23 de Noviembre 2024
Disponíamos por delante de un período de casi un mes en Uruguay antes de emprender un nuevo viaje, esta vez nuevamente a la Argentina a festejar nada menos que el cumpleaños de Lucía en Alberti, la navidad en Burzaco y el cumpleaños de Johanna en Buenos Aires. El día extra en La Paz hizo que llegáramos de regreso a casa justo el día anterior a la segunda vuelta de las elecciones del 24 de noviembre. Alicia estaba descompuesta pero no fue impedimento para que fuera a votar, y para gran satisfacción de los partidarios del Frente Amplio y desconcierto de las fuerzas de derecha se impuso el Frente con buen margen. Vimos en nuestra pantalla en casa de Alicia los festejos de los ganadores y la tristeza de los perdedores.
Lunes 25. Alicia continuaba con nauseas aunque por suerte se encontraba en franca mejoría. Sus consuegros estaban en Uruguay les propusimos venir a Piripiápolis el miércoles a compartir un asado, invitando también a Roberto y Cecilia, nuestros compañeros de ruta en el reciente viaje a Perú. Ellos vinieron con su auto mientras que a Carlos y Elena los buscamos en la parada 10 del ómnibus. Por suerte habíamos conseguido muy buena carne y disfrutamos de un excelente asado acomodando mesa y sillas en la cochera. Ese mismo día me contó Agustín que se había roto el camión blanco, mientras que Gabriel me confirmaba la reserva de hotel en Alberti para el 22 de diciembre.
Nosotros hicimos por nuestra parte la compra de pasajes en Colonia Express para el 21 de diciembre. Con un muy lindo día de sol decidimos el viernes hacer una caminata en el parque Lussich de Maldonado y le propusimos a Hilian que nos acompañara. Quedamos de acuerdo con el punto de encuentro, pero él se equivocó de parque, de lo que se dió cuenta al no vernos. Finalmente nos pudimos reunir aunque para él no hubo caminata sino merienda en la cafetería. Cerramos la semana con mal tiempo y lluvia, esta última ya muy necesaria.
Lunes 2 de diciembre. Nuestro pozo ciego se llenaba muy a menudo y nuevamente hubo que pedir el camión cisterna para vaciarlo. La especialista en terapia alternativa Silvana Repetto solía dar disertaciones en el Argentino Hotel y como Alicia estaba interesada en el tema fuimos ese lunes a la noche a escucharla en el salón dorado del hotel. Ella había había publicado una agenda para el año 2025 y Alicia le compró un ejemplar. Una nueva sesión de asado tuvimos el miércoles, esta vez invitando a Congo y Lena a acompañarnos pues la última reunión con ellos había sido antes del viaje a Perú. Al día siguiente el termómetro alcanzó los 32 grados. Fue un día agobiante y apto para poner el aire acondicionado, pero bajamos igualmente a la playa al atardecer. El segundo encuentro con Carlos y Elena fue el viernes en Montevideo, esta vez acompañados de su hija Aurora, recién llegada de Suecia. Habíamos concretado una cita para cenar en el restaurante El Fogón de la calle San José en Montevideo, donde todo el mundo pidió carne excepto yo, que comí unos exquisitos raviolones con salsa de cuatro quesos. Finalizada la cena fuimos a la cercana sala Zitarrosa en la avenida 18 de Julio a escuchar al excelente conjunto uruguayo de tango La Mufa. Nosotros rematamos la noche yendo al parque Rodó donde Rita, la hermana de Elena tenía un puesto de venta de sus muñecos de tela en la gigantesca feria artesanal. Las propuestas eran muy buenas y variadas, y además de comprar un regalo para Lucía nos hicimos de dos tazas pintadas con pájaros para nosotros. Se hizo casi medianoche antes de emprender el regreso a Piriápolis. El sábado se hacía la tradicional fiesta anual de la paella gigante en Piriápolis, muy concurrida por cierto, y no dejamos de dar una vuelta por allí. Como era habitual, la paella no iba a estar lista hasta muy tarde asi que optamos por comer algo en el patio de comidas adjacente y con una noche bien fresca regresamos a la casa mucho antes de que se comenzaran a vender porciones de paella. Otro acontecimiento anual era la fiesta de las culturas en Pueblo Eden, que se hacía el domingo, y le propusimos a Hilian que fuera también. La buena noticia era que la muy deteriorada ruta 12 a Minas, pasando por Pueblo Eden, estaba en plena reparación. Las temperaturas continuaban siendo bajas, a diferencia del año anterior, y a los organizadores les costó hacer que el público se quedara cuando comenzó a bajar el sol. Pensando también en las complicaciones en la ruta decidimos regresar cuando aún había luz diurna.
