17 de Julio 2018
A causa del tardío regreso, el martes nos levantamos bastante tarde. Un confuso mensaje del aeropuerto parecía indicar que las valijas habían sido localizadas y llegarían con un vuelo de ese mismo día por la tarde. Mientras Alicia iba a ver a Magela y los niños yo tomé la bicicleta al Lidl para reaprovisionarnos. Ese día no tuvimos más noticias de las extraviadas valijas. Retomamos nuestra interrumpida gimnasia el miércoles por la mañana, y como el auto había quedado estacionado fuera de la casa de Johanna fuimos a buscarlo a la tarde cargando también las maltrechas plantas que habían sufrido el efecto de la ininterrumpida y devastadora sequía sueca. Johanna y su familia estaban en la casa de verano, y viendo que su ciruelo tenía fruta bien madura que ya se estaba cayendo, hicimos una buena cosecha de muy ricas y dulces ciruelas. También retomamos la caminata por nuestro parque, y a la noche continuábamos aun sin equipaje. Finalmente recibimos una llamada el jueves temprano avisando que antes del mediodía nos entregarían las valijas y efectivamente recibimos las tres intactas. Por suerte no habían comenzado a oler aun los quesos asturianos que había empacado en una de mis valijas. Magela había prometido dar una vuelta por casa con los niños el viernes al mediodía e hicimos una picada juntos. Luego me puse a elaborar una tarta de ruibarbos pues a la noche estábamos invitados a comer fondue de carne en casa de nuestra amiga Graciela. En principio iba a ser en el departamento de nuestro amigo Lucho pero el carecía de la fuente para hacer el fondue. Con la tarta y una botella de vino salimos en las bicicletas y nos encontramos todos en casa de Graciela. El sol y el calor no nos daban descanso y se armó el plan de ir en auto a Österlen el domingo junto con Magela, Leo y sus niños, además de los consuegros de Alicia, Carlos y Elena. Siendo tantos partimos en dos autos apuntando a la playa de Knäbeckshusen que tenía la ventaja de ofrecer mucha sombra. Para el regreso llevamos a Carlos y Elena en nuestro auto y como ellos no conocían la cascada ni el café de Alumbruket hicimos turismo por allí. La cafetería estaba abierta hasta las seis de la tarde de modo que llegamos a tiempo para sentarnos en el jardín al atardecer y tomar algo fresco antes de volver a Malmö.
Lunes 23 de julio. Las playas de Malmö no eran muy atractivas ya que les faltaba sombra, y les propusimos a Hilian e Isabel ir con el auto hasta Klagshamn, a 15 km de casa. Esa zona estaba bien arbolada y armamos un picnic a la sombra a escaso metros del agua. Más tarde vimos a dos de los nietos de Omar y Ana María y resultó que ellos también estaban allí. Continuamos la reunión y mateada con ellos también. Tanto nos gustó el lugar que fuimos allí el martes y miércoles también pues el sol y el calor no nos daban tregua con temperaturas tocando los 30 grados. Ya se había prohibido todo tipo de fuego para evitar incendios a causa de la tremenda sequía. Habíamos puesto ya nuestro auto en venta pero como había que hacer el service anual lo llevé el jueves por la tarde al taller. Con gran esfuerzo metí una de las bicicletas en el auto para poder regresar del taller que estaba a más de 5 kilómetros y al llegar allá vi que tenían bicis para prestar, lo que podría haber averiguado con anticipación. Volví a casa con mi bicicleta y cuando el auto estuvo listo hice a pie los 5 km a buscarlo. Esa día se quedaron con nosotros Nicolás y Elisa, los hijos de Magela, pues ellos tenían una salida nocturna. Los pasaron a buscar el viernes temprano por la tarde, y a la noche fuimos al restaurante del parque municipal a escuchar a Marcos, el hijo de Alicia, que había venido de Estocolmo a tocar con su banda. Entre la música y la enorme concurrencia, el estruendo era infernal, pero pasamos un rato agradable en companía de Hilian e Isabel. A ellos los invitamos para hacer una salida al día siguiente, y como no conocían aun la zona de Kullaberg partimos para allá con nuestro picnic. En la punta rocosa había bastante gente pero luego de caminar un rato por la zona encontramos una mesa libre bajo un arbol para hacer nuestra merienda. Daba pena ver toda la vegetación sufriendo la falta de lluvia, y el aspecto era ya otoñal al comenzar los árboles a perder su follaje. Además de mostrarles el acantilado los llevamos hasta el pie del mismo con el auto por el camino de acceso a la confitería "Ellen" y a la pequeña playa pedregosa, más tarde al puerto de Mölle y al puerto de Arild, y finalmente a la afamada confitería Flickorna Lundgren en Skäret. Por suerte estaba abierta hasta las siete de la tarde y nos dió tiempo a sentarnos a una mesa en el idílico jardin a tomar café. Antes de emprender el regreso a Malmö bajamos con el auto hasta la costa y pudimos ver cómo la población entera estaba celebrando algún tipo de fiesta local muy sueca en la plaza del pueblo. Hilian e Isabel quedaron muy contentos al haber podido conocer estos fantásticos lugares. Marcos y su pareja Sanna seguían en Malmö y el domingo armamos un almuerzo de pasta con pesto casero en casa para ellos y Magela con su familia. También vi fugazmente a Johanna que estaba de pasada por Malmö cuando hice una escapada a su casa a buscar la llave extra del auto. Confirmé con ella que iríamos el domingo 5 de agosto a la casa de verano en Torekov a celebrar el cumpleaños de Ellen. Dando la vuelta del atardecer por el parque vimos que en el anfiteatro cercano a nuestro departamento iba a tocar un conjunto femenino de Marruecos y decidimos quedarnos a escuchar. Fue una muy linda presentación de música y canto tradicional con mucho ritmo, que hizo que el area frente al escenario se llenara de gente bailando a su compás.
