20 de Enero 2024
Como el recorrido era de 850 km. decidimos salir de madrugada de Sierra de la Ventana y nos habían permitido entrar el auto hasta el domo para cargarlo. El desayuno nos lo habían dado la noche anterior. Al amanecer partimos de regreso e hicimos un viaje sin inconvenientes además de encontrar cero demoras en la migración de Fray Bentos por lo que a las siete de la tarde llegamos a destino y después de dejar todo en nuestro alojamiento fuimos a la manzana 20 a escuchar jazz y pedir algo de comer de la amplia oferta de los puestos de comida. Como estaba a cierta distancia de nuestro alojamiento fuimos con el auto. El festival cerraba el domingo a la noche y aprovechamos el día para hacer una escapada a Villa Soriano, una localidad muy antigua sobre el Rio Negro a pocos kilómetros de Mercedes. Antes de salir nos comunicamos con el dueño de nuestro alojamiento pues la heladera no funcionaba y teníamos muy poca presión de agua. Al mediodía no se veía practicamente un alma en Villa Soriano, pero encontramos un carrito de comidas atendido por un señora mayor quien rapidamente nos preparó un rico almuerzo. Disponía de un baño para clientes, en estado calamitoso. En esta localidad había vivido el procer Artigas y encontramos una escultura en su memoria. Visitamos también la antigua y modesta iglesia, llena de información histórica. A medio camino del regreso entramos al parque del Grito de Asencio o Admirable Alarma, donde según la historia se declaró la rebelión contra la corona española el 28 de febrero de 1911. Distribuidos en un semicírculo se habían colocado monolitos con los escudos de los 19 departamentos del Uruguay. Alcanzamos a ir a la costanera de Mercedes equipados con mate y termo a esperar la puesta del sol, y a la noche asistimos al cierre del concurrido festival.
Lunes 22 de enero. En lugar de regresar directamente a Piriápolis, salimos de Mercedes en dirección a Montevideo pues Marcos, el hijo de Alicia, estaba de visita en Uruguay. Lo pasamos a buscar por la casa de su padre en Ciudad de la Costa y fuimos a almorzar al restaurante El Italiano sobre la rambla. Lo dejamos luego en su casa, con la promesa de que vendría a pasar unos días con nosotros en Piriápolis antes de regresar a Suecia. Al día siguiente continué con el trámite de obtención de la licencia de conducir y me dieron turno el 29 de enero para dar el examen de conducción. Continuaba el excelente tiempo de modo que retornamos a las rutinas de playa, y el jueves fuimos a cenar al restaurante La Corniche escuchando también un recital criollo de guitarra. También encaré la tarea de pasar protector a la mesada de la cocina y a la mesa alta, que había quedado pendiente después de la lijada. El sábado hicimos un asado a la noche para nosotros dos y el domingo encargamos un pollo al spiedo a nuestro pollero del barrio. Para variar hicimos de tarde una escapada a la laguna del Sauce, confiando en encontrar una playa y efectivamente fue así pero estaba muy concurrida y optamos por buscar una sombra en el bosque de la orilla a tomar unos mates y jugar al tateti. Al regreso paramos en Punta Negra a observar la puesta d sol sobre el agua.
