21 de Abril 2016
Nuestro vuelo de British Airways fue bastante apacible, pocas sacudidas y con buena atención por parte de la tripulación. Esta vez practicamante no dormimos; yo leí y vi varias películas, y Alicia leyó bastante también. El avión llegó puntualmente a Londres el miércoles bien temprano y tuvimos allí una espera de tres horas antes de continuar a Copenhagen. Alicia no se sentía muy bien y este último tramo le resultó bravo. Johanna había prometido venir a buscarnos y allí estaba con la vivaracha Ellen. No había podido venir con su auto por lo que tenía el gigantesco jeep de mi consuegro Karl-Axel. Con toda pericia salió del estacionamiento y nos trajo a casa, con la novedad de que al pasar el puente había control de identidades, algo que ya creíamos que había pasado a la historia. Alicia se acostó casi de inmediato y yo me quedé charlando con Johanna hasta que se tuvo que volver a su casa. Quedamos bastante desilusionados con el estado del departamento, que el inquilino Pontus había maltratado bastante, dejandolo muy sucio y con manchas en el sofá y las sillas de la cocina. Ibamos a tener que hablar con el sobre el tema para ver como arreglábamos el asunto, y esta experiencia me quitó las ganas de volver a alquilar el departamento en el futuro.
De a poco fuimos aclimatándonos y entrando en la nueva rutina. Alicia se recuperó bien, pero nos costó aceptar que aun no era plena primavera en Malmö y que hacía bastante frio, al punto que hasta tuvimos mezcla de agua y nieve en algunas oportunidades. Por suerte no podíamos quejarnos de la calefacción central, ya que el departamento estaba bien calentito. Pontus vino el lunes 25 por la tarde y después de escuchar nuestra letanía de quejas no puso objeciones cuando solo le devolvímos la mitad del depósito como compensación por la falta de limpieza y los daños que había causado. Se llevó una cantidad de cosas que aun estaban en el departamento y cerramos ese capítulo.
Después de haber dejado el viernes 22 una muestra de sangre para análisis, me encontré con la doctora el miércoles siguiente y me declaró sano, pero con un pequeño interrogante respecto al nivel del colesterol "malo", que no era muy elevado pero que había que seguir observando, por ahora sin medicación y cuidando el tema comida. Me dió un nuevo turno para eliminar algunos lunares que se veían sospechosos. También reinicié mi proyecto de operación de cataratas con una nueva estrategia, o sea cambiando de clínica. El viernes 29 tenía turno para poner en marcha el proyecto.
A los bebes de la familia los vimos ya en diversas oportunidades; a Elisa la sacamos incluso a pasear el domingo 24, cuando Magela se había ido a Växjö por dos días y Leo estaba en la cancha de futbol viendo jugar a Malmö. Nos equivocamos de cochecito al haber dos estacionados fuera de su departamento, pero por suerte no trajo compicaciones. Johanna vino a visitarnos con Ellen y se quedó un buen rato en casa merendando con nosotros.
Con bastante anticipación compramos los vuelos para ir a España el 22 de julio y regresar el 4 de agosto para el cumpleaños de Ellen. Desde Barcelona planeábamos ir con un auto alquilado hasta Gijón, donde vivía la hermana de Alicia con su marido, y luego regresar a Rosas para el 30 de julio ya que los consuegros de Alicia habían reservado allí departamentos para ellos, para Magela, Leo y Elisa, y para nosotros. Quedaba sobre la costa mediterranea unos 100 km al norte de Barcelona.
El 23 de abril era el cumpleaños de Agustín y logramos ubicarlo para mandarle nuestro recuerdo. Como nos había pedido ropa de invierno para Camilo nos pusimos en campaña para encontrarla antes de que desapareciera y fuera reemplazada por las colecciones de verano. La tarea resultó ser un poco más comlicada que lo esperado, y además tuvimos información variada de Agustín sobre las medidas de Camilo.
Viktoria llegó a Suecia el 27 de abril, en un viaje relámpago de dos semanas, y la idea era sorprender a Sara en su cumpleaños que era ese mismo día. No pude ir a recibirla pues era el día y hora en que me atendía el médico, de modo que fue Johanna a buscarla con Ellen. La vimos a la tarde en el departamento de Johanna y luego nos enteramos que la sorpresa había sido exitosa al haber podido mantenerse el secreto.
Siguiendo con mi plan, el viernes 29 fui a la clínica de ojos Memira a hacerme un nuevo estudio, el cual confirmó lo que me había hecho saber el doctor en la clínica anterior. El diagnóstico tenía el terrorífico nombre de "distrofia hereditaria de la cornea", una enfermedad que podía agravarse con la operación de cataratas, por lo que me recomendaron esperar todo lo posible. Decidí entonces hacerme un par de lentes progresivos. A la tardecita nos juntamos con Magela y Elisa para ir a un restaurante sirio cercano recién abierto que ofrecía tradicional comida muy sabrosa y barata.
Domingo 1 de mayo y día internacional del trabajo. En Buenos Aires parecía que los sindicatos lo habían adelantado para el viernes pero aquí en Suecia se festejó el mismo día. Las agrupaciones de izquierda hicieron sus marchas por separado, y con un hermoso día de sol fuimos hasta el parque de la biblioteca, tradicional punto de reunión del partido de izquierda, y donde la también tradicional venta de choripanes de los latinos seguía siendo un exito, con largas colas dando la espalda a los oradores. Un reclamo era mejorar las jubilaciones, lo que nos pareció una muy buena propuesta.