Lunes 29 de julio. A causa de las altas temperaturas llegó inevitablemente el florecimiento de las algas en el mar y ya se recomendaba precauciones al bañarse, especialmente los niños. La alternativa era llevarlos a la piscina, y viendo que había una al aire libre en Bara, a 12 km de Malmö, organizamos una ida en bicicleta con Magela. Ellos habían comprado un triciclo con cajón adelante para llevar a los niños y que contaba además con motor eléctrico para ayudar en el pedaleo, y después de armar el picnic partimos para allá. Nos encontramos con una pileta bastante grande con area para niños pequeños, y normalmente rodeada de verde cesped ahora convertido en una polvorienta alfombra amarilla. Había algunos árboles también por lo que contaba con la necesaria sombra. La excursión nos llevó buena parte del día y tuvimos que postergar nuestra sesión de gimnasia para el día siguiente. Recordando nuestro paseo a la península Ibérica, Alicia preparó para la cena una excelente sangría con vino blanco y canela. Asi llegamos al fin del mes de julio, sin que se tuviera memoria de otro tan caluroso y seco en Suecia. El día miércoles 1 de agosto estábamos invitados a participar de un almuerzo con amigos uruguayos, en la casa de una pareja de ellos que vivía en Lund. Ibamos a ir en auto, recogiendo a Ines por el camino, pero nos llamó por teléfono avisando que a causa de una caida se había roto un brazo en el codo y la muñeca y no podía acompañarnos. El matrimonio de Lund tenía una casa con jardín atrás, y como estaba prohibido hacer fuego no pudieron ofrecernos el asado que tenían previsto hacer. Habían comprado comida fría como alternativa, y nos sentamos todos bajo un toldo grande cobijándonos primero de la lluvia y luego del sol. Lo pasamos muy bien con ellos y regresamos a la nochecita a Malmö. Alicia habia pensado encontrarse aún con Marcos, pero el avisó que al haber conseguido un pasaje muy barato se había ido más temprano con el tren a Växjö. Nuestra intención había sido reunir amigos para hacer la tradicional comida de cangrejos en nuestro departamento, pero al ser tan grande la concurrencia pasamos la reunión al jardín de la casa de Mariche y Carlos. Habíamos preparado una sangría y como ibamos a ir en bicicleta llevamos todas las vituallas en auto por la tarde. Illian e Isabel se habian anotado también y al no conocer el lugar fuimos juntos para allá con las bicis. Fue una reunión muy linda con una noche cálida y estrellada, y recién regresamos a la casa pasada la medianoche. Luego volvimos el sábado por la mañana a recoger todo con el auto. A causa de la gran demanda Johanna no había podido encontrar agua con gas en Torekov, de modo que antes de partir para allá el domingo a la mañana compramos seis botellas de agua además de flores paåra decorar las mesas. La fiesta de cumpleaños de Ellen estaba planeada para las doce, y ante la prohibición de hacer fuego, KF estuvo muy atareado en la cocina haciendo los chorizos en la sartén. Fue un cumpleaños con gran concurrencia de niños y adultos, tres tortas muy ricas y abundantes regalos. Como soplaba muy fuerte viento no se pudo hacer uso del jardín, pero la casa era suficientemente amplia como para acomodar a todos los invitados.