Lunes 29. Alicia tenia que renovar su licencia de conducir y ese día pidió turno para el examen psicofísico, que iba a ser al día siguiente. El mismo lunes a la tarde di el examen de conducción que aprobé sin inconvenientes. La municipalidad había cerrado ya de modo que no podía continuar ese día con el trámite. luego de aprobarlo fuimos directamente al municipio a retirar la licencia. Allí Alicia fue luego a ver a su amiga Rosita mientras yo me cortaba el cabello, y más tarde nos encontramos en la plaza de los inmigrantes para regresar a casa. Siendo el 29, cenamos con los clásicos ñoquis. Alicia pasó su examen médico al día siguiente y cuando fuimos a la municipalidad detectaron que yo no había asistido a la charla de manejo defensivo. En lugar de la licencia me dieron turno para la siguiente charla, que iba a ser el 6 de febrero. Alicia tampoco logró avanzar con su trámite de renovación pues solo se podía iniciar un mes antes del vencimiento. Ese día pasamos por la bicicletería y compré un canasto para mi bicicleta para reemplazar al que tenía, que se estaba cayendo a pedazos. El mes de enero terminó caluroso y con amago de tormenta. Hicimos ese día las reservas en Tranqueras y Artigas para el planeado viaje al Valle del Lunarejo y las minas de amatistas respectivamente. Las fechas eran entre el 16 y el 21 de marzo. El primero de febrero cumplía 4 años Ingrid y la saludamos en su día. En nuestra comarca el termómetro superaba ampliamente los 30 grados y comenzamos a utilizar el aire acondicionado. El 2 de febrero cambié la silicona del piso de la ducha, que ya tenía manchas de hongos, y a la noche fuimos hasta la plaza Artigas del centro pues allí había un festival nocturno con música en vivo, carritos de comidas y puestos de venta de variedad de artículos. En un carrito atendido por venezolanos comimos arepas muy sabrosas y caminamos también por la rambla aprovechando el fresco de la noche. Habíamos planeado asistir a las llamadas de carnaval en Durazno del sábado 3 y para allá partimos cerca del mediodía. El propietario del alojamiento que habíamos reservado se encontraba con su hijo en el Parque de la Hispanidad, a la entrada de la ciudad de Durazno, y entramos a ese hermoso predio a buscar las llaves. Después de instalarnos salimos a buscar un restaurante para cenar y lo encontramos en una de las dos plazas. Llevábamos ya las dos sillas playeras de modo que continuamos caminando hasta el lugar del desfile donde con cierto trabajo encontramos un hueco en la vereda para sentarnos entre la multitud que ya se había instalado allí. Fue un espectáculo muy lindo y colorido que terminó cerca de las dos de la mañana. El alojamiento no incluía desayuno pero habíamos llevado nuestras provisiones. A media mañana vino el propietario a buscar las llaves y partimos con el auto para enconrarnos con Angel, un amigo de Alicia que vivía en Durazno y al que hacía años que no veíamos. El fue nuestro guía, mostrándonos la iglesia catedral y el museo histórico. Luego buscamos un restaurante en el balneario del ríó Yi, que encontramos cerrado. Angel sacó un as de la manga y nos llevó hsta la estación terminal de ómnibus donde había un buen restaurante. Mas tarde nos mostró el histotico puente viejo del ferrocarril y antes de partir de regreso pasamos por su casa a saludar a su pareja. Para retornar a Piriápolis elegimos una ruta alternativa a la 5 y pasamos poe pintorescos pueblos como San Ramón, El Tala y Migues además de disfrutar de un bonito paisaje rural. En el tramo final por la ruta 9, ya de noche, nos encontramos con una interminable fila de autos en dirección opuesta retornado a Montevideo.
Lunes 5 de febrero. Comenzó la seguidilla de visitas con la llegada de Marcos, quien se quedaba hasta el jueves. El día de su arribo fuimos a comer al restaurante Maridiano 58 en la cima del cerro San Antonio y luego pasamos por el puesto de los pescadores a comprar pescado, además de una pasada por el supermercado a comprar lo necesario para el asado del día siguiente. El martes hicimos un corto paseo con Marcos, llevandolo a los castillos de Pitamiglio y de Piria. Como yo tenía que asistir a la charla de manejo defensivo al atardecer, quedó Marcos a cargo del asado. Ya de noche, lo comimos a mi regreso armando la mesa bajo la cochera. Finalmente me hice el miércoles de mi licencia de conducir retirandola de la municipalidad. Pasamos también por un negocio de sanitarios a comprar un asiento nuevo para el inodoro al haberse quebrado el existente. Alicia fue con Marcos a la playa y al regreso partimos hacia Piriápolis para cenar en el restaurante 8 Nudos, sobre la rambla de los ingleses, al que no habíamos ido antes y que resultó ser muy recomendable. Después