Lunes 9. Ese día fue Alicia nuevamente a Montevideo, mientras que yo fracasaba en mi intento de hacerme un merecido corte de pelo por estar cerrada mi peluquería habitual. De todos modos aproveché mi ida a Piriápolis haciendo compras en el supermercado. El corte de cabello fue finalmente al día siguiente mientras Alicia visitaba a su amiga Rosita. Teníamos un evento esa semana, al habernos anotado en el asado que hacía el grupo de amigas de Alicia en el quincho del barrio de Atlantida donde vivía una de ellas, quien de paso cumplía años. Como en ocasiones anteriores la reunión fue muy entretenida y bulliciosa, y tuve oportunidad de encontrarme con Eden, el marido de una de las mujeres, y cuyo mal de Parkinson continuaba su avance. Me llevó a ver su casa, en ese mismo barrio, y me contó su estado de ánimo a causa de la enfermedad además de la pena que le iba a causar abandonar el Uruguay ante la decisión de ir a vivir a España, más cerca de sus hijos. Terminada la fiesta trajimos hasta su casa de Maldonado a una de las participantes del evento. Lucía, la sobrina de Alicia, había planeado ir con su pareja Damián de compras a Chui el sábado por la mañana pasando por la casa de Alicia al regreso pero ante las amenazas de mal tiempo - que finalmente no se concretaron - canceló el proyecto. Nosotros habíamos reservado mesa el viernes a la noche en el restaurante La Corniche pues se presentaba el comediante Gonzalo Eyherabide con el monólogo que había titulado Tragedia en el Balneario, que nos hizo reir mucho. El tio Andrés llegaba el sábado 14 a los 102 años y le pedí a mi prima Eleonor que le transmitiera nuestras felicitaciones por ese espectacular logro. Otro cumpleaños, este el domingo, fue el de Coti.
Lunes 16. Ya a las puertas del cercano viaje a la Argentina, partimos el martes hacia Montevideo en gira de compras comenzando por la Tienda Inglesa de Atlántida. Luego nos detuvimos a dejar ropa en el Emaus de la ruta, que para nuestra sorpresa lo encontramos cerrado. Resultó que se había quemado el día anterior y tenían un pequeño puesto afuera donde pudimos dejar la ropa que Alicia quería entregar. La siguiente parada fue en la tienda Geant de la Ciudad de la Costa, para dirigirnos luego al centro de Montevideo a saludar a Lucia en su trabajo. Para el almuerzo elegimos el Mesón Español, ubicado en el espectacular edificio del Club Español sobre la avenida 18 de Julio. Además de tiendas de ropa entramos a negocios de artículos del hogar a causa del proyecto de cambiar la baqueteada cocina de la casa de Alicia, aunque solo fue un estudio de mercado y no llegamos a concretar nada aún. Después de comer sendos helados de La Cigale en el parque Rodó a la puesta del sol emprendimos el regreso. Lo que a la distancia pareció ser un accidente en la ruta interbalnearia generó una extensa cola de vehículos. Cuando finalmente se pudo continuar descubrimos que en realidad se había producido un derrame por rotura del oleoducto que iba de José Ignacio a Montevideo que había llegado a la ruta y lo habían tenido que cubrir con aserrín. Habiendo decidido entre todos que ibamos a encargar la comida de fin de año, fuimos el miércoles a una carnicería del centro de Piriápolis a concretar el pedido, que acordamos que sería de 3 pamplonas de pollo y 3 de carré de cerdo, todo asado y listo para retirar el 31 a la tarde. También nos encontramos esa tarde en el centro con una pareja amiga de Alicia que estaba de vacaciones en Piriápolis. Al día siguiente le llevé 100 dólares más de anticipo al dueño del chalet "El Pino Loco" que había alquilado Agustín, y como este año no ibamos a compartir la navidad con Congo y Lena, nos reunimos con ellos para una picada en su casa a la tarde. El movimiento familiar de fin de año comenzó el 20 con el vuelo de Johanna y familia a Buenos Aires. Ellos llegaron a las siete de la mañana del sábado a Ezeiza, en el momento en que nosotros estábamos preparando nuestra partida. Fueron recibidos allá por Agustín y Karin con sendos vehículos para trasladarlos a la casa alquilada en Adrogué. Como ibamos livianos de equipaje bajamos a pie hasta la costa a tomar el ómnibus a Montevideo, luego el ómnibus de Colonia Express a Colonia y finalmente el ferry a la Boca. Karin nos dió la linda sorpresa de esperarnos con Inés en la terminal y desde allí fuimos en taxi, al mando de un locuaz peruano, hasta el céntrico hotel Grand King de Florida y Lavalle. Por recomendación del hotel fuimos hasta la esquina de la calle San Martín a cenar al restaurante La Pipeta donde nos trajeron unos exquisitos ojos de bife de la parrilla. Al pie del hotel teníamos varios bulliciosos boliches que por suerte cortaron la música antes de la medianoche.