Lunes 6 de agosto. Hicimos sesión de gimnasia por la mañana, y Alicia trajo a Elisa a la tarde a que jugara un rato en nuestro departamento. Luego vino su madre con Nicolás a compartir una merienda. Como continuaba el calor programamos una salida para el día siguiente a la pileta de Segevång en Malmö, que yo no conocía y que resultó ser un excelente lugar para escapar al sofocante clima. Fuimos en bicicleta por estar a pocos kilómetros y llevamos provisiones para hacer una merianda a la sombra de uno de los árboles. Los niños disfrutaron mucho de la pileta, que se fue llenando a medida que transcurría la tarde. El miércoles al mediodía hice una escapada a la casa de Johanna pues iba a venir un operario a retirar la baranda de protección de la escalera, que había sido dañada a mordiscos por los perros de mi consuegra un día que habían quedado solos allí. Por la tarde salimos de compras aprovisionandonos de los ingredientes para las tortas prometidas por Alicia a su nieta en la fiesta de cumpleaños del sábado. Nos ibamos a copiar de las riquísimas tortas que había hecho Johanna para el cumpleaños de Ellen. Parecía acercarse el fin del caaluroso veranos y propusimos una salida a Österlen incluyendo a nuestros amigos Roberto y Cecilia, recien llegados de su casa en Mallorca. Se anotaron Omar y Ana María además de Carlos y Elena, y el jueves al mediodía partimos para allá. Alicia y yo fuimos en el recien adquirido auto de Omar, un Renault Scenic del año 2014 con muchos chiches de avanzada. Ya en Österlen pudimos comprobar que la cosecha de manzanas iba a batir un record este año. Como remate del día de playa fuimos a la cafetería de Alumbruket, donde hicimos una larga tertulia en el jardín de ese paradisíaco entorno antes de regresar a Malmö ya con las últimas luces del día. A la noche ingresó un frente frío con intensa lluvia y viento además de tormenta eléctrica muy fuerte que tomó a todos de sorpresa por no estar pronosticado, pero que fue un gran alivio. En la costa oeste hubo vientos huracanados que continuaron durante el viernes, ya sin lluvia. Por la tarde me tocó ir al dentista para hacer una limpieza y con suerte esa sería la última visita de este año. Alicia se dedicó de lleno a la preparación de las tortas el viernes por la tarde y quedaron muy bien. Las transportamos el sábado con el auto hasta el departamento de Magela y nos incorporamos a la fiesta que habían organizado en el jardín del edificio, que por suerte tenía un techo pues en plena celebración se largó un fuerte chubasco. El día anterior había comenzado el festival anual de Malmö y después de regresar a casa y abrigarnos volvimos en bici a la plaza mayor para escuchar a la orquesta sinfónica de Malmö, que tuvo una presentación magnífica, primero con música clásica y luego acompañando a la cantante pop Ane Brun. Como de costumbre había un gran gentío, aunque este año extrañamos el puesto de Victor Jara y sus choripanes que parentemente no iban a participar más en festivales futuros. Habiendo sobrado bastante torta quedamos en ir el domingo a la tarde al departamento de Magela a compartir pasta y desde luego sacar la torta como postre. Era un día gris y lluvioso, y era asombroso ver la rapidez con la que se recuperaba la vegetación de la prolongada sequía.
Lunes 13 de agosto. Después de la sesión de gimansia matinal y mientras Alicia iba un rato a casa de magela a cuidar a los niños comencé la tarea de limpiar el piso de mosaicos del pasillo con vapor a presión, Evidentemente lo necesitaban al observar como iban recuperando su color beige natural. Recibimos el aviso de que había llegado un deshumidificador que KF había encargado para la casa pues habían detectado que la humedad en el sótano sobrepasaba los limites recomendados. Ellos seguían en la casa de verano en Torekov y me encargué entonces de ir a buscar el aparato a la terminal del correo, llevarlo hasta su casa e instalarlo en el sótano. Como podían monitorear el sensor de humedad a distancia, notaron que la humedad relativa comenzó a descender de inmediato. En una de las agachadas que hice instalando el aparato se me resintió la espalda y quedé medio averiado. Ellos tenían varios manzanos en su jardín y aproveché para juntar una buena cantidad de las más sanas del piso para hacer luego compota en casa. Illian e Isabel nos invitaron a cenar el martes en su departamento y con la prohibición de asar aun en vigencia hicieron la carne en el horno. Para el jueves teníamos el compromiso de ir a visitar a KF y Johanna en Torekov y comer cangrejos con ellos, por lo que aprovechamos a llamar a Karin y felicitarla en su cumpleaños cuando estábamos todos reunidos allá. Era un lindo día de sol y por la tarde nos acercamos en bicicleta a la costa para que los valientes se dieran un chapuzón en las frías aguas del Kattegatt. La simpática Sigrid había aprendido ya a gatear y se movía con mucha celeridad por la casa. La barandilla que había dañado uno de los perros de mis consuegros en la casa de Johanna quedó lista para entregar el viernes y nuevamente fui para allá a recibir a los dos operarios que la dejaron colocada en el primer piso. Esperábamos la visita de Marcos que venía de Estocolmo para traerle un regalo de cumpleaños a Elisa y como llegó el sábado de mañana pasó por casa a la tarde a tomar una merienda junto con Magela y los niños. Quedamos en ir al día siguiente a tomar un desayuno buffet en la confitería de Vismarlöv y para allá fuimos con los dos autos y mucho apetito. Marcos regresó a la tarde a Estocolmo con el tren después de arreglar con Alicia que ella lo iba a ir a visitar a mediados de septiembre.
