Gabriel. Fui con Gabriel y Agustín a encontrar a Karin a la estación y largamos la cena al regresar a casa, pasadas las diez de la noche. Karin lo había pasado muy bien en Inglaterra con su amiga Linda. Samina, una ex compañera de secundaria de Karin que aun vivía en Malmö nos invitó a ir a cenar a su departamento el sábado por la noche y allí fuimos caminando al no ser muy lejos de casa. Por suerte había pasado la ola de frío y continuabamos con temperaturas sobre cero, aunque estaba un poco ventoso. Samina nos invitó con comida inspirada en Africa occidental, con salsa de mani y que estaba muy rica. Apareció también la madre de Samina después de terminar su trabajo de masajista en el hotel Hilton del aeropuerto de Copenhagen. A la medianoche emprendimos el regreso a casa.
El domingo amaneció muy lindo y con buen pronóstico por lo que propuse a los varones una vuelta en auto por Trelleborg, Ystad, Skillinge y Simrishamn. Salimos después del desayuno equipados con el mate y galletitas. Recorriendo la costa vieron lugares de descanso con mesas y bancos que parecían muy atractivas, pero al salir del auto se dieron cuenta que a pesar del día soleado no era posible sentarse a matear con 4 grados sobre cero y viento. La mateada se hizo en el auto mientras continuabamos la gira. Tampoco nos atrevimos a seguir los pasos de Wallander en Ystad debido al viento helado. Lo dejamos para otra oportunidad en verano. Al regreso a casa fuimos de compras para completar lo necesario para la cena de cangrejos que les había prometido. Vino Cornelia también y liquidamos las tres cajas de bichos que había guardado desde agosto que era cuando se comían en Suecia. También había preparado una sopa de cangrejos que estuvo muy buena. Al haber un partido de River en San Juan hicimos tiempo hasta la una de la mañana para verlo a traves de internet. Agustín, Mariano y yo aguantamos hasta el final y por suerte triunfó River. Nos acostamos pasadas las tres de la mañana y a las siete desperté a Johanna que se había quedado a dormir y tenía que ir a la universidad.
El lunes 27 se descompuso el tiempo y comenzó a caer aguanieve. Gabriel y Agustín fuerom no obstante en bicicleta a Svågertorp y regresaron bastante mojados. Como resultado Gabriel comenzó a tener un principio de bronquitis. A la tardecita fuimos los varones y yo al departamento de mi amigos uruguayos Carlos y Elena, quienes nos habían invitaron a cenar. Hicimos las seis o siete cuadras a pie bajo la llovizna pero sin frio, y lo pasamos muy bien con ellos. Asi llegamos al ultimo día de la estadía de los chicos. Durante el día hicieron las últimas compras y por la tarde preparamos lo necesario para la reunion de despedida en casa. Gabriel seguía con tos pero no parecía ser grave. Hicimos un buffet con delicadezas varias y nos juntamos toda la familia además de cinco compañeras de la secundaria de Karin con las que mantenía contacto. Los viajeros armaron además sus valijas y todo quedó listo a la noche. La reunion fue muy linda y los últimos participantes se fueron como a medianoche. Karin había alquilado una película y la vimos mientras haciamos tiempo esperando la salida. Gabriel prefirió acostarse teniendo en cuenta su estado gripal y Mariano cayó rendido también. Johanna se había quedado en casa y ella y Viktoria se despidieron y se fueron a dormir, mientras que Karin, Agustín y yo nos quedamos despiertos hasta la hora de partir. Poco después de las tres y media de la mañana cargamos el auto y partimos hacia el aeropuerto. A las cuatro y pico no había mucha actividad en el aeropuerto e hicimos con mucha rapidez los trámites de embarco. Asi llegó el momento de despedirse por esta vez y regresé a casa a acostarme. Me levanté nuevamente a media mañana y tuve que dormir una buena siesta a la tarde para recuperarme. Luego me enteré que Gabriel lo había pasado muy mal durante el viaje y recién se recuperó del todo días más tarde en Buenos Aires.