de la cena hicimos una buena caminata por el cercano puerto, con una noche bien calurosa. Marcos regresaba el jueves a Ciudad de la Costa pero alcanzó a ir a la playa con Alicia mientras yo pedía que vinieran a vaciar el pozo. A Marcos lo dejamos en la parada del ómnibus por la tarde y cuando quise mover el auto se enterró una rueda delantera en la arena. Por una vez agradecí que hubiera dos cuidacoches, pues nos ayudaron a sacar el auto del atolladero. Congo y Lena pasaron al anochecer a dejarnos unos productos biológicos para agregar al pozo y para hacer limpieza de los desagues de la casa. Mi nieto Mariano iba a venir con Agustín a visitarnos, y el viernes voló de San Juan a Buenos Aires. Era un día de mucho calor y nosotros fuimos a la playa pero bien tarde, cuando el sol ya no apretaba tanto. Según el pronóstico, la radiación ultravioleta era también muy alta. Ese dia diluvió a la noche en Buenos Aires. El viaje de Agustín, Coti, Josefina y Mariano tuvo sus bemoles. En el trayecto de Burzaco a la Boca se encontraron con calles anegadas en Lanús que tuvieron que sortear con mucha precaución para no quedarse empantanados. Apenas salió el buque de Colonia Express el puerto se detuvo por razones inexplicables pues no hubo ningún aviso al respecto. Al rato se puso en marcha y llegaron a Colonia. Ni bien bajaron del barco se percataron que tenían una cubierta pinchada de modo que tuvieron que buscar una gomería para arreglarla. Finalmente llegaron a casa, donde los estábamos esperando con empanadas. La tertulia de la noche se extendió hasta las dos de la mañana, exepto Josefian qeu ya dormía toda la noche. Al día siguiente fui de compras con Agustín y Mariano ya que iba a haber asado por la noche. A la tarde encontramos en Solis un playa accesible y allí nos instalamos para hacer un picnic y algunos para bañarse en el mar.
Lunes 12. Lunes de carnaval que comenzó con tiempo tormentoso y hubo que interrumpir el desayuno en la terraza. En el día salimos a pasear, subiendo con los autos al cerro San Antonio. A la noche hubo pizza y faina. El martes mejoró el tiempo pero continuó fresco. Decidimos hacer un paseo largo hasta Punta del Este yendo por la costa pues había bastante viento y las olas rompiendo en la costa eran un espectáculo. Entramos en Punta Ballena y llegamos hasta la famosa escultura de los dedos en Playa Brava. Antes de regresar a Piriápolis nos invitó Agustín a comer y fuimos al acogedor café y bistró Florida 898 de Maldonado. Josefina como siempre muy tranquila y observadora. El miercoles fue día de recambio. Alicia partió a la mañana hacia el aeropuerto de Montevideo a despedir a Marcos que regresaba a Suecia. Con Mariano intentamos encontrar camisetas de Peñarol y Nacional en el centro pero fracasamos y regresamos a casa. Mientras los chicos se preparaban para el regreso a Buenos Aires yo les hice hambuguesas para que se llevaran en el viaje y asi terminó su estadía con nosotros. Al rato regresó Alicia con su sobrina Lucía pues ella había ido también al aeropuerto y luego iba a pasar un par de días con nosotros. A la noche miramos la película "La Sociedad de la Nieve". El 15 de febrero partió Johanna con la familia hacia las Filipinas a visitar la escuela que recibía apoyo de la empresa de KF, y antes de regresar a Suecia iban a pasar un fin de semana en la isla Amampulo perteneciente también a las Filipinas. En cuestiones más domésticas, el asiento del inodoro se quebró y fuimos al centro a comprar un reemplazo. El viernes fue otro día de playa y para Lucía el último dia completo con nosotros. La pileta del baño nos estaba dando problemas pues comenzó a perder en el caño de desagote. Pude comprobar que tanto la válvula como las conexiones del desagote estaban totalmente corroidas. No tenía ninguna llave francesa que abriera lo suficiente de modo que hubo que ir nuevamente al centro donde compré una llave pico de loro adem;as de un tapón de desagote nuevos. Al mediodía hicimos unas chuletas en la parrilla y más tarde partió Lucia con su perrito hacia Montevideo. Alicia bajó luego a la playa y al anochecer tuvimos la visita de un patrullero que estab haciendo averiguaciones sobre el terreno del fondo a causa de una denuncia de ocupación. Me tomaron declaración sobre lo que habíamos observado nosotros de la gente que había venido a limpiar y cercar, y al regreso de Alicia hizo su propia declaración. Continuando con las visitas, El domingo al mediodía fui al cercano aeropuerto de Laguna del Sauce a recibir a Karin que venía con las dos niñas mientras Mariano hacía montañismo con Andrés en Bariloche y el Bolsón. A la tarde hicimos una primera escapada a la playa y más tarde fuimos al centro a comer helados.