Lunes 20 de agosto. Comenzamos con nuestra habitual sesión matinal en el gimnasio y luego hice una escapada a la biblioteca del barrio a devolver algunas películas que habíamos sacado la semana anterior. Por el diario descubrimos que se podía cosechar frambuesas en la quinta del Hallongården y el martes invitamos a Hilian e Isabel a que nos acompañaran en esa expedición. Llevamos a Elisa también y a pesar de que había mucha gente juntando pudimos hacer una buena cosecha. Antes de regresar merendamos en la confitería del lugar sentados a una mesa en el jardín con un día esplendoroso. Ante la inminente llegada del 9 de semptiembre, dia de las elecciones, habían habilitado el voto anticipado a partir del 22 de agosto (dia del cumpleaños de mi sobrina Andrea) y decidimos ir ese mismo día a votar a la biblioteca dejando resuelto el asunto. Johanna había regresado de Torekov y me di una vuelta por su casa el jueves por la mañana encontrandolas a ella y las niñas en el jardín sembrado de manzanas. Era nuevamente un lindo dia de sol y combinamos más tarde con Omar y Ana Maria para encontrarnos en el camino a Bjärred e ir allí a la playa. Llevamos un picnic y mateamos a la sombra de un arbol antes de caminar por el espigón de 500 metros que terminaba en una confitería y baño turco, para que Alicia se diera un chapuzón en el mar. Ellos habían comprado sendas sillas de playa en un negocio donde estaban a medio precio y al regreso a Malmö pasamos nosotros por allí para aprovechar la oferta también. Johanna nos había pedido dejar a Ellen un rato el viernas a la mañana y nos levantamos bien temprano para alcanzar a hacer gimnasia. Luego avisó Johanna que su compromiso estaba cancelado y vino por la tarde con ambas niñas a merendar. Sigrid se paraba ya en cuclillas y era pura sonrisa. Como el sábado 25 se celebraba el día de la independencia del Uruguay se nos ocurrió invitar a Magela y su familia junto con Isabel e Illian para compartir empanadas y vino en casa. A las cinco de la tarde alcancé a rellenar la última empanada de las tres docenas que había preparado, en el momento en que llegaron. Al día siguiente teníamos un nuevo compromiso pues Roberto y Cecilia invitaban a comer choripanes como reunión de despedida antes de regresar a Mallorca. Hubo gran cantidad de gente entre familiares y amigos, y por suerte alcanzamos a comer los postres justo antes que se largara un fuerte chaparrón.