Después de un estudio de mercado nos decidimos Alicia y yo a hacernos anteojos nuevos en SpecSavers, que ofrecían anteojos progresivos a mitad de precio. Por si no fuera suficiente, la oferta incluia anteojos de sol progresivos sin costo extra. El 12 de mayo era la fecha en que podríamos ir a retirarlos. Al salir de la óptica nos encontramos con Isabel e Hilian que estaban paseando por el centro, y con ellos quedamos en avisarles cuando tendríamos un vehículo para salir a hacer paseos. Vehículo teníamos, era el de Omar que hasta ahora había estado usando Carlos, pero como se fue a Mayorca nos pasó la estafeta y gracias a esta movilidad nos pusimos en campaña buscando auto. Al día martes 3 habíamos logrado ver dos combis Volvo interesantes e incluso estuvimos a punto de hacer negocio con el segundo de ellos, pero alguien se nos adelantó. La búsqueda continúa... Johanna y KF nos habían invitado para ir a cenar el día siguiente a su departamento. Era un hermoso día de sol, apto para pasear, y como habíamos visto otro anuncio de un Volvo del año 2008 en venta en el para nosotros totalmente desconocido pueblo de Sösdala decidimos ir a verlo, siempre con el auxilio del fiel auto de Omar. Eran unos 75 km de Malmö por la ruta 23 en dirección a Växjö y con la ayuda del GPS encontramos facilmente la casa. Este auto nos pareció que estaba en buen estado, muy bien cuidado, y a pesar de los 170000 km que ya había andado confiamos en la calidad Volvo y después de probarlo y de un corto regateo decidimos hacer la compra. Regresamos a Malmö con margen para ir la excelente cena, de la que participó Viktoria también. Esa día volvimos a la casa bien tarde.
El dueño del auto apareció al mediodía del jueves e hicimos la transferencia por teléfono con una aplicación del Registro del Automotor, con lo que quedó a mi nombre en el momento. A pesar de ser día feriado pude asegurar también el vehículo por teléfono por lo que después de trasferir el dinero de mi cuenta a la del vendedor por internet quedó todo hecho y pasamos nuevamente a tener un vehículo. A la tarde llevamos el auto de Omar a su garage y volvimos caminando hasta el departamento, una caminata de unos tres kilómetros y medio. Alicia preparó para la cena un excelente lomo de cerdo con verduras al horno.
Las ruedas de invierno estaban ocupando todo el baul del auto de modo que el viernes a la mañana las llevé al "hotel de cubiertas", donde aun estaban las del auto anterior. Les dije que podían hacer lo que quisieran con ellas y dejé en el depósito las del Volvo. Luego me encontré con Alicia en la casa de su hija y salimos a dar una vuelta con ella y con Elisa en su cochecito. Marcos, el hijo de Alicia estaba también en Malmö y todos quedaron invitados a venir a cenar con nosotros.
Johanna, KF, Ellen y Viktoria fueron a la casa de verano en Torekov aprovechando el feriado del jueves, y nos invitaron a ir a verlos el sábado. Con vituallas para hacer un asado partimos para allá, con un día radiante. Llegamos poco después del mediodía, y la propuesta era comenzar por hacer un paseo por la zona yendo hacia Bostad y entrando al hermoso parque de Norrviken. Cuando volvimos a la casa preparamos el asado, y llegamos también a hacer una partida de Kubb en el jardín antes de la puesta del sol. Los chicos habían propuesto que nos quedáramos hasta el domingo, pero preferimos volver ya que Marcos, regresaba pronto a Västerås. Con él nos encontramos el domingo por la mañana en casa de Magela donde fuimos a comer un brunch llevando scones elaborados por Alicia. Ella estaba invitada a la noche al cumpleaños de su amiga Sonia, un evento exclusivo para mujeres, mientras que yo fui a cenar al departamento de Cornelia y Nils donde estaban invitados Johanna y familia también.
Lunes 9 de mayo. La propuesta cultural del día era ir al cine a la noche y elegimos la película "Hermelinen" en el cine Panora. Se trataba de una producción francesa que nos gustó mucho a ambos. Lamentablemente seguía siendo muy poco concurrido el nuevo cine Panora y en la magnífica sala donde proyectaban la película eramos tres personas solamente. Viktoria regresaba el martes a la Argentina y nos ofrecimos a llevarla al aeropuerto. Poco antes del mediodía fuimos al departamento de Johanna con dos valijas para que Viktoria eligiera la que más le convenía, que desde luego resultó ser la más grande. Allí entró la ropa que enviábamos a Camilo, además de muchas pertenencias de Viktoria que no cabían en su propia valija. Johanna invitó con suchi de un delívery para el almuerzo, y Alicia y yo ayudamos a subir dos camas de 90 cm recién compradas en Ikea al primer piso pues le habían cedido el dormitorio principal a Ellen. Las camas se unían, y era la única solución pues una cama grande no pasaba por la escalera. Llevamos luego a Viktoria al aeropuerto mientras que Johanna iba con Ellen a Torekov. El vuelo era con Turkish de modo que el primer tramo era a Estambul, con pernocte allí. Recién llegaría a Buenos Aires al día siguiente a la noche. Al regreso del aeropuerto dejamos el auto en casa y fuimos caminando con una bicicleta hasta el departamento de Johanna a buscar la que había usado Viktoria. Una linda caminata y bicicleteada al atardecer.
Como continuaba el buen tiempo salimos el miércoles con el auto hasta Skryllegården, afuera de Lund, para hacer una caminata por ese hermoso bosque. Allí elegimos el sendero de 5 kilómetros, muy bien preparado y de poca dificultad, que nos llevó una hora. Dejamos para otra oportunidad tomar algún sendero más largo. El jueves nos tocaba ir a retirar los anteojos que habíamos encargado, con lo que me hice de dos pares de lentes progresivos, uno común y uno de lentes de sol. Por la tarde salimos en bicicleta y dimos una vuelta por el parque con Elisa. Suecia había salido de su letargo invernal y gran cantidad de gente estaba disfrutando del sol y el calor. Como seguía el buen tiempo, arrancamos el viernes para el bosque de Torup a 15 km de Malmö y allí elegimos una senda de 7 kilómetros de poca dificultad. Después de una hora y cuarto de caminata completamos el circuito y nos sentamos a matear antes de regresar.
El buen tiempo llegó a su fin el viernes, y el sábado ya volvimos a lo habitual en Malmö, con cielo nublado y viento. De todos modos alcanzamos a salir un rato al parque con Magela y Elisa, y a la nochecita fuimos en bicicleta hasta el departamento de Hilian e Isabel. Con ellos cenamos en un restaurante cercano e hicimos la sobremesa en su casa. El regreso a casa fue peleado, con frio y viento. Ese día llegaron Karin y Anita a la cabaña de Alicia y por suerte encontraron todo en buen estado. Planeaban quedarse allí hasta el lunes siguiente. El domingo era el día anual de limpieza de nuestro edificio, organizado por el consorcio. Tal como el año anterior nosotros elegimos limpiar el altillo, ya que allí no era más que sacar un poco de polvo y pasar la aspiradora. Habían alquilado también un contenedor que estaba estacionado en la calle y en nuestro plan de achicar muebles en el departamento tiramos algunas cosas, incluido mi escritorio. El ropero que había sido de Viktoria lo teníamos anunciado para la venta, pero aun no lo habíamos logrado vender y estaba archivado en el altillo. Nuestro planeado viaje a Alvesta y Växjö quedó postergado para el martes pues el lunes iba a venir a casa una amiga de Alicia con su hija. Para no demorar más el trámite, compramos también pasajes para el viaje a Sudamerica, esta vez a Montevideo, que sería el 19 de septiembre.