Lunes 19. Tanto Laia como Ines dormían bien de noche, y de día la más activa y exigente era Laia pues Inés era sumamente tranquila. El lunes fuimos primero a la reserva de flora y fauna donde Laia anduvo mucho en el parque con juegos para niños y más tarde pasamos también por la playa pues teníamos muy buen tiempo. Alicia renovó su licencia de conucir el martes, para lo cual solo necesitó presentar el examen psicofísico. A mis nietas les armé nuestra pequeña pileta donde chapoteron un rato y más tarde fuimos hasta la playa de Solís y también la nuestra. El 22 de febrero era el cumleaños número 3 de Olivia y nos comunicamos con ellos cuando estaban en plenos preparativos para la fiesta de la tarde. Aquí hubo playa nuevmente y a la noche hicimos un asado. Al día siguiente hice una recorrida de los atractivos de la ciudad con Karin y las niñas yendo al Cerro del Toro, la plaza de Venus y el cerro San Antonio. Rematamos a la tarde con una nueva ida a la playa. Estaba pendiente la compra de una camiseta de Peñarol para el vecino de Agustín y la conseguimos cuando pasamos por la feria de los sábados. No era de las verdaderas y además estaba confeccionada en una fábrica en Buenos Aires, pero cumplimos con el encargo. Luego continuamos viaje hasta el arboreoum de Lussich en Maldonado donde caminamos un rato por el parque y luego hicimos una parada en la cafetería. Nicolás cortó el pasto ese día durante nuestra ausencia. Así llegamos al domingo, día del regreso de Karin a Buenos Aires. Aun hubo tiempo para ir a la playa de mañana y un buen almuerzo con el chupin de pescado que había sobrado del día anterior. Hacia el anochecer llevamos a Karin y mis nietas al aeropuerto, y al regreso paramos en la rambla para ver parte del desfile de carnaval. Luego habría un show de fuegos artificiales pero no estábamos interesados en verlos por lo que regresamos a la casa.
Lunes 26. Día en que Livia Inez, una de las hijas de Isabel, cumlía 10 años. Ese día conseguí agendarme finalmente para renovar mi cédula de identidad, aunque recíen lo haría el 2 de abril. Al día siguiente regresaba Johanna con la familia a Malmo después de su viaje a las Filipinas. Alicia se cortó el cabello en la peluquería de Mariana en su local de la terminal de ómnibus mientras que yo seguía buscando repuestos adecuados para eliminar la pérdida de la pileta del baño. También hubo playa al atardecer y vimos ponerse el sol. Alma Luz, la otra hija de Isabel cumplía 7 años el 28 de febrero. Las pérdidas de agua nunca vienen solas y descubrimos que el lavarropas goteaba también. Afortunadamente se trataba de las juntas de la manguera de carga y fue fácil de corregir. Otro problema fue la aparición de hormigas en la cocina y quité uno de los zócalos para fumigar el aparente hormiguero. Al atardecer nos encontramos con Congo y Lena en la playa. Llegamos así al último dia de febrero, con los obligatorios ñoquis. Encaramos también el cambio del mosquitero de la puerta de entrada, que estaba comenzando a romperse después de varios años de servicio. Llevabamos un tiempo sin encontrarnos con Hilian e Isabel y arreglamos reunirnos para cenar el viernes 1 de marzo. Ellos vinieron a Piriápolis y fuimos al restaurante 8 Nudos sobre la rambla de los Ingleses. Como siempre, muy buena comida. Luego los convencimos de ir al Argentino Hotel a firmar una petición que se enviaría a la UNESCO para solicitar que se declarara el balneario Piriápolis patrimonio de la humanidad. Tal vez sirviera para que reparar las calles de la comarca, muchas de ellas en estado calamitoso. Después de las firmas los premiamos invitandolos con helados del Faro. Al día siguiente terminé de armar la puerta mosquitero con todos sus listones y quedó montada. El domingo esperábamos la visita de Manuela, amiga de Alicia. Su hijo Gabriel la traía con el auto a comer un asado. Nosotros madrugamos para hacer una compra de provisiones antes de que llegaran. Manuela estaba operada de la cadera en ambas piernas y aun usaba bastones por seguridad. Nosotros aportamos los chorizos y ellos trajeron una muy buena carne para la parrilla. Después del asado salimos con el auto de Gabriel a hacer una recorrida de la comarca.