Lunes 27 de agosto. Era el día en que Viktoria partía de Buenos Aires, para llegar al día siguiente por la tarde a Malmö. Atrás habían quedado los dias de sol y calor pues nos tocó un lunes fresco y desapacible que recién mejoró hacia la noche. Los vuelos de Viktoria con British cumplieron con el horario previsto y su valija llegó sin retrasos de modo que a las dos y media de la tarde la recibí en la estación del triángulo para llevarla hasta la casa de Johanna. Quedamos en reunirnos a la noche a cenar y fui con Alicia después de pasar a buscar el sushi que habíamos encargado. Sara y su madre nos acompañaron también en la temprana cena, ya con Viktoria bastante cansada de su viaje. Como nos había sobrado bastante relleno y discos de empanadas quedamos en que Viktoria y Johanna con las niñas vendrían al día siguiente a comer en nuestro departamento. Pasamos una linda tarde con ellas y de paso liquidamos todas las empanadas que habíamos hecho y que tuvieron mucho éxito. Viktoria tenía que continuar trabajando y le día una mano el jueves al tener entretenida a Ellen mientras Johanna salía a hacer un trámite y Sigrid dormía su siesta matinal. Aproveché para juntar manzanas de su jardín también, que rápidamente se convirtieron en compota cuando regresé a casa. Nuevamente nos hicimos cargo de Elisa y Nicolás retirándolos de su guardería el viernes a la tarde, y cuando sus padres vinieron a buscarlos a casa los invitamos a compartir unas pizzas con nosotros. Johanna y Viktoria fueron a depositar su voto anticipado, importante que lo hiciera Johanna pues al día siguiente iba a partir con su familia a Mallorca. Viktoria los llevó a lae madrugada del sábado en su auto al aeropuerto, y con la invitación a cenar de Lucho cancelada por enfermedad armamos rápidamente una comida en casa para la noche con Viktoria, Isabel e Illian. En Katrinetorp se celebraba el domingo el día de la cosecha y como estaba cálido y soleado fuimos Alicia y yo para allá a recorrer los puestos de venta y el hermoso parque. Las celebraciones incluían danzas típicas suecas y no dejó de participar Alicia cuando invitaron al público. Regresamos de allá a tiempo de ir a esperar a Karin en la estación del triángulo para llevarla hasta la casa de Johanna. Llegó sin incidentes y en forma puntual después de su vuelo con KLM. Hicimos nuevamente una cosecha de manzanas, y juntamos esta vez una cantidad de uvas del parral con las que hice jugo. Les propusimos a las chicas venir a cenar con nosotros a la noche y compartimos con ellas un buen salmón al horno, favorito de Karin. Ella aprovechó para llevar de casa una de las extras nuestras y asi ambas chicas se hicieron de bicicletas para moverse en la ciudad.
Lunes 3 de septiembre. Ya superado el episodio del dolor de espalda retomé los ejercicios habituales en el gimnasio. Viktoria pasó por el departamento al mediodía y comió algo con nosotros mientras que Karin lo hacía por la tarde antes de ir al Pildammparken a reunirse con su amiga Lucilla a hacer un picnic. El auto no se había vendido aún y ya le tocaba la revisión técnica anual por lo que lo llevé el miércoles al taller del que salió sin observaciones. Habíamos invitado a Viktoria y Karin además de Magela y Leo con sus hijos a comer cangrejos en casa y nos juntamos a las seis de la tarde. Incluimos un tarta de queso para aquellos que no se sentían muy confortables con esos bichos. El viernes al mediodía se proyectaba la película argentina "Las Cinephilas" como parte de un festival de medios de comunicación que se hacía en Malmö y nos anotamos para verla. Se trataba de un simpático y emotivo documental argentino que entrevistaba a seis ancianas uruguayas, argentinas y francesas que compartían su pasión por el cine. A la tarde vinieron Karin y Viktoria a merendar con nosotros antes de ir a cenar con su madre. Karin partía al día siguiente para Mallorca y al mediodía la llevé a la estación del triángulo. Viktoria no quería pasar sola la noche en la casa de Johanna y vino a nuestro departamento, cenando con nosotros. Tenía que volar el domingo a las seis de la mañana para Mallorca, por lo que poco después de las tres la llevé a la estación. Ella fue la última en reunirse con sus cuatro hermanas para pasar una semana juntas en la isla. Desde hacia tiempo teníamos previsto hacer el domingo una excursión guida en la zona de Skäralid, después de haber recibido información sobre el evento. Por suerte cambió el pronóstico y en lugar de lluvia tuvimos un día muy agradable. Con Ana Maria, Omar y nuestro amigo Lucho nos dirigimos con el auto hacia el norte, y después de hacer unos 70 km llegamos a un paraje llamado Kvärk en lo alto de la quebrada donde estacionamos a la vera de un camino de tierra para unirnos a un pequeño grupo de entusiastas y de dos guias que eran una bióloga y un historiador. Siendo el día de la herencia cultural, el propósito era ilustrarnos sobre la vida y costumbres de los pobladores de la zona a partir del siglo 18, llevándonos a ver algunas de las ruinas que quedaban como testimonio de sus viviendas junto con las crónicas documentadas en archivos históricos. Fue un muy instructivo paseo de dos horas y media muy bien llevado por nuestros guias que demostraron tener vastos conocimientos sobre el tema. Terminado el paseo continuamos con el auto hasta el bonito café "Lotta på Åsen" donde hasta nos pudimos sentar en el jardín a tomar la merienda. Completamos la vuelta con una pasada por el mercado de pulgas de Emaus en el campo y llegamos de regreso a Malmö a tiempo para que Lucho llegara aun a votar. A las ocho de la noche se cerraban las urnas y dos horas más tarde tuvimos los resultados preliminares, que daban practicamente un empate entre los bloques de derecha y de centro-izquierda mientras que el partido de ultra derecha tenía un avance significativo. Nos esperaban entonces unas semanas muy movidas de negociaciones para saber como se iba a formar el nuevo gobierno en Suecia.