La partida para Alvesta fue el martes poco antes de las nueve, con un día nublado y fresco. Nuestros amigos Sonia y Ricardo nos estaban esperando para almorzar juntos en su casa, y como hacía aun más frío que en Malmö solo salimos a dar una corta vuelta a pie por el barrio. Tuvimos extensas charlas políticas con ellos pues ambos eran militantes en el partido socialdemócrata, incluido el dficil tema de la situación de los refugiados que habían invadido Suecia, resultando en la controvertida decisión de cerrar a frontera a los indocumentados. Al día siguiente nos despedimos después del desayuno, y como Alicia quería dar una vuelta por Växjo que había sido su ciudad por muchos años fuimos para allá antes de regresar a Malmö. Entramos a la magnífica catedral y luego almorzamos en un restaurante frente a la estación. Ya en dirección a Malmö, entramos a ver una cafetería en las afueras de la ciudad que regenteaba un amigo de Alicia. Era un lugar muy pintoresco, con una casa de principios del siglo anterior, y no pudimos resistir la tentación de probar unas masas caseras elaboradas por este amigo. Contiguo al café y en el mismo edificio había una exposición con el tema que había inmortalizado una anciana al darle un carterazo a un simpatizante nazi durante una marcha en Växjö el año 1985. De regreso en Malmö fuimos directamente a visitar a Johanna y Ellen, y quedamos que al día siguiente cuidaríamos un rato a Ellen para que Johanna pudiera limpiar el departamento con tranquilidad. En contraste con Växjö, tuvimos un lindo atardecer con sol en Malmö por lo que hicimos una caminata por nuestro barrio antes de la cena.
A la mañana del jueves vino Johanna a dejar a Ellen y la tuvimos hasta la hora del almuerzo. A la tarde fuimos a buscar a Elisa a la guardería y la llevamos al parque, un día de mucha actividad abuelera. Confiando en el pronóstico del tiempo, decidimos hacer una reserva en el B & B de Alunbruket en Österlen para el martes 24, con la idea de ir con el auto hasta Haväng sobre la costa del mar Baltico y caminar los 17 km hasta Alunbruket para hacer el camino inverso pero por otro sendero al día siguiente. El recorrido seguía el curso del arroyo Verkeön y prometía ser muy pintoresco. El viernes salimos a aprovisionarnos para la caminata; yo necesitaba zapatillas y también una mochila, además de un termo pequeño y una navaja multiuso. A la noche se nos ocurrió ir al cine a ver "Francofonía, el Louvre durante la ocupación alemana", ya que parecía buena según el trailer y que resultó ser un bodrio total. Hacia rato que no veíamos una película que nos gustara menos que esa. Un paseo al parque Sofiero en Helsingborg nos pareció una buena idea para el sábado y no nos defraudó. Los rododendros estaban en plena floración, lo mismo que los tulipanes, y el espectáculo era magnífico. Decidimos volver a visitar el parque un día que hubiera más sol, ya que la floración seguía hasta mediados de junio.
En nuestra confusión, creimos que el domingo 22 de mayo era el día de la madre en Suecia, cuando en realidad era el domingo siguiente. Habíamos invitado a Magela y Leo a comer con nosotros y vinieron a la tarde con Elisa a compartir el salmón al horno que habíamos hecho y la tarta de ruibarbo de postre. Era un día lindo y lo aprovechamos dando una vuelta por el parque de la biblioteca. Continuó lindo el lunes también y decidimos ir en bicicleta a Ikea en Svågertorp para hacer algunas compras. Seguíamos en la búsqueda de un asiento para niños para el auto pero no encontramos aún lo que buscábamos. llamé también al B & B de Alumbruket para confirmar la reserva y asegurarnos del importante detalle de que estuvieran a nuestra llegada el martes por la tarde. El pronóstico del tiempo seguía siendo bueno...
Dos días de senderismo en Österlen: De Haväng a Alunbruket y regreso. (★ ★ ★ ★ ★)
Martes 24 de mayo, dia 1.
Con el equipo listo, el plan confirmado y un día radiante, salimos de Malmö poco antes de las nueve con destino a Haväng sobre la costa del Báltico, donde dejamos el auto en el estacionamiento contiguo al hostel Skepparsgården. Ya estaban tronando los cañones del cercano campo de entrenamiento del ejército, unico sonido discordante con la paz del lugar. Para hacer los 19 km de ida hasta el B & B de Alunbruket habíamos decidido tomar el sendero color naranja, que era una parte de la red de senderos de Skåne (Skåneleder), y que circundaba el pueblo de Brosarp por el lado norte. El serpentante arroyo Verkeån era en la primer parte nuestra constante companía y el terreno combinaba bosque con campo abierto. La primer parada fue en un descanso a 7 km de la partida, donde sacamos nuestras galletas y latas de conservas. El sendero continuaba luego por las lomas de Brosarp, antiguos médanos ya cubiertos con vegetación baja y lugar de pastoreo. El paisaje desde las cumbres era imponente. Poco después nos reencontramos con el arroyo, siempre a la izquierda del sendero. Cuando aun faltaban 7 km para llegar a destino pasamos por el refugio Vantalängan en un claro del bosque. Era una antigua construcción de madera de los 1800, que había pertenecido a un tal Vante y que ahora estaba disponible para pernoctar. Había también lugar para acampar y disponía de parrillas y baños además de un aljibe con bomba a mano aunque no se garantizaba la calidad del agua. Nosotros teníamos nuestras propias cantimploras para no depender de estas dudosas fuentes. Unos 4 km más adelante llegamos a la cascada de Hallamölla, donde había funcionado un molino de agua desde los 1400. Había aun una construcción que funcionaba como museo. El lugar era muy pintoresco, pero nos encontramos con un grupo de muchachos muy ruidosos que se estaban bañando por lo que hicimos una muy corta parada para descansar y comer algo antes de hacer el último tramo de la travesía. Poco después de las cinco de la tarde, y después de 6 horas de caminata, llegamos al B & B de Alunbruket, a nuestro parecer el paraje más atractivo de toda la zona. Nos estaban esperando para darnos la pequeña cabaña que habíamos reservado. Contigua a la cabaña se encontraba el salón común, con una pequeña cocina bien equipada. De provisiones dejadas por otros huéspedes pusimos una cerveza en la heladera para tomar con la cena. La tarde era muy linda, con mucho sol, y nos sentamos en el jardín a matear y descansar los pies. Justo antes de la puesta del sol sacamos nuevamente las latas y huevos duros con galletas y armamos una buena cena con cerveza en el quincho. Luego hicimos un te en el salón y no demoramos mucho en irnos a acostar. Habiamos acordado que tomaríamos el desayuno al día siguiente a las nueve de la mañana.