Lunes 4 de marzo. Ese día fue Alicia bien temprano a Montevideo a encontrarse con su amiga Angelita, mientras que yo llevaba el auto al taller oficial en Pan de Azucar para hacer el service anual. Al atardecer fui a esperar a Alicia a la parada 10, a su regreso en omnibus. Al dia siguiente encaré el galpón para hacer un muy necesario orden y limpiea, tirando de paso una cantidad de cosas que ya no necesitaba. Nicolás cumplía 7 años el 6 de marzo y llamamos a Suecia por la mañana. Al mediodía fuimos en bicicleta a Piriápolis, algo que hacia tiempo que no hacíamos, y dejamos la de Alicia en el taller pues se le estaban soltando los rayos de la rueda trasera. Ella se quedó con mi bicicleta y fue a ver a su amiga Rosita mientras que yo regresaba caminando a casa, algo que también hacia rato que no hacía. Al día siguiente comencé a reemplazar listones del costado del techo que estab mostrando signos de deterioro. Probablemente había que cambiar todos en forma preventiva la siguiente temporada. El 8 de marzo era el día internacional de los derechos de la mujer. Yo continué trabajando con el techo por la mañana y a la tarde fuimos al centro a retirar la bicicleta de Alicia encontrándonos luego en la playa de la plaza armenia. Quise invitar a cenar a Alicia y probamos con restaurantes en Las Flores encontrando todo cerrado. Finalmente optamos por el restaurante Picasso de Piriápolis. Desde Malmö me confirmaron que después de una larga espera en cola me habían asignado un lugar en el estacionamiento abierto del consorcio. El sábado tuvimos tormenta eléctrica y lluvia durante la madrugada pero pudimos hacer playa al atardecer. El domingo optamos por la solución cómoda de pedir un pollo hecho al spiedo por nuestro vecino pollero.
Lunes 11 de marzo. Ana María había prometido venir a visitarnos desde Buenos Aires y lo hizo ese lunes. Nosotros le habíamos dicho que la buscaríamos en la terminal de ómnibus de Montevideo, y antes de partir para allá pasamos por la casa de la arquitecta para conversar sobre el trámite de regularización de la casa de Alicia ante la intendencia. Ella estaba convencida de que no iban a aprobar la galería techada del frente por invadir el retiro frontal, por lo que sugirió quitarlo. Nos dió también el dato de un constructor. Antes de buscar a Ana María pasamos por el Decathlon donde conseguí zapatillas impermeables para la planeada excursión al norte del Uruguay. Alicia no consiguió lo que quería y continuamos al shopping Plaza Italia donde tampoco encontramos nada. Finalmente encargó las zapatillas por Internet, a retirar en Maldonado. En Tres Cruces nos encontramos con la sorpresiva presencia de Carlos y Mariche, que iban a pasar unos días en el Uruguay. Almorzamos allí mismo con ellos y luego regresamos con Ana María a la casa bajo una llovizna intermitente. El cruce en barco de Ana María había sido muy movido y ella aun no estaba del todo recuperada de su mareo. El clima no le fue muy favorable, pues el martes tuvimos lluvia también. Con el auto fuimos por la costa a Maldonado, donde Alicia tenía que retirar sus zapatillas. Sin embargo el modelo no coincidía con lo que necesitaba así que pidió otro par, a entregar. Durante el encuentro en Carlos y Mariche en Montevideo les habíamos propuesto que pasaran a visitarnos, lo que hicieron el miércoles. Por la mañana fui con Ana María a Piriápolis a comprar carne y chorizos, y cuando llegaron los amigos se abocó Carlos con el entusiasmo de siempre a hacer el asado que comimos en la cochera. Más tarde hubo caminata por la playa y como aceptaron nuestra sugerencia de quedarse a