Lunes 10 de septiembre. Temprano por la mañana llamaron a Alicia a hacer una suplencia y por ser lejos la llevé en el coche para buscarla luego a las dos de la tarde. El martes nos tocó un día lluvioso y por eso fuimos con el auto a buscar a Elisa por la tarde para que viniera a casa después de la guardería. Cenó temprano con nosotros y luego la dejamos en su casa. La bicicleta que le había prestado a Karin había sufrido una pinchadura y después de fracasar en mi intento de emparchar la cámara opté por comprar una nueva que coloqué el miercoles por la tarde. Illian e Isabel nos habían invitado a cenar ese día temprano en su casa. Lo pasamos muy bien como siempre y con la sobremesa se nos hizo de noche antes de regresar al departamento. llegamos finalmente al viernes en que Alicia viajaba a Estocolmo y la llevé a la estación central de donde partió puntualmente a las 11:04. La gimnasia la hice ese día despues de volver a casa. El sábado era el día en que todas las hermanas regresaban de Mallorca y resultó bastante accidentada a causa de una fuerte tormenta sobre España que retrasó los vuelos. Johanna con sus hijas y Viktoria llegaron a horario mientras que el vuelo de Isabel demoró muchas horas en salir lo mismo que el de Karin y el de Sara. A Karin la recibí en la estación del triángulo pasadas las once de la noche para traerla a nuestro departamento, donde iba a pernoctar al igual que Viktoria. Por la tarde había ido al cine Panora donde pasaron dos películas españolas relacionadas con la crisis económica de la década anterior. La primera era de ficción tenía como argumento las vicisitudes de una mujer con un hijo al quedar desocupada y tener que abandonar finalmente el departamento que alquilaba. La segunda película era un documental que seguía la campaña electoral de Ada Colau, la activista que finalmente fue elegida alcalde de Barcelona y que intentó con poco éxito resolver entre otros el problema de los desalojos forzados. La corta vuelta de Alicia por Estocolmo terminaba el domingo y su tren llegaba cerca de la medianoche la fui a buscar con el auto a la estación. karin y Viktoria estaban en nuestro departamento y armamos dos camas en la habitación de huéspedes.
Lunes 17 de septiembre y última semana del verano que aun conservaba cierta energía, al punto que el martes por la tarde hicimos aun una excursión a la playa. Johanna había venido un rato a visitarnos con las nenas, y cuando regresaron a su casa partimos hacia Ljunhusen en la costa sur con el auto a conocer una playa que aun no habíamos visitado. Soplaba viento fresco del sur y continuamos hasta Skanör donde había más reparo y la playa estaba tranquila. No hubo baño pero hicimos una buena caminata Alicia, Karin y yo mientras caía el sol en el horizonte. Se estaba pronosticando la primera tormenta otoñal para el fin de semana, pero el miércoles y el jueves fueron aun jornadas lindas. Con Viktoria fuimos a comer un brunch buffé al restaurante libanés Laziza del centro de Malmö y más tarde fuimos hasta el shopping de Emporia donde abría una juguetería nueva con interesantes ofertas. Conseguimos el regalo para el cumpleaños de Sigrid que se festejaba el 13 de octubre y también regalos de navidad para los nietos de Alicia. El viernes a la tarde me llamaron para avisar que a causa de la tormenta se cancelaba el paseo a Kullaberg programado por la asociación de turismo para el sábado, y con buenos argumentos ya que vino con mucho viento y lluvia. En su lugar fuimos a media mañana con Viktoria y Karin a tomar el desayuno buffet de la confitería de Vismarlöv. Al regreso entramos a Klågerup al ver que el club Lions tenía un mercado de pulgas, en el que Alicia y las chicas encontraron como gastar algunas coronas. A la tardecita fuimos al departamento de Magela pues habíamos prometido cuidarles a los niños mientras ella y Leo salían de fiesta. Se prolongó hasta pasada la medianoche y por suerte habíamos ido con el auto ya que la noche estaba fría y ventosa. Les habíamos ofrecido venir a comer con nosotros el domingo pero Elisa se levantó con fiebre asi que Magela vino sola con Nicolás. Viktoria y Karin estaban en casa de Johanna e iban a tener una cena de hermanas allá.