Miércoles 25 de mayo, dia dos.
Día en que se conmemoraba la revolución de mayo en Argentina. Después de un reparador descanso en nuestra confortable cabaña nos levantamos con otro día espectacular. Espectacular era también el desayuno ecológico que nos esperaba en la antigua cafetería, con fiambres elaborados con carne de alce y jabalí, pan casero y un dulce que combinaba manzana con morrones, entre otras delicias. Poco después de las diez iniciamos la caminata de regreso, eligiendo el sendero amarillo que era casi paralelo al naranja pero del lado opuesto del Verkeån. Antes dimos una vuelta por el Verkasjön, un laguito cercano que era afluente del arroyo, y también caminamos entre las lomas que rodeaban la antigua mina de cal y alumbre a cielo abierto que habia funcionado entre los años 1637 y 1929. El sendero amarillo era menos accidentado que el naranja, también con mucho bosque hasta llegar a Brösarp. A mitad de camino nos encontramos con una vertiente donde era seguro aprovisionarse de agua ya que brotaba entre las rocas. Este sendero pasaba por el medio de Brösarp y el descanso lo hicimos en la cafetería Smulan (La miga) donde nos sentamos en sus confortables sillones a comer sendas ensaladas. Faltaban 6 km para llegar a destino y nos estaba invadiendo el cansancio, pero aun tuvimos fuerzas para apartarnos en la parte final y bajar al mar donde desembocaba el Verkeån. Alicia mojó sus pies en el mar antes de subir al estacionamiento para emprender el regreso a Malmö donde llegamos como a las ocho de la tarde. Pasamos por un restaurante y compramos Sushi para la cena, que acompañamos con un vino espumante para celebrar el buen fin de la aventura.
El resto de la semana fue de recuperación de fuerzas y curación de ampollas. El viernes a la noche fuimos al cine Panora a ver la película australiana "The Daughter", que se estrenaba esa día. Excelente película, versión libre de una obra de Ibsen y nuevamente los dos solos en la sala, como una función privada. Una pena. El domingo era el día de la madre en estas latitudes e invitamos a los hijos de Alicia a un brunch. Magela vino con Leo (Elisa se había quedado a pasar la noche por primera vez con nosotros), pero Marcos no pudo hacerlo debido a su trabajo. Mas tarde bajamos al patio del departamento de Carlos, en la misma manzana, donde hubo parrilla con choripanes y del que participaron los tres hijos de Carlos y Elena. Yo había perdido las esperanzas de vender el ropero que habíamos publicado semanas atrás, cuando recibí la llamada de un interesado dispuesto a comprarlo y retirarlo al día siguiente. El hombre cumplió con su palabra y el lunes a la mañana nos deshicimos del voluminoso mueble. Marcos vino a la tarde y lo invitamos a a compartir la cena con nosotros.
El martes por la tarde retiramos el asiento de auto para bebes que habíamos encargado a una firma por internet, y el miércoles lo estrenamos con una salida con Johanna y Ellen a Österlen. Queríamos conocer el café Olof Viktor, cercano a Ystad, propiedad de un conocido panadero y repostero. Allí hicimos un almuerzo liviano en el amplio local de un edificio antiguo, ya que aunque el día era soleado soplaba demasiado viento como para sentarse en el jardín. De allí continuamos a Sandhammaren para ver el mar Báltico desde esa amplia playa. Ellen se mojó los pies aunque el agua helada no le causó mucha gracia. Jugó luego un rato en la arena antes de seguir el paseo a Simrishamn donde nuevamente hicimos una merienda, esta vez sentados afuera al sol, antes de emprender el regreso a Malmö.
Alicia había invitado a dos amigas a cenar el jueves, pero siendo tan largos los días nos alcanzó el tiempo para dar una vuelta en bicicleta recorriendo esta vez algunos sitios inexplorados de los alrededores de Malmö. Hicimos 20 km en total, buen entrenamiento para la proyectada bicicleteada de octubre en Argentina. Al día siguiente duplicamos el recorrido pues fuimos hasta el magnífico jardín botánico de Lund, esta vez un recorrido total de 40 km. Era el primer día de la tradicional celebración de fin de clases de los colegios secundarios y en el centro de Lund había mucho estruendo con camiones y más camiones dando vueltas cargados de felices estudiantes. Fue un lindo paseo, a pleno sol y con buena temperatura.
Para el sábado habíamos quedado con Carlos y Elena que jugaríamos a las bochas en el parque que estaba frente a nuestro departamento y luego haríamos un asado en el jardín. Jugamos a las bochas, pero como se hizo tarde para armar el asado decidimos hacer la carne y los chorizos en nuestra cocina. Nos acompañó la pequeña Elisa también pues ella se iba a quedar a dormir en la casa de Carlos. Demás decir que perdimos a las bochas, ante el experimentado equipo que conformaban Carlos y Elena pero pronto habría revancha. Como el buen tiempo no nos quería abandonar, el domingo partimos en bicicleta hacia el bosque de Torup y después de hacer un picnic en ese parque decidimos regresar por otro camino. Pasamos por las afueras de Oxie y terminamos en el Folkets Park donde estaba Magela con Leo y Elisa, además de la mitad de la población de Malmö aprovechando el sol y el calor. Total de kilómetros de esta excursión, 37.
