5 de Agosto 2016
Viernes 5 de agosto y primer cumpleaños de Ellen Inez. Johanna, KF y Ellen habían regresado el día anterior de sus propias vacaciones en Francia y habían convocado a reunirnos en su departamento a las dos de la tarde. Nosotros salimos a la mañana a comprar un regalo para Ellen y luego fuimos para allá con las bicicletas. Habían preparado una muy sabrosa torta de chocolate rellena con dulce de leche para la ocasión y fue una reunión muy linda y bulliciosa con cinco bebes de corta edad. Por una vez se habían podido juntar las cinco hermanas al estar Sara e Isabel también. Más tarde encargaron pizzas para redondear la fiesta. Ellen no paraba, y estuvo todo el tiempo muy chistosa y risueña.
Había una propuesta de visitar un mercado de pulgas del club de Leones en Vellinge el sábado por la mañana y para allá fuimos con los dos autos ya que iban tanto Ellen como Livia. Algunas cosas encontramos allí, y luego continuamos hasta la muy linda cafetería de Vismarlöv que no conocía aun, en el medio de la campiña. Estaba muy surtida y cuando llegamos servían aún un desayuno buffet muy completo y sabroso. Al regreso nos hicimos cargo de Ellen para que Johanna pudiera poner orden en su departamento, y a la noche nos encontramos con Karin en el cine Panora para ver un estreno: "Captain Fantastic". Nos pareció una buena producción americana, con un tema muy interesante para debatir sobre la sociedad consumista, y salimos satisfechos.
El clima no nos fue muy favorable, con más días nublados y lluvia que sol. No hubo entonces ocasión de hacer salidas más que nuestras cortas bicicleteadas dentro de la ciudad. El viernes 12 comenzó el tradicional festival anual de Malmö, que por ser tan repetido no nos atraía mayormente pero que podía ser de interés para las chicas y Matías. Ellos se mudaron el sábado por la tarde a un departamento alquilado, para poder vivir juntas hasta fines de agosto cuando era hora de regresar a la Argentina. El auto fue de ayuda para mudar sus pertenencias. Asi llegamos al domingo 14, día del segundo cumpleaños de Elisa, la nieta de Alicia. Su padre había decidido que se haría una reunión en el jardín del edificio de su padre Carlos, con chorizos y salchichas a la parrilla. A la hora prevista para la fiesta comenzó a llover por lo que hubo que mudar todo al departamento de Carlos y los chorizos y salchichas se hicieron al abrigo de paraguas. Asi se salió del paso y fue finalmente una linda reunión rematada con una torta de frutillas y frambuesas, que fue nuestra colaboración. Luego venía el cumpleaños de Karin y el lunes la acompañé con el auto a hacer la compra de provisiones y bebidas. Ella había decidido preparar la comida fría para la reunión del martes, y para resguardarse de la posibilidad de lluvia quería hacerla en el departamento donde estaba viviendo. Yo prometí preparar un tarta de limón y un cheesecake.
La tarta de limón la completé el martes al mediodía, y para facilitar las cosas llevamos ambos postres además de algunas sillas con el auto al departamento de Karin. El día comenzó nublado pero fue mejorando por la tarde y se prestó para que fueramos a la celebración en nuestras bicicletas. Karin había armado una linda fiesta con cena fría variada muy rica. También preparó un juego de preguntas que puso a prueba nuestros conocimientos y nos tuvo muy entretenidos. Nosotros regresamos a casa ya cerca de la medianoche. Al día siguiente fui nuevamente con el auto para traer de regreso todos los elementos que habíamos aportado. Matias me acompañó y con él fui también al shopping del Triángulo a la caza de traje o saco y pantalón para su boda. Recorrimos varios negocios, aunque no pudo decidirse aun por ninguna prenda. Hacia la noche hicimos Alicia y yo la obligada escapada al festival de Malmö que estaba en pleno desarrollo, y en la cola del clásico kiosco de la asociación Victor Jara nos encontramos con Carlos y Elena. Pedimos allí sendas hamburguesas que estaban muy sabrosas y luego nos unimos a la multitud que pululaba el festival hasta que nos cansamos y regresamos a la casa. Alicia tenía una cita en el hospital el jueves por la mañana para la segunda sesión de un chequeo general de salud, por ser una de las 5000 personas elegidas al azar para este completo estudio. Aun faltaba una tercera sesión el 29 de agosto. Para la noche había invitación a cenar pizzas caseras en la casa de Omar y Ana María.