Lunes 24 de septiembre. Era el día en que Karin tenía que viajar a Uppsala para participar de la conferencia organizada por la iglesia sueca en el exterior y me ofrecí para llevarla a la estación a tomar el tren. Partió minutos después de las ocho hacia Estocolmo para cambiar allí a un tren local a Uppsala. Mientras regresaba a casa me avisó Alicia que la habían llamado para hacer una suplencia de modo que la llevé hasta la guardería antes de ir a mi sesión de gimnasia. Lo mismo sucedió el martes ya que la habían vuelto a llamar nuevamente para ir a otra guardería. Johanna avisó que vendría a la tarde con las nenas y organizamos con ella y Viktoria una cena temprana en casa. Yo tenía problemas con una muela al haberse caido un poco de la amalgama, lo que me arregló nuestro dentista el jueves por la tarde poco antes de tener que ir a una reunión de nuestro consorcio, que esta vez no fue con peleas como habia sucedido en la reunión anterior de mayo. Ese mismo día a medianoche fui a esperar a Karin a la estación central, a su vuelta de la conferencia en Uppsala. Se quedó a dormir en nuestro departamento también. Hacia un tiempo habíamos comprado entradas para ir a un concierto de la orquesta sinfónica de Malmö el sábado a la una de la tarde y para allá fuimos, solo para comprobar que no era el concierto al que que habíamos pensado ir...No obstante nos gustó escuchar trozos de música de operas de Gershwin y de Bernstein. Más tarde estábamos invitados a comer pizza en casa de Magela, donde nos juntamos también con Hilian e Isabel. A ellos los vimos nuevamente el domingo en una nueva reunión al habernos invitado Lucho a cenar en su departamento. Preparó un guiso de pollo exquisito y nosotros llevamos una tarta de frambuesas y arándanos. ALicia había comenzado a tener molestias en la garganta que luego se convirtieron en una fuerte angina.
Lunes 1 de octubre. A causa de su angina Alicia no salió del departamento y tuvo que cancelar también dos suplencias que le habían dado para el martes y el miércoles. Como KF estaba de viaje por Estados Unidos, Viktoria y Karin se instalaron en la casa de Johanna y quedamos en juntarnos a comer allá el miércoles. Como seguía el tiempo frio fuimos con el auto y preparamos la temprana cena en su casa. Johanna se había anotado en un coro y después de comer partió para allá mientras nosotros compartíamos el postre que era una tarta de manzanas que había hecho juntando fruta de su jardín. Nuestra amiga Graciela cumplía años el jueves e invitó a la barra sudamericana a una picada y torta en su departamento. Para que Alicia no saliera al frio fuimos con el auto. El viernes estaba previsto el regreso de Viktoria a Buenos Aires y al mediodía la alcancé con el auto hasta la estación del triángulo donde tomó el tren al aeropuerto de Copenhagen. A la noche estuvimos nuevamente de fiesta pues Omar y Ana Maria nos habían invitado a cenar festejando el cumpleaños de Omar. Karin se anotó también y mientras ella iba en bicicleta nosotros fuimos con el auto llevando una tarta de limón. Habíamos prometido hacernos cargo el sábado de los hijos de Magela y ellos los dejaron antes de la cena partiendo luego a Copenhaguen. Los pasaron a buscar el domingo al mediodía y se quedaron a comer con nosotros la cazuela de pollo que había preparado Alicia. Por suerte ella se estaba recuperando bien de su angina. Nuestra amiga Inés, benefactora de la biblioteca púbica en el barrio Shangrilá de la Ciudad de la Costa, había organizado una venta de libros y proyección de película para el domingo y nosotros colaboramos con una tarta para la venta en la cantina. La película uruguaya que proyectaron era "Las Rambleras", una emotiva historia sobre la vida de tres mujeres de tres generaciones diferentes en la ciudad de Montevideo, con la rambla como silencioso protagonista también. Asistió mucha gente, más que en años anteriores, tal vez atraidos por el cebo de la presencia del embajador uruguayo para los paises nórdicos. La venta de libros y refrigerios fue buena por lo que Inés logró una buena recaudación.