Lunes 6 de junio y feriado en Suecia por ser el día nacional. Habíamos reservado pasajes para cruzar a la isla Ven, confiando en que el tiempo iba a estar bueno y no nos defraudó. Pasamos a buscar a Magela y Elisa y cruzamos a la isla antes del mediodía. Como llevábamos el cochecito de Elisa alquilamos una bicicleta con carro donde cargamos el cochecito y nuestras mochilas. Teniendo en cuenta que estaba Elisa hicimos un recorrido distinto al habitual, y también más corto pues habíamos reservado mesa para las dos de la tarde en el restaurante "Pumpas" donde servían unas pizzas que nos gustaban mucho. Por primera vez cruzamos la isla caminando pues Elisa se durmió en su cochecito estando en la costa opuesta y decidimos volver a pie llevando las bicicletas para no despertarla y tampoco perder el ferry que habíamos reservado para el regreso. Fue una buena caminata de 3,5 km que nos llevó una hora, y nos dio justo el tiempo para entregar las bicis y llegar al embarco.
A Johanna le había venido una fuerte infección de garganta y oido por lo que el martes nos pidió ayuda para cuidar un rato a Ellen y así poder descansar un poco. Trajimos a Ellen a casa y como ella también comenzó a tener fiebre no se sentía muy bien. Durmió una larga siesta y luego que Johanna fuera al médico la busqué y se quedó un rato con nosotros hasta que KF pasó al regreso de su trabajo. En el cine Panora se estrenaba el miércoles el documental chileno "El botón de nacar", y nosotros fuimos a verla. Además de mostrar la hermosa naturaleza del sur de Chile hacía una interesante reflexión sobre el destino de los pueblos aborígenes y también sobre los abusos de la dictadura de Pinochet. Era la segunda parte de una trilogía. Al día siguiente nos pidió ayuda nuevamente Johanna pues Ellen tenía alta fiebre y quería llevarla al hospital. Allí confirmaron que era un virus y solo le prescribieron antifebriles. Trajimos a ambas a casa hasta la media tarde cuando KF volvió de su trabajo. Ese día se celebraba la reunión anual de Imágenes del Sur en su local y allí estuvimos nosotros también. Invitaban con una cena ligera y luego pasaron la película uruguaya "Corazón de fuego" del año 2002, con varios actores argentinos, que nos pareció muy buena. La mayoría de los asistentes al evento eran conocidos, mezcla de suecos y latinoamericanos.
Viernes 10 de junio y día del comienzo del campeonato europeo de futbol. Durante la fiesta del día anterior nos hizo recordar Graciela que había que regar las plantas en el departamento de Omar y Ana María y para allá fuimos Alicia y yo en nuestras fieles Crescent y Monark esta vez con los cascos puestos (para ir acostumbrandonos). Omar había montado un laberinto de sogas envainadas en plástico que arrancaban de recipientes de vidrio con agua y que terminaban desapareciendo en las innumerables macetas. Por lo tanto todas las plantas estaban vivitas y coleando y solo tuvimos que echar un poco más de agua en los recipientes. O tal vez había que reemplazar el agua verdosa por agua limpia? A solo diez días del regreso de los propietarios no parecía ser un detalle importante. A la noche miramos el partido de futbol entre Francia y Rumania, que terminó 2 a 1 a favor de Francia.
El día sábado amaneció lindo y decidimos concretar el plan de hacer otro paseo en zorra, esta vez el trayecto de Björnstorp a Veberod y regreso (★ ★ ★ ★ ☆). Cuando llamé para hacer reservas nos dieron una para las cuatro de la tarde al estar agotados los turnos anteriores. Fuimos con el auto y como quedaba de pasada, paramos en las afueras de Dalby para explorar una antigua calera convertida ahora en un pequeño y profundo lago rodeado de rocas que caían a pique. Vimos mucha gente allí, algunas personas bañandose, aunque no parecia muy atractivo para hacer un picnic al estar muy cerca de la ruta. Seguimos luego a Björnstorp y dejamos el auto al lado de las vías, donde estaban estacionadas las zorras. Desde allí hicimos el trayecto de unos seis kilómetros hasta Veberod, final de la vía. En el camino nos encontramos con zorras que venían en sentido opuesto por lo que hicimos varias veces el intercambio de vehículos. Las zorras eran bastante pesadas pero resultaba bastante facil girar los aparatos entre dos. El trayecto era bastante pintoresco, no tanto como otros recorridos, pero valía la pena. Al regreso hicimos un kilómetro y medio adicional, pasando Björnstorp hasta el final de la vía de ese lado y regresando luego al punto de partida.
Dias antes habíamos reservado entradas también para hacer una visita guiada al castillo de Torup (★ ★ ★ ★ ★)en las afueras de Malmö. Ibamos a ir en bicicleta pero para no madrugar decidimos usar el auto y a las once de la mañana nos juntamos una veintena de personas fuera del castillo atentos a la introducción que nos dió una guia muy profesional y competente. La visita duró una hora y pudimos ingresar a las salas de uso común del castillo cuya construcción comenzó en el año 1545 por iniciativa de una tal Görvel Fadersdotter, y que ahora era propiedad de la comuna de Malmö. Nos enteramos durante la visita de la historia del castillo y de hechos históricos y tragedias ocurridas desde su origen. Terminada la visita paseamos un rato por el magnífico parque que rodea el castillo y luego caminamos un corto trecho hasta una edificación convertida en museo donde se podía apreciar las condiciones de vida de los campesinos al servicio de los terratenientes en base a un sistema creado en 1750 y abolido en 1944. El contraste entre la vida de los nobles y la pobreza de los campesinos era chocante. En ese museo había una cafetería donde hicimos una merienda antes de regresar al estacionamiento por la picada del bosque y volver a Malmö. En casa de Magela nos juntamos a comer con ellos y los consuegros de Alicia.