Las pizzas de Omar tuvieron como siempre un éxito rotundo, siendo además lo más parecido a las pizzas de la madre patria. La siguiente invitación que teníamos era una reunión en el departamento de Graciela para el sábado, con la excusa de comer los tradicionales cangrejos del mes de agosto. Fuimos Alicia y yo, y de nuestra familia se anotaron también Viktoria y Matías. Con Johanna nos habíamos comprometido a hacernos cargo de Ellen desde el lunes 22 hasta el viernes 26 y esa tarea desplazó a cualquier otra de la semana. Cada mañana fui a buscar a Ellen con el auto un rato antes de que Johanna saliera para el trabajo, para dejarla de nuevo a la tarde. Jugar, comer, dormir y hacer salidas cortas con el cochecito fue la rutina diaria. El jueves decidimos llevarla caminando, un trayecto de cinco kilómetros con parada intermedia en un parque con juegos adyacente a la biblioteca. El viernes completamos nuestra tarea de babysitters y Ellen volvió sana y salva a sus padres. Pero también nos comprometimos a hacernos cargo de ella el martes siguiente. El viernes habíamos propuesto a los chicos a venir a cenar con nosotros pero solo pudieron hacerlo Karin, Viktoria y Matias. Los invitamos con pollo al horno, una muy rica especialidad de Alicia, especialmente utilizando pollos alimentados a base de maiz.
A modo de reunión de despedida nos juntamos el domingo 28 al mediodía a comer un brunch en un restaurante del recientemente inaugurado hotel Clarión en el centro de la ciudad. Tenían un menú muy completo y era totalmente imposible probar todos los platos que ofrecían. Las chicas regresaban en tandas y la primera en hacerlo era Isabel el lunes al mediodía. Como Karin partía el mismo día pero a la noche, propusimos que yo las llevara a ambas a la mañana y pasar con Karin el resto del día en Copenhagen. Así lo hicimos y fue de gran ayuda para Isabel y Livia transportar todo su equipaje en el auto. Después de despachar sus valijas dejamos las dos maletas de Karin en un depósito del aeropuerto y las despedimos. Alicia no nos había acompañado pues tenía cita en el hospital para el tercer y último estudio médico. Iba a venir más tarde en tren pero me llamó por teléfono cancelando su cruce por sentirse cansada después del estudio con substancias de contraste. El día era gris también con amenaza de lluvia. Nosotros estacionamos el auto cerca de la estación y fuimos caminando a ver el mercado de carne, que yo no conocía aun. En esa zona había también unos cuantos restaurantes, aunque ese día estaban casi todos cerrados. Después de regresar al centro y tomar un café continuamos caminando hasta el conocido barrio hippie de Christiania, muy pintoresco aunque también centro de venta de marihuana. Me soprendió ver como había crecido ese mercado, con infinidad de puestos como no los había nueve años atrás cuando estuve allí por última vez. Ya teníamos bastante apetito por lo que volvimos nuevamente al centro y comimos en un pequeño restaurante. Se acercaba la hora de regresar al aeropuerto para hacer los trámites de embarco de Karin por lo que nos despedimos de la ciudad. Me quedé un rato con Karin y luego nos despedimos también. Su vuelo a Paris salió por suerte a horario pues solo tenía una hora de espera allí antes del vuelo siguiente a Buenos Aires. Era el 29 de agosto, día del segundo cumpleaños de Camilo, y recién pudimos comunicarnos con él y con Agustín al día siguiente por Skype.