Lunes 8 de octubre. Con el avance del otoño continuaban cayendo las temperaturas y seguíamos aun sin calefacción central. El lunes comenzó el primer paso para recuperarla pues pusieron en marcha el sistema para comprobar si había pérdidas. Más allá no llegaron ese día y los radiadores continuaron igual de frios. Habíamos decidido dar una vuelta por Ikea para hacer algunas compras pendientes y allá nos encontramos con Johanna, Sigrid y Karin. Comenzaba la feria de navidad y a Karin le habían hecho encargos con vistas al bazar de navidad en la iglesia. Vimos que aun no habían terminado de exponer todos los productos de modo que iba a ser necesaria otra visita más adelante. Aprovechando el auto nos dirigimos luego a otro negocio para que Karin comprara una valija ya que la suya se había roto. Iba a regresar a Buenos Aires con dos valijas para poder llevar todo lo encargado. A la tarde alcancé a hacer una sesión de gimnasia antes de que se llenara de gente el local. Llegamos así al 10 de octubre, primer cumpleaños de Sigrid. La fiesta iba a ser el sábado por la tarde, pero el miércoles a la mañana con un espléndido día de sol fuimos Alicia, Karin y yo a saludarla y tomar un desayuno juntos. Le habíamos comprado una caja con muchas piezas de Duplo y tanto ella como Ellen lo festejaron mucho. A la tarde teníamos turno para ir a una empresa que compraba autos, y previa pasada por el hotel de cubiertas a recoger las ruedas de invierno fuimos a negociar la venta. Después de un profundo escrutinio del auto y muchas fotos mandaron todo a Estocolmo desde donde nos mandaron una oferta que nos pareció bastante baja por lo que regateamos y mejoramos un poco el precio. Asi llegamos a un acuerdo e hicimos allí mismo el contrato de compra-venta y la transferencia de modo que quedamos de a pie bastante lejos de la casa, pero con una linda tarde de sol hicimos con gusto los 5 kilómetros de regreso. El viernes estábamos invitados a cenar en casa de Hillian e Isabel, quienes habían invitado también a Lucho. No quedaba otra que ir en bicicleta hasta su departamento y la velada con ellos fue muy larga pues regresamos a casa pasada la medianoche. El sábado por la tarde se festejaba el cumpleaños de Sigrid y con una muy bella tarde de sol y buena temperatura nos juntamos en su casa para celebrar y comer torta acompañada de vino espumante. Vinieron mis consuegros y varios amigos de ellos con niños pequeños de modo que la fiesta estuvo muy animada. A la noche y a sugerencia de Karin nos juntamos con ella en un restaurante del barrio a compartir una cena. El domingo nos habían invitado a comer los consuegros de Alicia a modo de despedida y desde fueron Magela y Leo con los pequeños también. Karin se iba al día siguiente e hizo una ronda de despedida con su madre y Sara antes de venir a casa y armar sus valijas.
Lunes 15 de octubre. Johanna vino por casa con Sigrid a la mañana y se quedó hasta que llegó el taxi para llevar a Karin a la estación del Triángulo. Yo la acompañé pra ayudarla a subir sus tres valijas al tren, que por suerte venía semi vacío. Nos fue manteniendo al tanto de su viaje y contó que en el aeropuerto le ayudó una señora a bajar valijas. El martes se comunicó avisando que había tenido un vuelo muy tranquilo. Se salvó también del engorroso trámite de escanear las valijas ya que la hicieron pasar por la linea verde. Desde Ezeiza tomó un remiss a Monte Grande hasta la casa de Eva. Nosotros habíamos invitado el martes a cenar a Ana María y Omar como despedida, y de paso les dejamos una planta a su cuidado. Johanna había prometido venir regularmente por casa a regar las plantas y controlar la correspondencia. A la tarde del miércoles fui en bicicleta a encontrarme un rato con Johanna y las niñas en el parque adjacente a la guardería de Ellen. La tarde estaba muy linda y nos quedamos un rato allí mientras Ellen jugaba con otros niños. Nuestro amigo Lucho vino a cenar con nosotros después del trabajo y ya nos despedimos de él por esta vez. El jueves fue finalmente el día en que recuperamos la calefacción central cuando comenzó a circular nuevamente el agua caliente. Faltaba aun colocar las válvulas termostáticas, lo que iban a hacer el lunes siguiente. Como nos ibamos ese día temprano al aeropuerto les dejamos un juego de llaves a los instaladores. Marcos había avisado que venía a Malmö a tocar con su grupo y lo esperamos en casa el viernes a la noche. Magela había venido con Leo y los niños, y como Marcos llegaría bastante tarde cenamos nosotros primero. Leo se llevó a Elisa y Nicolás mientras que Magela se quedó esperando a su hermano que llegó como a las diez y media de la noche. Tuvimos una larga velada con él y luego le preparamos la habitación para que pudiera dormir. El sábado nos levantamos todos bastante tarde y tomamos el desayuno con Marcos antes de que partiera a ensayar para la noche. Era un día ventoso y fresco, muy adecuado para armar valijas y también para hacer un último lavado de ropa. Habíamos pensado ir a la noche a ver a Marcos cuando tocaba con su grupo pero nos dominó el cansancio y nos quedamos en el departamento. El domingo fue día de despedidas; Magela vino temprano por la tarde con Nicolás y luego se unió Leo con Elisa. AL rato que se fueran vinieron Johanna, KF y las niñas. Con ellos compartimos una temprana cena e hicimos los últimos arreglos previos al viaje. Pedimos un taxi para el día siguiente a las ocho de la mañana.