Lunes 13 de junio. Hoy fui a dar a la sala de operaciones de la salita del barrio. Tenía turno para sacarme un lunar sospechoso en la barriga y cayó bajo el cuchillo de mi doctora. Quedé con un parche y un turno para sacar los cuatro o cinco puntos el 23 de junio. El resto de mis lunares y manchas quedaron en la categoría de "inofensivos" y culpa de la edad, y la doctora pronosticó que iba a tener más y más a medida que fuera envejeciendo. Tuvimos nuestra cuota de violencia también: temprano por la tarde escuché dos estampidos que parecían disparos y efectivamente a los pocos minutos se llenó la avenida Nobel a una cuadra del departamento con patrulleros y ambulancias para llevarse a un fulano gravemente herido. Vaya a saber qué arreglo de cuentas hubo en ese incidente. Más tarde trajimos a casa a Elisa para que sus padres pudieran hacer compras tranquilos, y hacia la noche vimos el pobre debut de la selección sueca ante Irlanda. Terminó 1 a 1, aunque ambos goles los tuvo que hacer Irlanda, con uno en contra. Mucho tenía que mejorar el equipo sueco para enfrentar a Italia con éxito el jueves.
Este año se hacían también los tradicionales conciertos de verano organizados por la iglesia sueca que tanto nos habían gustado el año anterior, y el jueves a la noche fuimos con el auto hasta Törringe, un pequeño pueblo a diez kilómetros de Malmö, donde escuchamos al cuarteto con el original nombre de "Machaut Machine" dar su concierto con temas religiosos a capella con excelentes voces en la pequeña iglesia del lugar. Al día siguiente le tocó jugar a Suecia contra Italia, y si bien hicieron un buen primer tiempo - sin goles - perdieron su concentración en el segundo tiempo y finalmente llegó el gol de Italia que selló el partido. La selección sueca había pasado a la hisotira como el equipo que no había logrado aun hacer un solo tiro directo al arco contrario, y la última esperanza para continuar en el torneo era ahora el partido contra Bélgica del miércoles siguiente. A la noche fuimos al cine Panora donde vimos la comedia dramática australiana "The Dressmaker", una joyita la película. Esta vez no estábamos solos en el salón...
René, el amigo que habíamos ido a ver en Chiloé, estaba en Suecia visitando a sus hijas en Alvesta, en las cercanias de Växjö. Ilian e Isabel nos dijeron que venía a Malmö el sábado, e invitamos a los tres a comer a casa por la tarde. Yo los fui a buscar al departamento de Ilian y antes de venir a casa los llevé hasta Svågetorp pues René estaba a la caza de una cámara fotográfica. No encontró allí lo que buscaba por lo que regresamos a nuestro departamento, y antes de la cena salimos con nuestros sendos equipos de bochas a jugar un partido en la plaza de enfrente. La velada fue bastante extensa pues nuestros invitados se fueron como a las once de la noche, y quedamos en ir al día siguiente al mediodía a la casa de Ilian para comer un asado en el jardín.
El domingo amaneció desapacible pero fue mejorando durante el día. Fuimos hasta lo de Ilian e Isabel en bicicleta, comprando un poco de carne en el camino para reforzar los chorizos que llevábamos. Había una buena parrilla en el parque del edificio y allí encontramos a Ilian y René con el asado en marcha. Para el postre entramos al departamento y luego revivimos el viaje a Bariloche y Chiloe que habíamos hecho juntos mostrándole a René una cantidad de fotos tomadas por Isabel e Ilian. René pensaba volver esa misma noche a Alvesta por lo que nos despedimos con la promesa de hacerle una nueva visita en Chile en el futuro.
Miercoles y Suecia quedó eliminada del campeonato europeo de futbol. No jugó mal, y si lo hubiera hecho asi en los partidos anteriores tal vez el panorama hubiera sido distinto. Fue el último partido de Zlatan con la selección, que tendría que arreglarse sin él en el futuro, tal vez para bien pues asi se dejaba de contar siempre con que él hiciera milagros. Al día siguiente me tocaba sacarme los puntos de la operación y una enfermera lo hizo diestramente temprano por la mañana en la clínica del barrio. Seguí con un parche menor y conminado seriamente a no exponer la cicatríz al sol. El día era lindo y decidimos hacer un paseo a la costa sur, aprovechando de paso para hacer compras de fruta y verduras en un campo que tenía venta directa al público. Regresamos por caminos secundarios, y comenzamos a escuchar un ruido alarmente que provenía del lado izquierdo de la tracción delantera. Hice un vano intento de encontrar la causa, ya que no se veía nada raro, y continuamos el paseo acompañados del ruido hasta llegar a casa. Al día siguiente se celebraba la víspera del midsommar por lo que sabíamos que era imposible resolver el problema antes del lunes. En el Reino Unido tenía lugar un referendo decisivo para la pertenencia o salida del pais de la comunidad europea.
Este año fue la excepción: la víspera de midsommar fue un día de sol y mucho calor, aquí en Malmö unos 27 grados. Nos desperamos con la penosa noticia de que en el Reino Unido había ganado la falange que quería dejar de pertenecer a la Unión Europea, con consecuencias impredecibles. Graciela nos había invitado a juntarnos en el jardín de su edificio de departamentos, a una escasa cuadra del nuestro, y para allá fuimos a festejar a la tarde llevando nuestra contribución de comida y bebida. Hubo unos cuantos de la barra latinoamericana, incluyendo a Omar y Ana María, apenas de regreso de su viaje a la Argentina. A la noche cambió el clima y cuando ya nos habíamos retirado vino una tormenta eléctrica y lluvia. El sábado regresó el sol a Malmö. Nosotros teníamos entradas para una función de teatro en Helsingborg, un regalo de cumpleaños de Alicia, y a falta de auto tuvimos que recurrir al transporte colectivo. Dejamos las bicicletas en la estación tomamos el tren a Helsingborg, una hora y algo de viaje, y desde la estación caminamos hasta el teatro que estaba ubicado en un parque muy lindo a unas veinte cuadras. La obra era un musical basado en la película americana "Some Like it Hot", del año 1959, cuando Marilyn Monroe, Jack Lemon y Tony Curtis eran jóvenes. Nos gustó mucho la presentación, con squetches y equivocos muy cómicos. El teatro estaba lleno y hubo muchos aplausos. Por suerte se aguantó el tiempo pues cuando estábamos regresando a Malmö se largó la lluvia. El domingo mejoró nuevamente y organizamos un partido de bochas (que perdimos) con los consuegros de Alicia en la plaza frente al departamento, antes de juntarnos a comer con ellos y sus tres hijos, además de los dos bebes (Elisa y Coco) que ya hay en la familia. Nosotros hicimos carne al horno con papas y Elena trajo tres tartas muy buenas. Jorge y Myrna, una pareja amiga argentina que estaba de pasada por Malmö, se dieron una vuelta por casa a saludarnos y además se llevaron un repuesto de moto que alguien había encargado y que nos había llegado por correo.