pernoctar armamos el sofá cama en el living. El día fue lindo pero durante la noche hubo lluvia y actividad eléctrica. De madrugada saltó la llave diferencial y tuve que conectarla de nuevo, aunque nadie se dió cuenta. Antes de que regresaran Carlos y Mariche a Montevideo salimos a dar una vuelta con su auto alquilado recorriendo los lugares icónicos de Piriapolis. También los llevamos al Argentino Hotel para que pusieran sus firmas en una petición que se haría a la UNESCO para declarar el balneario como patrimonio de la humanidad. Estaba por verse si la idea iba a germinar. Alicia hizo a la tarde un rico chupin de pescado que recibió unánime alabanza. Ana María regresaba a Buenos Aires al día siguiente y a media mañana la alcanzamos a la parada 10 a tomar el ómnibus a Tres Cruces. A la noche nos contó que al haberse calmado el viento tuve una muy buena travesía de Colonia a Buenos Aires. También me dediqué a la tarea de reemplazar la tela mosquitero de la puerta de entrada, que ya estaba quedando muy deteriorada. El sábado, día de feria, fuimos al centro de compras y además recuperamos la cantimplora de Alicia que había quedado en el auto de Carlos y que habían enviado como paquete desde Montevideo. También me dediqué a la tarea de reemplazar la tela mosquitero de la puerta de entrada, que ya estaba quedando muy deteriorada. Al comprobar que nuestro pozo negro había acusado el uso más intenso de agua gris y negra, pedí a la Barométrica que vinieran a vaciar el pozo, lo que hicieron ese mismo día. Al anochecer bajamos a caminar a la playa también. Por información de la radio nos habíamos enterado que habían habilitado un mirador en las afueras de Pan de Azúcar con vista panorámica a las sierra de las Animas y como el domingo amaneció muy lindo decidimos ir a conocerlo. Estaba estratégicamente ubicado a cierta altura y en verdad la vista era muy linda. Con letras de cemento habían montado la frase "Sentir las Ánimas", donde todo el mundo se fotografiaba. Siguendo hacia el norte pasamos por la cantera de Nueva Carrara con su hermosa laguna color turquesa rodeada de paredes de piedra y continuando para empalmar con la ruta 60 tomamos por curiosidad un desvío hacia el establecimiento "La Nativa" donde envasaban mineral de vertientes de la sierra. Adyacente a la planta procesadora vimos que habían construido un restaurante que estaba abierto y aprovechamos para almorzar en la terraza en una tarde apacible y con el magnífico entorno de las sierras.
Lunes 18. Comenzó una semana inestable aunque el lunes pude trabajar en el jardín y dar una vuelta por la playa al atardecer. Alicia cumplía sus 70 años el martes, dia en que habíamos planeado estar en Artigas y por causas meteorológicas habíamos postergado una semana. Comenzamos por ir a Maldonado, donde ALicia tenía que retirar sus zapatillas. Almorzamos en el café bistró 898 de Madonado y luego compramos torta en una tienda donde todos los productos se elaboraban sin gluten. Intentamos saludar a Sergio también pero se encontraba ausente de su casa. Congo y Lena vinieron a la noche a compartir una picada de celebración con nosotros, muchos fueron los que se comunicarón con Alicia para felicitarla. Sergio pasó el miércoles a compartir el almuerzo con nosotros, y a la noche llegó la tormenta con mucho viento a la comarca. Temprano a la mañana del jueves llevé a Alicia a la parada 10 para tomar el ómnibus a Piriápolis y más tarde vino el constructor a mirar el trabajo que había que hacer con la galería del frente. Estaba muy ocupado con otros trabajos pero quedó en preparar un presupuesto más adelante.