La partida de Viktoria y Matias era el miércoles 31 a las seis y veinte de la mañana desde el aeropuerto de Copenhagen, y habíamos acordado que dejarían el martes el departamento que habían alquilado para trasladarse a nuestra casa y partir de allí. Los fui a buscar a la tarde y cuando controlamos los pesos de las valijas tuvieron que redistribuir la carga pues algunas iban con bastante exceso. Ellen estaba con nosotros y a la noche vinieron Johanna y KF tambien a compartir una cena de tallarines con pesto. Yo me acosté un poco más temprano que de costumbre para tratar de dormir unas horas, ya que había puesto el despertador para las tres de la mañana. Logramos salir poco antes de las cuatro y llegamos con buen margen al aeropuerto para despachar sus cuatro valijas. Apenas comenzaba a amanecer cuando regresé a Malmö a dormir unas horas más. De a poco fuimos sabiendo que todos los viajeros estaban llegando sin problemas a sus respectivos destinos. El jueves a la mañana me tocaba un nuevo control con el medico oculista, quien comprobó que el nervio óptico estaba ok, y me recomendó continuar con las gotas. Para la tarde nos había invitado Roberto Dodera a festejar su cumpleaños en el jardín de su edificio, en nuestra misma manzana, donde pensaba hacer choripanes y bifes a la parrilla. Entre familia y amigos reunió gran cantidad de gente, e incluso nos encontramos con algunos amigos uruguayos que estaban de pasada por Malmö.
El viernes bien temprano llevé el auto al taller de Volvo para hacerle un service en vistas de la verificación técnica que había reservado para el lunes a la mañana. Dejé el auto y me apresuré a regresar caminando a casa para acompañar a Alicia al hospital donde se tenía que hacer una ecografía de rutina del corazón. Los resultados los tendría más adelante de su médica de cabecera. Desde el taller me llamó el mecánico para avisarme que podía retirar el coche temprano por la tarde. Afortunadamente lo había encontrado en buen estado y con pocos detalles para corregir. Tuvimos a Elisa en casa a la noche y cenó con nosotros antes de llevarla de regreso a sus padres.
Nuestras actividades sociales continuaron durante el fin de semana, el sábado con una cena en el restaurante Miss Asian donde se celebró el cumpleaños de Mariche. Vino la barra latina casi en pleno de modo que eramos una multitud bien ruidosa. El buffé del restaurante nos pareció muy bueno y abundante. Luego fuimos todos al departamento de Graciela a comer la tradicional torta de chocolate obra de Omar, junto con vino espumante. Al día siguiente al mediodía fuimos Alicia y yo hasta Skanör a visitar a Anki y su nueva pareja Christian. Hacía muchísimo que no nos veíamos de modo que fue en parte una reunión informativa. Anki se veía muy contenta con Christian y y su banda de música de baile, una feliz combinación. No nos pudimos quedar mucho tiempo pues teníamos que apresurarnos a regresar, pasar por el supermercado Willy's a completar las compras y preparar una temprana cena para los hijos de Alicia. Continuamos la velada en la casa de Carlos donde había torta también.
Alicia me acompañó el lunes por la mañana a hacer la verificación técnica. El lugar que había elegido estaba estratégicamente cercano a un shopping por lo que Alicia rumbeó para allá mientras a mi me invitaban a tomar un café y observaba como inspeccionaban el auto. Afortunadamente no le encontraron ninguna falla. De allí continuamos a un negocio de electrónica para comprar un proyector pues teníamos la intención de armar nuestro propio cine casero en Miramar. La tarde estaba muy linda para pasear y seguimos viaje hacia el mar paseando un poco por la costa en Bjärred. Por curiosidad fuimos luego a conocer el pueblo de Jakriborg, un pequeño barrio de Hjärup, a poca distancia de Lund, construido en la década del 90 e inspirado en la arquitectura medieval de las ciudades hanseaticas. También habia voces críticas sobre esta idea, pero a nosotros nos pareció muy pintoresco.