Lunes 27 de junio. Los mercados del mundo se derrumbaban a consecuencia del Brexit y las denuncias de corrupción crecían como hongos en Argentina. Yo había pedido ayuda a Omar para controlar el auto sabiendo que él conocía un taller mecánico de un palestino, ya que en ningún taller oficial conseguía turno antes del 20 de julio. Omar vino a media mañana en bicicleta y salimos con el auto, que sorpresivamente no tenía ningún ruido. En el taller lo levantaron y revisaron sin encontrar nada fuera de lugar. Dimos una vuelta grande sin incidentes por lo que el misterio seguía sin resolver. Y el Brexit le tocó hoy también al equipo de futbol inglés al perder contra Islandia. Y tengase en cuenta que el director técnico de Islandia es sueco...
Karin llegaba a Copenhagen el miércoles 29 por la tarde en vuelo de Air France. A la mañana, y con una lluvia torrencial, fui en bici a buscar la llave del departamento de Gerd que ella había dejado a una vecina pues ella estaba de vacaciones en Mallorca. Con Alicia, Johanna y Ellen fuimos en el auto al aeropuerto a recibirla, y después de dejar su equipaje en el departamento de la madre hicimos algunas compras de alimentos y armamos una comida en lo de Johanna y KF. Era también el día que mi prima Eleonor cumplía años y me comuniqué con ella para felicitarla.
30 de junio y día de mi cumpleaños. Después de analizar diversas opciones habíamos decidido festejarlo en nuestro departamento a partir de las tres de la tarde. La comida era fría y pusimos todo a la vista en la cocina para que cada uno se sirviera. Johanna y Karin fueron las primeras en llegar y luego llegamos a ser cerca de veinte personas. Alicia había hecho dos tortas gigantescas de frutillas y frambuesas para el postre y salieron buenísimas. Recibí lindos regalos que incluian una generosa cantidad de botellas, entradas para ir a ver "La Traviata" en Montevideo el 1 de octubre, y también un vale para dos personas para probar el Segway, la máquina bautizada como "el primer transportador humano auto-equilibrado", que cada vez se estaba viendo más en la calle y que seguramente iba a ser una experiencia divertida. Para el domingo me habían prometido además un evento secreto.
Llegó el primer día de julio, desapacible y lluvioso. Ana María y Omar habían sugerido ir a la feria vikinga anual en Höllviken y para allá fuimos los cuatro en nuestro auto. Yo no había estado antes y fue una experiencia interesante ya que se intentaba recrear la vida y costumbres de este grupo escandinavo. Me enteré también que los cascos no tenían los cuernos con los que se solía representarlos, sino que habían aparecido como un adorno en una ópera de Wagner. Había una cantidad de puestos de venta de diversos productos comunes en esa época. Por suerte vino la lluvia cuando ya estaban cerrando, y como habíamos llevado viandas para un picnic encontramos un refugio donde pudimos comer sin mojarnos. Ese era también el día del cumpleaños de Viktoria, aunque ella pensaba festejarlo al día siguiente en su departamento de San Telmo.
Karin había propuesto una salida para el sábado y como continuaba el tiempo lluvioso le ofrecimos ir hasta Vellinge con el auto a un mercado de pulgas organizado por el club de Leones. Fue un éxito pues encontramos libros y juguetes para niños muy baratos. Hasta conseguimos una silla de modelo antiguo que queríamos para el departamento y también algunos cacharros para llevar al Uruguay. Era el día en que Alemania jugaba con Italia y Johanna y KF habían invitado a ir a verlo a un local que tenía KF, con proyector y pantalla gigante. Ese día llegaba también Isabel con su hija Livia a las 22:30 desde Mallorca y Karin y yo decidimos que la iríamos a buscar al aeropuerto. Debido a un atraso de dos horas de su avión pudimos ver el partido completo, con alargue y penales, y aun llegar a tiempo a Copenhagen a recibirlas. Regresé a nuestro departamento pasadas las dos de la mañana.
El domingo 3 por la tarde juntamos viandas como para un picnic y partimos Alicia y yo en nuestras bicicletas al lugar donde nos teníamos que juntar para el evento y que resultó ser un muelle para abordar un bote a motor y salir a recorrer el canal que rodea el centro de la ciudad. Allí nos esperaban Karin, Johanna con KF y Ellen, Ana Maria con Omar, su hijo Leandro y su nieta Tracy. Después de embarcar nuestras cosas iniciamos el divertido paseo con dos paradas, la primera para hacer el picnic y la segunda para comer las tortas con vino espumante. Nosotros habíamos llevado torta de frutillas que había sobrado de mi cumpleaños y Omar su clásica torta de chocolate. Nos favoreció el tiempo ya que parecía que iba a venir lluvia y finalmente tuvimos mucho sol para disfrutar de la vuelta.
Isabel había venido a Suecia con la intención de pasar un tiempo con la familia y de paso trabajar durante las seis semanas que iba a estar en Malmö. Karin se había ofrecido a hacerse cargo de Livia durante las horas de trabajo de Isabel e hizo de inmediato buenas migas con la niña a pesar de la barrera idiomática. Livia se expresaba en francés, aunque entendía lo que se le decía en sueco y asi se resolvió el problema. El martes vinieron Karin con Livia y Johanna con Ellen a tomar un desayuno tardío y fue divertido ver a las pequeñas jugando en el living. Karin estaba interesada en los mercados de pulgas y dos veces nos acompañó en la semana, la segunda vez con Livia también. Habíamos visto en el diario que el club de Leones organizaba un nuevo mercado de pulgas en Kämpinge, en las afueras de Malmö, y como estaba cerca del café Hallongården (el que tenía cultivo de frambuesas) fuimos luego hasta allí a merendar antes de regresar a Malmö. El jueves vimos también cómo perdía Alemania contra Francia y quedaba eliminada del campeonato europeo de futbol. Tal vez mejor asi, para generar más dramatismo el domingo en la final de Francia contra Portugal.
La semana culminó gastronomicamente el domingo, comenzando con un brunch del que participaron Magela, Leo y Elisa, además de Mayari. Marcos no vino pues aun no había regresado de Öland donde había tocado el día anterior con su grupo en un festival de música reggae. A la tardecita vinieron Karin, Johanna, KF y Ellen a cenar con nosotros. Les hicimos probar nuestra versión del "pulled pork" que habíamos comprado ya hecho y solo era necesario calentar y trozar. Resultó un éxito ya que todos los apreciaron, excepto Ellen que se contentó con un menu más modesto. Ellos se fueron temprano para acostar a Ellen, antes del partido en el que sorpresivamente Portugal le arrebató la copa a Francia.
Lunes 11 de julio. Alicia se embarcó en un proyecto de confección de un vestido que la tuvo ocupada tres tardes con ayuda de una amiga experta en costura. El martes a la noche vinieron Karin, Isabel y Livia, rememorando la tradición que teníamos de comer scones con te mirando la serie inglesa "Midsommer murders". Los scones los hice por la tarde siguiendo la receta de Alicia mientras ella estaba en tiempo de costuras. Livia seguía al cuidado de Karin y el jueves le propusimos una salida a Skryllegården en las cercanías de Lund donde pensábamos que podíamos recorrer el sendero de 5 kilómetros en el bosque con el cochecito de Livia, A pesar de que tenía ruedas diminutas no tuvimos mayores problemas con ese proyecto. Luego del paseo almorzamos en el restaurante del parque antes de regresar a Malmö. Esa noche se produjo la tragedia en Niza donde un fulano entró con un camión a la rambla donde estaban festejando el 14 de julio, con la intención de atropellar a cuantos estuvieran en su paso. Al día siguiente salimos Alicia y yo hacia Torekov para encontrarnos allá con Johanna, KF y Ellen en la casa de mis consuegros. El plan era hacer una caminata de seis kilómetros por el sendero de la costa, y lo hicimos Alicia y yo con Johanna, Kerstin y los dos perros de mis consuegros. Karl Axel se quedó con KF y Ellen y nos esperaron luego con dos vehículos en Hovs Hallar que era el punto de llegada. Allí había también un restaurante en el que nos invitaron a almorzar. Mis consuegros estaban muy interesados en recibir información sobre Argentina y Uruguay pues habían decidido viajar a fines de noviembre que era cuando volaban Johanna, KF y Ellen para el casamiento de Viktoria. El plan de mis consuegros eran visitar Buenos Aires, tal vez las cataratas, Bariloche y finalmente cruzar al Uruguay antes de regresar a Suecia. Les dimos toda la información posible y quedó para ellos hacer las reservas de alojamiento. Bastente temprano regresamos a Malmö. El sábado nos despertamos con la noticia del fallido golpe de estado en Turquía, donde un grupo de militares se había autoproclamado salvador de la patria y por lo tanto había que voltear al gobierno democráticamente elegido. Leo y Magela tenían una fiesta de modo que Alicia fue a buscar a Elisa a la tarde para que se quedara a dormir en nuestro departamento.
Elisa durmió muy bien en nuestro departamento y despues del desayuno del domingo salimos con ella en dirección al concurrido mercado de pulgas de Drottningstorget donde Alicia encontró algunas prendas a su gusto y también le compramos un par de juguetes a la niña. Luego la dejamos con sus padres y completamos las compras para hacer los falafel, que sería la comida que pensábamos ofrecer de cena a nuestros invitados. Además de Karin, Isabel y Livia, vinieron Majela con Elisa, Majari, y Eva con su hijo Emil. Marcos estaba en Gotemburgo haciendo un video con su banda.
Lunes 18 de julio, dia de la Constitución en Uruguay y por lo tanto feriado en ese pais. Lucia, la sobrina de Alicia, había ido nuevamente a la cabaña a pasar el fin de semana largo y por suerte nos telegrafió que todo estaba en orden allí. Habia un nuevo atisbo de verano en el sur de Suecia y para aprovecharlo invitamos a Karin a salir a pasear. Ella quería ir a Klagshamn y para allá fuimos con ella y con Livia. Hicimos una buena caminata por el puerto, y luego regresamos a la ciudad pasando por un negocio donde compramos una carpa que pensábamos llevar durante nuestra travesía a Bariloche. Era pequeña, para dos personas, y por suerte la armé en el living del departamento ya que resultó tener una falla de construcción. Habían olvidado coserle el ojal en una de las cuatro esquinas por lo que era imposible ensartar una de las varillas de sostén en esa esquina y hubiera sido catastrofico descubrir el problema en el desierto patagónico. El martes hube de madrugar pues a las ocho de la mañana tenía turno con un óptico para controlar mi vista. Esta vez me pudieron controlar la presión sin problemas, y como estaba en el límite me recomendaron continuar con las gotas. En la clínica me dieron también un turno con el médico oculista el 1 de septiembre para un nuevo estudio completo de los ojos. No tuvimos problemas en cambiar la carpa y esta vez la controlamos antes de salir de la tienda. A la tarde bajé valijas del altillo y reacomodamos los artículos que pensábamos llevar al Uruguay para disponer de dos valijas de cabina y una a despachar para el vuelo del viernes a Barcelona.
Karin e Isabel se mudaban el miércoles a otro departamento y como les había ofrecido ayuda fui a buscarlas al departamento de Gerd al mediodía para cargar sus cosas en el auto e hicimos el trayecto de pocas cuadras a su nueva vivienda que era de una amiga que se había ido de vacaciones y que le dejaban también una simpática perrita tuerta para que la cuidaran. A la tardecita vinieron Magela y familia a comer pizzas, además de Carlos y Elena. Al día siguiente salimos por la mañana a hacer las últimas compras previas al viaje, y luego fuí con Karin hacia la zona industrial del puerto norte para que practicara un poco de manejo y recuperara su habilidad después de años de no conducir. A la noche vino Karin a casa y con ella comimos nuevamente pizzas antes de terminar de armar nuestras valijas. Entre una y otra cosa se nos hizo la medianoche antes de que nos pudiéramos acostar.